Decreto de unificacion 1937

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Decreto de Unificación de 1937.

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Es una fuente primaria, un texto jurídico de contenido político. Fue realizado en plena Guerra Civil. Es de carácter público y fue escrito el 19 de abril de 1937 y publicado al día siguiente en el Boletín oficial del Estado.

El autor del mismo es Francisco Franco, general español con mando en las islas Canarias, que participa en la conspiración contra la democracia republicana. Su experiencia militar en la guerra de Marruecos le hacía el hombre idóneo para ponerse al frente del ejército que vigilaba el protectorado y así lo hizo el 18 de Julio de 1936.

Análisis

Las ideas principales son dos: en el primer párrafo, Franco pone bajo su autoridad directa la Falange Española y Tradicionalista y las JONS, al que preferirá referirse como “movimiento nacional”. En el segundo, el nuevo estado parece construirse sobre la fusión de los valores más tradicionales de la sociedad española, encarnados por los carlistas (el tradicionalismo), y los nuevos conceptos ideológicos creados en la época de entreguerras y que se aglutinan bajo la denominación de fascismo.

Contexto Histórico:

El fracaso del golpe militar del 18 de julio dividió al país en dos zonas donde se establecen dos estados con sus respectivas instituciones: el republicano y el "nacional". La muerte de Sanjurjo en accidente deja a los sublevados sin su líder natural; se crea provisionalmente una Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas, encargada de administrar el territorio controlado por los sublevados; entre las primeras medidas que toma destacan la suspensión de la Constitución y la prohibición de la actividad de los partidos políticos. El 1 de octubre de 1936 se procede a la elección de Franco como máxima autoridad política y militar del bando nacional; influyen en ello sus éxitos militares (cruce del Estrecho, avance hacia Madrid, liberación del Alcázar de Toledo...) y su reconocimiento como interlocutor por parte de los regímenes de Hitler y Mussolini. Establece su Cuartel General en Salamanca. Las bases del nuevo régimen franquista tienen su inspiración en los Estados fascistas: regímenes totalitarios de partido único y jefe absoluto. Por otra parte, existe una necesidad de cohesión política ante la diversidad de intereses de los grupos que apoyan el Alzamiento (falangistas, carlistas, monárquicos, cedistas...); esta unificación política se realizará gracias al Decreto del 19 de abril (texto) que supondrá la creación de un partido único bajo la autoridad de Franco. Además, en el terreno militar, los sucesivos fracasos por tomar Madrid entre noviembre de 1936 y marzo de 1937 plantearán la perspectiva de una prolongación de la guerra, una reorientación de los objetivos de guerra (inicio de la campaña del Norte) y  ante ello se impone la unificación política en la retaguardia.

Comentario de las ideas:

Franco hace referencia a la guerra civil que se está desarrollando, que él con otros militares ha iniciado con la sublevación militar en Marruecos de 17 de julio de 1936. Los fracasos del Jarama y Guadalajara convencen al ``caudillo´´ de que la ciudad no estaba madura para caer, así que dispone el grueso de sus tropas para la ``campaña del Norte´´. La guerra se plantea larga y hay que preparar la retaguardia para ello. Entre las medidas que se disponen está este texto.

Los sublevados desde muy pronto sintieron la necesidad de una dirección unificada. A comienzos de 1937 corrieron rumores de que iba a crearse un partido franquista. El gran partido de la derecha durante la etapa republicana había sido la CEDA, la única posibilidad de resistencia ante la voluntad de Franco de crear un partido único. La lucha de facciones en el seno de la Falange fue un factor que ayudó a Franco, pero que no provocó su decisión de unificar la dirección político-militar.

La ley se emite para unificar las distintas fuerzas políticas que han participado en la sublevación contra la República Española. El Decreto se hace por la necesidad, según Franco, de tomar medidas políticas encaminadas a organizar el ``Estado nuevo´´ que vendrá tras la victoria.



 Las diferencias ideológicas suscitaban tensiones internas, el estado nuevo será Franquista, que ya se va institucionalizando, Franco dice que dicho Estado seguirá los principios de la Revolución Nacional. Falange Española era un partido fascista fundado en 1933 por José Antonio Primo de Rivera que se fusionó con las JONS de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, de Ideología nazi. Los falangistas eran antiliberales, antimarxistas, antidemócratas, nacionalistas y decían que iban a hacer la Revolución auténtica. Los pistoleros falangistas uniformados habían protagonizado acciones violentas durante la II república contra militares de izquierda y al estallar la guerra civil, habían movilizado a numerosos voluntarios para el frente. Franco los necesitaba, de ahí que su ``Estado nuevo´´ se inspire en el ideario del nacionalsindicalismo, pero quería controlarlos.

Los carlistas habían protagonizado a lo largo del siglo XIX la oposición al sistema liberal. A la hora de realizar acciones bélicas se organizaban en unidades llamadas ``requetés´´.

La idea es clara, siguiendo la lógica fascista y militarista: hay que agrupar a todas las fuerzas políticas bajo una única jerarquía. Es la idea del partido único que ya había establecido Mussolini en Italia y Hitler en Alemania.

Franco explica lo que Falange y Requetés pueden aportar al estado franquista. Comenta que esta unión de lo nuevo y lo tradicional se ha dado también en otros países totalitarios. Por todo ello dispone en el articulo 1º del Decreto la unificación de Requetés carlistas y falangistas en un partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS) bajo su Jefatura. La sociedad queda organizada según virtudes militares: servicio, jerarquía y hermandad. Todos los demás partidos y organizaciones quedan disueltos. A su cabeza, el Jefe del Estado (franco), un secretariado y el congreso nacional. Funde las milicias de ambos en una sola Milicia Nacional, de la que se nombra Jefe Supremo. Las ideas fascistas del partido, llamado Movimiento nacional, fueron la base del régimen franquista en los primeros años y a imitación de Mussolini y Hitler Franco se hizo llamar Caudillo.

Esta fusión no fue aceptada por todos los componentes de estos grupos. Para los carlistas el Decreto de Unificación fue legítimo, porque prescindió de las autoridades de la Comunión Tradicionalista (CT). El período de los años cuarenta fue el de mayor enfrentamiento entre Carlismo y el régimen franquista, el líder falangista Manuel Hedilla rechazó la unificación y la jefatura de la Junta Política de FET y de las JONS que por decreto del 22 de abril le otorgó Franco. Neutralizados de esta forma los principales disidentes, apenas una minoría, el decreto llevó la tranquilidad política a la zona nacional, eliminó las luchas intestinas entre las diversas facciones políticas y permitió concentrar el esfuerzo en las operaciones militares.

Conclusión y alcance

El Decreto se plantea la necesidad de iniciar la construcción de un nuevo régimen en cuanto se alcance la victoria: dicho proceso aparece definido como ``Revolución Nacional´´. El nuevo estado parece construirse sobre la fusión de los valores más tradicionales de la sociedad española, encarnados por los carlistas (el tradicionalismo) , y los nuevos conceptos defendidos y recogidos por Falange Española.

A lo largo de 1938 las victorias militares de Franco en la guerra confirmaron una cierta propensión fascista y una radical indefinición que sólo contribuía a multiplicar el poder de Franco. El nuevo partido a estas alturas se había caracterizado como una entidad artificial sin capacidad de actuación autónoma. Franco no admitió de ninguna manera unos Estatutos internos del partido que le sometieran a ningún tipo de recorte en su poder, durante la guerra civil, consiguió un grado de unidad considerable. Todo ello sin duda contribuyó de manera importante a la victoria. En lo que tenía régimen dictatorial personal y militar, y con un partido único de influencia limitada, el franquismo nació durante la guerra civil.

Bibliografía

-CARR, Raymond. Historia de España. Barcelona, Península, 2001.

-PÉREZ, Joseph. Historia de España. Barcelona, Crítica,  2003.

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