La conciliación del trabajo productivo y reproductivo para la autonomía de las mujeres
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La conciliación del trabajo productivo y reproductivo para la autonomía de las mujeres
La conciliación del trabajo productivo con el reproductivo es uno de los elementos fundamentales para conseguir la autonomía de las mujeres. Esto solo es posible si el trabajo productivo cumple determinadas condiciones y el reproductivo no recae exclusivamente en ellas. La sociedad debe organizarse de modo que el sistema público se haga cargo en gran medida de las niñas y los niños, que han de recibir una educación igualitaria. Solo la autonomía económica puede garantizar a la mujer el desarrollo de su libertad concreta. “En cuanto deja de ser un parásito, el sistema basado en su dependencia se desmorona; entre ella y el universo ya no es necesario el mediador masculino”. Cuando escribe El segundo sexo, Simone de Beauvoir todavía confía en que el mundo socialista podrá conseguir la conciliación señalada, tanto porque ponga fin a la explotación de trabajadores y trabajadoras como porque la organización social libere a las mujeres de parte de las cargas del trabajo reproductivo. Es plenamente consciente de que, de momento, no recibe el apoyo necesario ni de la sociedad ni de sus parejas para convertirse en iguales de los hombres: “Las tareas realizadas en la fábrica no las dispensan de las labores domésticas”.
Si bien, como acabamos de decir, solo la autonomía económica puede garantizar el desarrollo pleno de la mujer, no lo produce de manera inmediata. El factor primordial para la evolución de la condición de la mujer es, para Beauvoir, la transformación de su condición económica, pero se han de producir las consecuencias morales, sociales y culturales que dicha transformación “anuncia y exige”, para que surja la mujer nueva. Para ello se requiere una evolución colectiva, llevada a cabo, sobre todo a través de una educación realmente igualitaria para niños y niñas. Si la transformación de las costumbres no se realiza de manera generalizada, los modelos antiguos interferirán de manera negativa con los modelos igualitarios.
En el Bloque VI de la Guía de lectura de la Conclusión puede consultarse una descripción más detallada de su propuesta educativa, que subraya tanto la necesidad de establecer modelos masculinos y femeninos no jerárquicos, como de proporcionar una educación sexual coherente. Defiende el sistema educativo mixto, en el que una adecuada tarea de coeducación favorezca la emancipación de las mujeres y las relaciones igualitarias con los varones.
En la "Conclusión" a El Segundo Sexo, Beauvoir ofrece una descripción de una sociedad no patriarcal. Este modelo se establece en torno a tres ejes:
- Educación en las mismas condiciones para hombres y mujeres.
- Las mismas oportunidades de acceso al trabajo con idénticas condiciones laborales (sin distinciones en función del sexo o "casta" social, aunque puedan tenerse en cuenta las capacidades físicas e intelectuales.
- El abandono de un modelo de familia en el que la mujer es mantenida por el varón a cambio de determinados "servicios" sexuales...
Esto último implica una profunda transformación de las costumbres y la liberación de la mujer de lo que ella ha denominado a lo largo del ensayo "las servidumbres de la reproducción": libertad erótica para ambos, legalización del divorcio, acceso a sistemas adecuados de control de la natalidad, legalización del aborto, reconocimiento de derechos para madres e hijos independientemente del estado civil de las madres, remuneración de permisos de maternidad y asunción por parte de los poderes públicos de determinadas responsabilidades de control en relación a la crianza y educación de los hijos.
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... Beauvoir ... Tiene muy claro que la transformación ha de empezar por una educación igualitaria desde "la más tierna edad": el mismo trato, los mismos juegos, los mismos estudios y, sobre todo, modelos masculinos y femeninos no jerárquicos, sino igualitarios. ...
No podemos pasar por alto dos elementos importantes de la propuesta educativa que está haciendo Beauvoir: aboga por "una educación sexual coherente" y por un sistema educativo mixto. ... La educación sexual tendría que estar encaminada a que hombres y mujeres pudieran elegir el modo de desarrollar su erotismo, asumiendo de manera auténtica su situación ... con lucidez, generosidad y libertad.