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Juan Ramón Jiménez
La obra de Juan Ramón muestra la evolución de la poesía española desde el Modernismo hacia las nuevas formas de expresión que servirán como modelo para los poetas de la Generación del 27. Se suele vincular a Juan Ramón con la llamada Generación del 14 o Novecentismo, también llamada generación de intelectuales porque tratan de realizar una verdadera modernización intelectual de España. Ejemplo de esta nueva mentalidad es El Sol (1917) periódico europeísta o la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset en 1923 que se convertirá en un auténtico referente cultural. Entre los partícipes en dicha generación novecentista podríamos señalar al propio Ortega, Azaña, Américo Castro, Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala, Ramón Gómez de la Serna, Gabriel Miró y los ligados todavía al Modernismo Juan Ramón Jiménez, Eduardo Marquina, Emilio Carrere y Gregorio Martínez Sierra. Son todos ellos profesionales sólidamente formados, titulados universitarios, muchos de los cuales han estudiado en el extranjero. Estos orígenes intelectuales explican muchas de las características comunes a estos escritores: el Racionalismo, el antirromanticismo, la defensa del arte puro, el aristocratismo intelectual y un estilo cuidado. El arte tiene que limitarse a proporcionar placer estético, no ha de ser vehículo de preocupaciones religiosas o políticas, el arte es ahora concebido como algo autónomo de la vida.
Juan Ramón Jiménez nace en Moguer (Huelva) en 1881 y muere en Puerto Rico en 1958. Su vida tiene como característica central la soledad compartida con la también escritora Zenobia Camprubí Aymar con la que se casó en 1916 y con la que mantuvo una relación de dependencia (afectiva y vital) absoluta. Se traslada a Madrid en 1912 y vive tres años en la Residencia de Estudiantes. Tras el viaje a Nueva York, de regreso a Madrid el poeta se consagra a su obra y defiende su soledad hasta llegar en 1935 a rehusar la posibilidad de ser nombrado académico de la lengua. En 1936, al comenzar la Guerra Civil se exilia, realiza gestiones y actividades en apoyo de la República en Puerto Rico, Cuba y Estados Unidos, donde enseña en varias universidades; vuelve a residir de nuevo en Puerto Rico a partir de 1951, con frecuentes ingresos en psiquiátricos; en este mismo año Zenobia enferma gravemente. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1956, a los pocos días muere Zenobia, lo que lo condujo a la postración absoluta. Murió en Mayo de 1958. Sus restos reposan hoy en Moguer.
Su poesía es una poesía minoritaria, difícil, hermética (“A la minoría siempre”), su idea de poesía está presidida por una triple sed: sed de belleza, sed de conocimiento, sed de eternidad. Es una poesía pura, tal y como explica Ortega en La deshumanización del arte. Según un poema del propio autor (1918) su poesía habría pasado por las siguientes etapas: de una poesía sencilla (inocente), a una poesía envuelta en los ropajes del Modernismo, hasta una poesía que poco a poco se va despojando del Modernismo hasta alcanzar la poesía desnuda. Más tarde, Juan Ramón redujo su evolución a tres epatas o épocas:
-La época sensitiva (hasta 1915), influida por Bécquer y el Modernismo, comienza con la publicación de Almas de violetas y Ninfeas obra que rechazará más tarde. En 1903 publica su primer gran libro Arias tristes donde hay una gran presencia de Bécquer y del simbolismo. En la misma línea se encuentran Jardines lejanos, Pastorales o Baladas de primavera. Elejías, La soledad sonora, Poemas májicos y dolientes, Sonetos espirituales son obras claramente modernistas por la utilización del color, la adjetivación, las imágenes y la presencia del alejandrino. A esta época corresponde su memorable Platero y Yo (1914-1917).
-La época intelectual: Está presidida por Diario de un poeta recién casado, desaparece el léxico modernista, la adjetivación sensorial, se elimina lo anecdótico para dejar paso a la concentración conceptual y emotiva. En sus siguientes obras: Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesía (1923), Belleza (1923), cada vez resulta mayor su complejidad y hermetismo. Esta etapa intelectual se corona con un libro escrito entre 1923 y 1936 La estación total. Su título alude a lo que es ya la obsesión del poeta: el anhelo de abolir el tiempo y de llegar a una posesión total de la belleza, de la realidad y del propio ser. En suma, ansia de eternidad.
-Época suficiente y verdadera, durante su exilio, Juan Ramón, está cada vez más encerrado en sí mismo y atento solo a su Obra. A estos años corresponden dos grandes libros En el otro costado (1936-1942) y Dios deseado y deseante (1948-1949). En el libro En el otro costado figura. El poema “Espacio”, cima de la creación juanramoniana.

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