Fábulas y leyendas de la Antigua Grecia: moralejas y sabiduría popular

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La zorra y la máscara

Por casualidad, una zorra había visto una máscara de actor de tragedia. La zorra dijo: "¡Oh, cuánta belleza, pero no tiene cerebro!". Del mismo modo, hay personas a quienes la Fortuna ha repartido honores y gloria, pero no les ha dado sentido común ni inteligencia.

El lobo y la grulla

Un lobo devoraba carne ávidamente, sed un hueso de la presa se quedó clavado en su garganta y le causaba un dolor muy agudo. Entonces, empezó a gritar con una voz muy fuerte y a pedir auxilio. La grulla escuchó el gemido del lobo y acudió a la fiera.

—¿Por qué gritas?

—Tengo un hueso —dijo el lobo— clavado en la garganta. Te daré una gran recompensa si con tu pico me sacas el hueso.

La grulla introdujo su cabeza en las fauces del lobo y le sacó el hueso con sumo cuidado. Entonces reclamó del lobo la recompensa, pero aquel, riendo, respondió:

—He tenido tu cabeza en mis fauces y no la he devorado, ¿acaso deseas una mayor recompensa?

Apolo y la serpiente Pitón

El monte Parnaso

Entre el Peloponeso y Tesalia se alzaba el monte Parnaso: manantiales cristalinos bañaban las faldas de este monte y proporcionaban floridos pastos en ese mismo valle. Pero los habitantes y los pastores abandonaban este valle porque Pitón, una enorme serpiente, devastaba esta región.

La muerte de Pitón

Enseguida, Apolo salió del Olimpo, de su arco lanzó muchas flechas y mató a aquel monstruo. En recuerdo de esa matanza, los griegos dedicaron al dios un magnífico templo en aquella región. Durante muchos siglos, los griegos acudían a aquel templo y consultaban el oráculo. Allí no daba las respuestas el propio dios, sino la virgen Pitonisa.

El asno y la sal

Un asno transportaba unos sacos llenos de sal y hacía su recorrido por un camino junto al río. Con gran esfuerzo llevaba su peso y soportaba los latigazos del mulero. Pero, por casualidad, cayó en el río y permaneció un tiempo en el agua. Al final, salió del agua con gran dificultad y notó una cosa sorprendente: una gran parte de la sal, disuelta en el agua, había hecho la carga más ligera. Entonces, el asno caminó contento.

Al cabo de unos días, el asno llevaba una carga de esponjas. Acordándose de su anterior suerte, se tiró al agua, las esponjas absorbieron agua y el peso de la carga aumentó. Entonces, tuvo que transportar el peso con gran esfuerzo. El hombre, a menudo, busca placer de forma desmedida y encuentra dolor.

Apuntes gramaticales

Casos

  • Nominativo - Sujeto
  • Acusativo - CD/CC
  • Genitivo - CC/CN
  • Dativo - CI
  • Ablativo - CC

Aposiciones

  • Explicativa - entre comas
  • Especificativa - el río Ebro
  • Predicativa - de niño, cuando era pequeño, siendo un niño, etc.
  • Calificativa - el niño soldado (actúa de adjetivo pero siendo un nombre)

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