Geografía Económica de España: Transporte y Turismo como Motores de Cohesión Territorial
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Las Redes de Transporte como Elemento Básico de la Articulación Territorial y Económica en España
En las sociedades más desarrolladas, los transportes tienen una importancia capital. Las infraestructuras componen redes extendidas sobre el territorio e interconectadas entre sí, que ponen en comunicación distintos puntos y regiones. Constituyen un capítulo fundamental en la ordenación del territorio y en las políticas de corrección de los desequilibrios regionales.
Los medios de transporte han evolucionado mucho. Sus formas tradicionales eran la navegación marítima a vela y el transporte terrestre en carruajes o caballerías. El siglo XIX conoció el desarrollo del ferrocarril y, a partir del siglo XX, la generalización del transporte aéreo. Todo ello ha constituido una revolución en las sociedades actuales, que ha consistido en el incremento de la capacidad de carga y en la aparición de nuevas formas de transporte que permiten el flujo de capitales, ideas, etc.
En cuanto a los bienes, destaca la cantidad de mercancías que hoy se mueve. Asimismo, el transporte de personas ha alcanzado niveles sin precedentes, al igual que los desplazamientos diarios y ocasionales.
El Significado del Turismo en la Geografía y Sociedad Española
España es una de las principales potencias turísticas del mundo, tanto por el número de visitantes como por los ingresos. La consolidación de España como destino turístico data de los años 1960.
Ya en el siglo XVIII, fueron numerosos los viajeros que recorrieron España, y estos quedaron impresionados por la diversidad que ofrece la naturaleza, el exotismo, las herencias árabes y las costumbres populares. La difusión de sus conocimientos y de sus experiencias en escritos y relatos de viaje ha alimentado la curiosidad y el interés de los extranjeros por España.
Entre las causas externas habría que citar la evolución de la sociedad europea tras la Segunda Guerra Mundial. Europa alcanzó un estado de bonanza económica y de bienestar social, con la reducción de la jornada laboral, vacaciones remuneradas, etc.
Como factores propios o internos destacan: su situación geográfica, su conocimiento y valoración por parte de las sociedades extranjeras, y las excelentes condiciones de su oferta turística: litoral, climatología, variedad paisajística, patrimonio cultural, etc. Todo ello a precios competitivos, lo que correspondía a un país con cierto atraso respecto a los países de procedencia de los turistas.