Lingüística

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1. Explicar y comentar estas tres ideas:

La oralidad frente a la escritura: Para Saussure, lengua y escritura son dos sistemas distintos; el error de considerar la lengua escrita superior a la lengua hablada surgió en la antigüedad por la admiración de la lengua clásica. La escritura nunca puede prescindir de la oralidad”. Esto no quita ningún valor a la escritura, pues permite, además, transmitir para las generaciones futuras todo es saber acumulado a lo largo de los siglos. Pero el lingüista no puede olvidar que la escritura es un sistema sustitutivo de la lengua oral. Aunque se reconozca que los modos de pensar son diferentes; ha superado una de las desventajas del habla frente a la escritura, ya podemos grabar nuestra voz.

La evolución de la lengua no es corrupción: A la lengua también se le aplica el tópico de que cualquier tiempo pasado fue mejor y parece que las generaciones más jóvenes hablan “peor” que las anteriores, pero no es verdad: la lengua evoluciona con la misma sociedad y se adapta a ella. Si la evolución fuese corrupción, todas las lenguas romances serían  corrupciones del latín. La lengua escrita, ésta puede ser más hermosa o más cuidada, pero no por eso es peor la hablada; simplemente, es un sistema distinto. La escritura es más conservadora y estática, pero acaba aceptando las innovaciones del habla y los textos escritos acaban adaptándose al habla, más innovadora y dinámica. 

La Lingüística no es preceptiva: Las Reales Academias de la Lengua se crearon para “limpiar, fijar y dar esplendor” a la lengua. “Gramática es el arte de hablar y escribir correctamente”. María Moliner define que “arte es la manera cómo se hace o debe hacerse una cosa”. La gramática pretende enseñar cómo se debe hablar y escribir. La Lingüística moderna rechaza todas estas ideas de las gramáticas tradicionales, pues su ámbito de estudio es la variada manifestación del lenguaje; no tiene pretensiones prescriptivas, es decir, no pretende enseñar a hablar bien ni corregir a nadie. La Lingüística no es  un arte, sino una ciencia.  

2. Sistema, norma y habla, según Eugenio Coseriu

Define el lenguaje como una actividad humana universal que se realiza de forma individual, según técnicas históricamente determinadas. Coseriu convierte la dicotomía lengua/habla en sistema, norma y habla. Para Coseriu, la dicotomía de Saussure es muy rígida porque no permite saber cómo se pasa del sistema abstracto a las realizaciones concretas del habla, para lo que introduce un nivel intermedio, llamado norma, que define la realización de la lengua aceptada en una comunidad de habla.

3. Explicar los conceptos de competencia y actuación, lengua externa e interna, según Chomsky

Noam Chomsky denomina competencia al conocimiento implícito que el hablante-oyente tiene de la gramática de su lengua. . El concepto de competencia de Chomsky es muy diferente del de lengua de Saussure: la competencia es individual y la lengua en Saussure es social; habría que ponerla en relación con otro término lingüístico: idiolecto, que es la parte individual de la lengua que pertenece a la comunidad que la habla, pero de la que participa cada hablante. Hay diferencias entre idiolecto y competencia: el concepto de lengua, al que pertenece el idiolecto, es estático y no expresa el uso creador del lenguaje propio del concepto de competencia. Noam Chomsky habla de dos clases de competencia: Competencia pragmática es el conocimiento de los hablantes sobre las relaciones entre el lenguaje y el contexto que están codificadas en la estructura de una lengua; el contexto comprende la identidad de los participantes en la conversación, los parámetros espaciales y temporales. La competencia gramatical incluye varios tipos de capacidad lingüística: sintáctica, semántica, fonológica…, El término actuación, como opuesto a competencia, es el uso real de la lengua en situaciones concretas y, por lo tanto, está próximo al concepto de habla de Saussure. En la actuación intervienen factores externos del individuo como la memoria, la atención, la emotividad, etc. que pueden producir algún tipo de distorsión en el mensaje: vacilaciones, errores lingüísticos, falsas concordancias, etc. El ser humano posee la facultad de hablar y conocer la lengua, entendiendo por conocer la lengua, no los conocimientos científicos sobre la misma, sino los mecanismos necesarios para expresarse en su lengua. Es a lo que llama Chomsky la competencia lingüística. Esta competencia está interiorizada, pero se exterioriza en cada acto lingüístico,  es a lo que llama Chomsky actuación lingüística o manifestación de la competencia. La dicotomía actuación y competencia permite distinguir la conducta lingüística real y observable (actuación) en contraste con el sistema interno de conocimiento que subyace a ella (competencia). Chomsky rechaza las ideas de que la comunicación sea una función inherente del lenguaje y de que la lengua deba ser estudiada en el contexto de las interacciones humanas, dos premisas asumidas por la lingüística estructural.

Los conceptos de lengua interna y lengua externa : Saussure: “sistema de sonidos y signos”. Chomsky considera que estas definiciones se refieren a un concepto de lengua “exteriorizada”, lengua-E, una lengua concebida como algo exterior a la lengua del hablante. A partir de aquí, se puede decir que una gramática es una colección de enunciados descriptivos referentes a la lengua-E. Como concepto de lengua, Noam Chomsky propone el término de lengua “interiorizada” o lengua-I,  la lengua-I es un elemento de la mente de la persona que conoce la lengua; es la gramática que el hablante-oyente ha construido a partir de la gramática universal, la gramática universal se construye como la teoría de las lenguas-I humanas, que identifica las lenguas-I que son humanamente accesibles en condiciones normales”. Considera que el concepto de lengua-E no aporta nada y queda totalmente desplazado por el de lengua-I, un concepto que ha sustituido al de competencia gramatical en los últimos años.

4. Explicar los conceptos de lengua y habla, sincronía y diacronía y las características del signo lingüístico, según Saussure.

Estos conceptos representan desarrollos de las ideas de Saussure. Habla se corresponde casi totalmente con el concepto de habla de Saussure y los conceptos de sistema y norma son un desarrollo de la lengua saussureana. En Saussure la lengua engloba todo lo que es social en el lenguaje, es decir, todo aquello que pertenece de alguna manera a la comunidad que habla la lengua. Saussure también indica que la lengua no puede ser más que un sistema de valores puros, algo que podríamos traducir por elementos funcionales, es decir, elementos que son esenciales para la comunicación del mensaje que queremos transmitir. Aquí surge una contradicción, pues existen hechos sociales en la comunicación hablada que no son esenciales, no son valores puros, como decía Saussure. De esta constatación nace el concepto de norma de Eugenio Coseriu.

Sincronía y Diacronía: En la perspectiva sincrónica, hay que distinguir la interna, que buscará una explicación estructural y la externa, que buscará los factores sociales, culturales, dialectales, etc. Esta perspectiva externa también podría explicar por qué la gramática normativa considera correcto el uso que coincide con las clases sociales más altas y con un nivel superior de cultura. Diacrónica, se podría explicar que el latín no poseía artículo y, por lo tanto, el artículo de las lenguas romances procedía del demostrativo latino ille, illa, illud que evoluciona a el, la, lo. La forma femenina pasó por varias etapas: illa>ela>la. En épocas remotas el artículo ela perdía la última vocal delante de cualquier vocal: se decía el(a) agua y el(a) espada. Con el tiempo, permaneció la pérdida ante vocal acentuada y no ante las demás vocales, pero esto demuestra que, históricamente, la forma /el/ ante sustantivos femeninos que empiezan por /á/ procede de una forma femenina. Lo que propone el análisis sincrónico es el estudio de la lengua en un determinado momento o período de la historia. En lingüística, diacronía es el estudio de la lengua a lo largo de su evolución, es decir, históricamente, reconstruyendo los momentos del idioma desde su origen hasta el momento actual. Así, la lingüística diacrónica o histórica se ocupa de la reconstrucción del castellano antiguo, por ejemplo en la evolución de varias sibilantes hasta las /x/, /s/ y /θ/ del castellano actual. La sincronía es el tiempo en un momento dado, un tiempo concreto. La diacronía es una progresión en el tiempo.

 Caracteristicas del signo linguistico: Según Saussure, el significado y el significante son los dos elementos del signo lingüístico, dos elementos que están completamente unidos y se reclaman el uno al otro. En cuanto a las características del signo, Saussure destaca la arbitrariedad dado que no hay ningún lazo natural entre cualquier significante y su significado correspondiente. Lingüistas posteriores han señalado que, efectivamente, la arbitrariedad es una característica del signo lingüístico pero no entre significante y significado, como dice Saussure, sino entre el signo y la cosa designada, ya que en cualquier lengua la relación solidaria entre significado y significante es una relación necesaria e indisoluble. Volviendo al ejemplo de la palabra “árbol”, la relación entre significante y significado no puede ser arbitraria en sí misma, lo arbitrario es que se aplique ese sino y no otro cualquiera para referirse a esa realidad del árbol. Como objeciones a este principio, Saussure admitía las onomatopeyas y las exclamaciones, pero las onomatopeyas no son más que la imitación aproximativa y semiconvencional de ciertos ruidos, por ejemplo, “glú-glú”, “tic-tac” y en las exclamaciones, aunque parezcan expresiones espontáneas, tampoco existe un lazo necesario entre significante y significado. Por otra parte, la arbitrariedad implica convención y los signos convencionales son símbolos, pero Saussure se opone a este término por considerar que incluso un símbolo puede conservar alguna conexión de tipo natural, aunque sea de forma metafórica. En la lengua, el signo lingüístico no posee ni tan siquiera la posibilidad de este lazo metafórico con la realidad; sería, en todo caso, un símbolo puro. Por eso, en lingüística se seguirá hablando de signos, siguiendo a Saussure. La segunda característica que destaca Saussure es la linealidad del significante y lo expresa así: “El significante, por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los caracteres que toma del tiempo: a) representa una extensión y b) esa extensión es mensurable en una sola dimensión; es una línea”. Esta característica es muy importante puesto que es una parte del mecanismo lingüístico. En el código no sólo se encuentran las unidades, sino también las estructuras que implican las combinaciones de las unidades. Esas combinaciones, cuando aparecen en los mensajes, tienen forzosamente un carácter lineal. Dos unidades no pueden estar juntas a la vez en el mismo punto del mensaje y cuando se usan varios fonemas, su orden no es indiferente para la significación del mensaje: tienen los mismos fonemas pero no es lo mismo /apto/, /tapo/ o /pato/. No es el lenguaje lo lineal, sino la estructura del mensaje lingüístico. El significante es temporal, material y lineal frente al significado, atemporal, psíquico y alineal. Este carácter diferencia las lenguas humanas de todos los sistemas de comunicación que componen sus mensajes sobre la trama del espacio y no sobre la del tiempo. Otra característica que señala es la inmutabilidad y mutabilidad del signo lingüístico. En cuanto a la inmutabilidad, Saussure defendía que en relación a la idea que representa, el significante aparece como libremente elegido, pero en relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre, es impuesto. La comunidad no es consultada y el significante escogido por la lengua no puede ser reemplazado por otro. Pero, por otra parte, el tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, posee otro efecto contradictorio en apariencia con el primero: el de alterar más o menos rápidamente los signos lingüísticos.

5. Citar y explicar 8 propiedades del lenguaje humano

Reflexividad. Esta propiedad expresa la capacidad del lenguaje para hablar sobre sí mismo. Se trata de la función metalingüística que usan los libros de lingüística en general, las gramáticas, los diccionarios, etc. Comunicarse, acerca de la comunicación misma, se basa en gran medida en la productividad y no existe en existe en ningún otro sistema de comunicación. Desplazamiento. Este rasgo indica que el lenguaje puede construir frases para referirse al pasado, al presente o al futuro, a cualquier espacio y no siempre al inmediato; también indica que se puede hablar sobre el mundo real o sobre mundos imaginarios. En el mundo animal, en cambio, la comunicación se realiza sobre hechos presentes y con algunas excepciones, como la danza de las abejas, en espacios inmediatos. Carácter discreto. Discreto se opone a continuo. Todas las unidades lingüísticas son discretas porque si contamos el número de palabras que tiene una oración, ese número es siempre un número entero y si las palabras están compuestas de otras unidades, por ej., morfemas, el número de éstos será también un número entero. Discreción implica división o segmentación o categorización en unidades menores que constituyen un número entero de ellas. Intercambiabilidad. Cualquier ser humano puede ser emisor y receptor de mensajes, cuando ha adquirido la madurez lingüística y, a diferencia del lenguaje animal que tiene un objetivo determinado,  el ser humano está capacitado para decir cualquier cosa que es capaz de entender cuando otro la dice y no tiene limitaciones para la comunicación. Retroalimentación total. El hablante percibe constantemente lo que va diciendo: es al mismo tiempo emisor y receptor y puede corregirse sobre la marcha, controlar el tono de voz, etc, es decir, la retroalimentación le permite un dominio absoluto sobre su propia habla. La retroalimentación y la intercambiabilidad permiten al ser humano hablar consigo mismo al interiorizar los papeles de otros. Vía vocal-auditiva. En el lenguaje, las señales que se emiten consisten íntegramente en pautas de sonido, producidas mediante movimientos del aparato respiratorio y del sector superior del digestivo e, igualmente, las señales se reciben por medio de los oídos, si bien hay ocasiones en que la observación de los movimientos articulatorios del hablante ayuda al oyente a comprender señales que de otro modo podrían resultar inteligibles. Transmisión irradiada y recepción dirigida. Una vez emitido el sonido, éste se expande en todas direcciones a partir del punto en que se origina y disminuye en intensidad conforme se aleja de ese punto. Sortea obstáculos, por lo que no importan muebles, paredes, ni cualquier objeto que se interponga en su camino. Por lo tanto, todo órgano o aparato receptor que se encuentre a distancia apropiada detectará la señal y podrá localizar el punto de origen de la señal acústica. Es una consecuencia del canal vocal-auditivo. Especialización. Un hecho de comunicación está especializado si sus consecuencias energéticas directas son biológicamente irrelevantes. Cualquier acto de un organismo supone un consumo de energía y posee consecuencias energéticas relevantes; el habla humana apenas consume energía y las pequeñas perturbaciones causadas en las ondas sonoras son insignificantes, por eso se dice que está altamente especializada. La especialización es una cuestión de grado y la lengua presenta una especialización mucho más extensa que cualquier ejemplo conocido de comunicación animal.

6. Señalar las diferencias que existen en el aprendizaje de la lengua materna y de las lenguas segundas y postulados teóricos que explican el aprendizaje de las lenguas segundas. La lengua materna coincide con los años en los q el niños experimentas su más importante maduración física y mental, lo q nos hace pensar q hay relación entre el proceso de maduración y el aprendizaje de la lengua. La práctica lingüística de la lengua materna es el resultado de una continuada y larga experiencia. La motivación q impulsa al niño a expresarse sale de una necesidad de comunicarse con los seres q le rodean en su lengua particular (de ellos). la configuración lingüística de los componentes q se le presentan al niño para poder comunicarse no tiene una forma gradual y ordenada, si no q el niño selecciona del caudal lingüístico aquello q mejor le sirve para ir configurando su propia organización interna de la lengua. con el aprendizaje de la segunda lengua se puede aprender a cualquier edad, y no tiene q coincidir con estos procesos de aprendizaje. No hay ninguna necesidad imperiosa de aprender una segunda lengua y además en el aprendizaje de una segunda lengua, se la q sea, el punto de partida se hace imprescindible el ordenamiento de los elementos lingüísticos. El aprendizaje de la segunda lengua no es natural como la materna, tiene un carácter artificial, por lo q hay q buscar mecanismos q faciliten el aprendizaje de ésta. Por eso cuando hablamos de aprender o enseñar la segunda lengua, esto supone aprender una segunda gramática. Esto ocurre pq cuando se aprende una segunda ya se tiene más hábitos lingüísticos perfectamente organizados con el sistema lingüístico de la primera.

El aprendizaje de las lenguas segundas. El aprendizaje de una lengua consiste en la capacidad de comprender y servirse de un sistema para comunicarse, bien oralmente o por escrito,  con las personas q utilizan el mismo sistema lingüístico, el último fin del aprendizaje de una lengua consiste en dominar lo mejor posible su sistema lingüístico. El aprendizaje de las lenguas, a diferencia del aprendizaje de la lenguas materna, supone un proceso complejo, pq se diferencia de la adquisición natural de la lengua materna, por tanto, estará en función de la edad, objetivos del aprendizaje, y tb del entrono en el q se desarrolla este aprendizaje. Hay 2 formas de aprenderla: 1ª Por necesidad, a fuerza de repetir. 2ª De forma reglada, en el aula. APRENDIZAJE REGLADO DE UNA LENGUA SEGUNDA. En este caso, la adquisición de la lengua segunda es algo q se aprende en clase, dentro de las condiciones escolares y por eso, esas formas de aprendizaje están condicionando las técnicas de aprendizaje de esa segunda lengua. Hay varias formas (3) de enseñar una segunda lengua: 1ª La adquisición de un comportamiento lingüístico de un tipo conductista, es decir, q se motiva al niño a q aprenda con el balbuceo (estímulo-respuesta), es igual con la segunda lengua.La participación desde la lengua materna en otro sistema lingüístico, se enseñan estructuras paralelas de ambas lenguas (Saussure, estructuralismo). La canalización en otro sistema lingüístico de la capacidad lingüística, y por lo tanto, de la capacidad de adquisición del lenguaje q todo individuo posee (Chomsky, gramática generativo-transformacional)

 

 

 



1. Explicar y comentar estas tres ideas:

La oralidad frente a la escritura: Para Saussure, lengua y escritura son dos sistemas distintos; el error de considerar la lengua escrita superior a la lengua hablada surgió en la antigüedad por la admiración de la lengua clásica. La escritura nunca puede prescindir de la oralidad”. Esto no quita ningún valor a la escritura, pues permite, además, transmitir para las generaciones futuras todo es saber acumulado a lo largo de los siglos. Pero el lingüista no puede olvidar que la escritura es un sistema sustitutivo de la lengua oral. Aunque se reconozca que los modos de pensar son diferentes; ha superado una de las desventajas del habla frente a la escritura, ya podemos grabar nuestra voz.

La evolución de la lengua no es corrupción: A la lengua también se le aplica el tópico de que cualquier tiempo pasado fue mejor y parece que las generaciones más jóvenes hablan “peor” que las anteriores, pero no es verdad: la lengua evoluciona con la misma sociedad y se adapta a ella. Si la evolución fuese corrupción, todas las lenguas romances serían  corrupciones del latín. La lengua escrita, ésta puede ser más hermosa o más cuidada, pero no por eso es peor la hablada; simplemente, es un sistema distinto. La escritura es más conservadora y estática, pero acaba aceptando las innovaciones del habla y los textos escritos acaban adaptándose al habla, más innovadora y dinámica. 

La Lingüística no es preceptiva: Las Reales Academias de la Lengua se crearon para “limpiar, fijar y dar esplendor” a la lengua. “Gramática es el arte de hablar y escribir correctamente”. María Moliner define que “arte es la manera cómo se hace o debe hacerse una cosa”. La gramática pretende enseñar cómo se debe hablar y escribir. La Lingüística moderna rechaza todas estas ideas de las gramáticas tradicionales, pues su ámbito de estudio es la variada manifestación del lenguaje; no tiene pretensiones prescriptivas, es decir, no pretende enseñar a hablar bien ni corregir a nadie. La Lingüística no es  un arte, sino una ciencia.  

2. Sistema, norma y habla, según Eugenio Coseriu

Define el lenguaje como una actividad humana universal que se realiza de forma individual, según técnicas históricamente determinadas. Coseriu convierte la dicotomía lengua/habla en sistema, norma y habla. Para Coseriu, la dicotomía de Saussure es muy rígida porque no permite saber cómo se pasa del sistema abstracto a las realizaciones concretas del habla, para lo que introduce un nivel intermedio, llamado norma, que define la realización de la lengua aceptada en una comunidad de habla.

3. Explicar los conceptos de competencia y actuación, lengua externa e interna, según Chomsky

Noam Chomsky denomina competencia al conocimiento implícito que el hablante-oyente tiene de la gramática de su lengua. . El concepto de competencia de Chomsky es muy diferente del de lengua de Saussure: la competencia es individual y la lengua en Saussure es social; habría que ponerla en relación con otro término lingüístico: idiolecto, que es la parte individual de la lengua que pertenece a la comunidad que la habla, pero de la que participa cada hablante. Hay diferencias entre idiolecto y competencia: el concepto de lengua, al que pertenece el idiolecto, es estático y no expresa el uso creador del lenguaje propio del concepto de competencia. Noam Chomsky habla de dos clases de competencia: Competencia pragmática es el conocimiento de los hablantes sobre las relaciones entre el lenguaje y el contexto que están codificadas en la estructura de una lengua; el contexto comprende la identidad de los participantes en la conversación, los parámetros espaciales y temporales. La competencia gramatical incluye varios tipos de capacidad lingüística: sintáctica, semántica, fonológica…, El término actuación, como opuesto a competencia, es el uso real de la lengua en situaciones concretas y, por lo tanto, está próximo al concepto de habla de Saussure. En la actuación intervienen factores externos del individuo como la memoria, la atención, la emotividad, etc. que pueden producir algún tipo de distorsión en el mensaje: vacilaciones, errores lingüísticos, falsas concordancias, etc. El ser humano posee la facultad de hablar y conocer la lengua, entendiendo por conocer la lengua, no los conocimientos científicos sobre la misma, sino los mecanismos necesarios para expresarse en su lengua. Es a lo que llama Chomsky la competencia lingüística. Esta competencia está interiorizada, pero se exterioriza en cada acto lingüístico,  es a lo que llama Chomsky actuación lingüística o manifestación de la competencia. La dicotomía actuación y competencia permite distinguir la conducta lingüística real y observable (actuación) en contraste con el sistema interno de conocimiento que subyace a ella (competencia). Chomsky rechaza las ideas de que la comunicación sea una función inherente del lenguaje y de que la lengua deba ser estudiada en el contexto de las interacciones humanas, dos premisas asumidas por la lingüística estructural.

Los conceptos de lengua interna y lengua externa : Saussure: “sistema de sonidos y signos”. Chomsky considera que estas definiciones se refieren a un concepto de lengua “exteriorizada”, lengua-E, una lengua concebida como algo exterior a la lengua del hablante. A partir de aquí, se puede decir que una gramática es una colección de enunciados descriptivos referentes a la lengua-E. Como concepto de lengua, Noam Chomsky propone el término de lengua “interiorizada” o lengua-I,  la lengua-I es un elemento de la mente de la persona que conoce la lengua; es la gramática que el hablante-oyente ha construido a partir de la gramática universal, la gramática universal se construye como la teoría de las lenguas-I humanas, que identifica las lenguas-I que son humanamente accesibles en condiciones normales”. Considera que el concepto de lengua-E no aporta nada y queda totalmente desplazado por el de lengua-I, un concepto que ha sustituido al de competencia gramatical en los últimos años.

4. Explicar los conceptos de lengua y habla, sincronía y diacronía y las características del signo lingüístico, según Saussure.

Estos conceptos representan desarrollos de las ideas de Saussure. Habla se corresponde casi totalmente con el concepto de habla de Saussure y los conceptos de sistema y norma son un desarrollo de la lengua saussureana. En Saussure la lengua engloba todo lo que es social en el lenguaje, es decir, todo aquello que pertenece de alguna manera a la comunidad que habla la lengua. Saussure también indica que la lengua no puede ser más que un sistema de valores puros, algo que podríamos traducir por elementos funcionales, es decir, elementos que son esenciales para la comunicación del mensaje que queremos transmitir. Aquí surge una contradicción, pues existen hechos sociales en la comunicación hablada que no son esenciales, no son valores puros, como decía Saussure. De esta constatación nace el concepto de norma de Eugenio Coseriu.

Sincronía y Diacronía: En la perspectiva sincrónica, hay que distinguir la interna, que buscará una explicación estructural y la externa, que buscará los factores sociales, culturales, dialectales, etc. Esta perspectiva externa también podría explicar por qué la gramática normativa considera correcto el uso que coincide con las clases sociales más altas y con un nivel superior de cultura. Diacrónica, se podría explicar que el latín no poseía artículo y, por lo tanto, el artículo de las lenguas romances procedía del demostrativo latino ille, illa, illud que evoluciona a el, la, lo. La forma femenina pasó por varias etapas: illa>ela>la. En épocas remotas el artículo ela perdía la última vocal delante de cualquier vocal: se decía el(a) agua y el(a) espada. Con el tiempo, permaneció la pérdida ante vocal acentuada y no ante las demás vocales, pero esto demuestra que, históricamente, la forma /el/ ante sustantivos femeninos que empiezan por /á/ procede de una forma femenina. Lo que propone el análisis sincrónico es el estudio de la lengua en un determinado momento o período de la historia. En lingüística, diacronía es el estudio de la lengua a lo largo de su evolución, es decir, históricamente, reconstruyendo los momentos del idioma desde su origen hasta el momento actual. Así, la lingüística diacrónica o histórica se ocupa de la reconstrucción del castellano antiguo, por ejemplo en la evolución de varias sibilantes hasta las /x/, /s/ y /θ/ del castellano actual. La sincronía es el tiempo en un momento dado, un tiempo concreto. La diacronía es una progresión en el tiempo.

 Caracteristicas del signo linguistico: Según Saussure, el significado y el significante son los dos elementos del signo lingüístico, dos elementos que están completamente unidos y se reclaman el uno al otro. En cuanto a las características del signo, Saussure destaca la arbitrariedad dado que no hay ningún lazo natural entre cualquier significante y su significado correspondiente. Lingüistas posteriores han señalado que, efectivamente, la arbitrariedad es una característica del signo lingüístico pero no entre significante y significado, como dice Saussure, sino entre el signo y la cosa designada, ya que en cualquier lengua la relación solidaria entre significado y significante es una relación necesaria e indisoluble. Volviendo al ejemplo de la palabra “árbol”, la relación entre significante y significado no puede ser arbitraria en sí misma, lo arbitrario es que se aplique ese sino y no otro cualquiera para referirse a esa realidad del árbol. Como objeciones a este principio, Saussure admitía las onomatopeyas y las exclamaciones, pero las onomatopeyas no son más que la imitación aproximativa y semiconvencional de ciertos ruidos, por ejemplo, “glú-glú”, “tic-tac” y en las exclamaciones, aunque parezcan expresiones espontáneas, tampoco existe un lazo necesario entre significante y significado. Por otra parte, la arbitrariedad implica convención y los signos convencionales son símbolos, pero Saussure se opone a este término por considerar que incluso un símbolo puede conservar alguna conexión de tipo natural, aunque sea de forma metafórica. En la lengua, el signo lingüístico no posee ni tan siquiera la posibilidad de este lazo metafórico con la realidad; sería, en todo caso, un símbolo puro. Por eso, en lingüística se seguirá hablando de signos, siguiendo a Saussure. La segunda característica que destaca Saussure es la linealidad del significante y lo expresa así: “El significante, por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los caracteres que toma del tiempo: a) representa una extensión y b) esa extensión es mensurable en una sola dimensión; es una línea”. Esta característica es muy importante puesto que es una parte del mecanismo lingüístico. En el código no sólo se encuentran las unidades, sino también las estructuras que implican las combinaciones de las unidades. Esas combinaciones, cuando aparecen en los mensajes, tienen forzosamente un carácter lineal. Dos unidades no pueden estar juntas a la vez en el mismo punto del mensaje y cuando se usan varios fonemas, su orden no es indiferente para la significación del mensaje: tienen los mismos fonemas pero no es lo mismo /apto/, /tapo/ o /pato/. No es el lenguaje lo lineal, sino la estructura del mensaje lingüístico. El significante es temporal, material y lineal frente al significado, atemporal, psíquico y alineal. Este carácter diferencia las lenguas humanas de todos los sistemas de comunicación que componen sus mensajes sobre la trama del espacio y no sobre la del tiempo. Otra característica que señala es la inmutabilidad y mutabilidad del signo lingüístico. En cuanto a la inmutabilidad, Saussure defendía que en relación a la idea que representa, el significante aparece como libremente elegido, pero en relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre, es impuesto. La comunidad no es consultada y el significante escogido por la lengua no puede ser reemplazado por otro. Pero, por otra parte, el tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, posee otro efecto contradictorio en apariencia con el primero: el de alterar más o menos rápidamente los signos lingüísticos.

5. Citar y explicar 8 propiedades del lenguaje humano

Reflexividad. Esta propiedad expresa la capacidad del lenguaje para hablar sobre sí mismo. Se trata de la función metalingüística que usan los libros de lingüística en general, las gramáticas, los diccionarios, etc. Comunicarse, acerca de la comunicación misma, se basa en gran medida en la productividad y no existe en existe en ningún otro sistema de comunicación. Desplazamiento. Este rasgo indica que el lenguaje puede construir frases para referirse al pasado, al presente o al futuro, a cualquier espacio y no siempre al inmediato; también indica que se puede hablar sobre el mundo real o sobre mundos imaginarios. En el mundo animal, en cambio, la comunicación se realiza sobre hechos presentes y con algunas excepciones, como la danza de las abejas, en espacios inmediatos. Carácter discreto. Discreto se opone a continuo. Todas las unidades lingüísticas son discretas porque si contamos el número de palabras que tiene una oración, ese número es siempre un número entero y si las palabras están compuestas de otras unidades, por ej., morfemas, el número de éstos será también un número entero. Discreción implica división o segmentación o categorización en unidades menores que constituyen un número entero de ellas. Intercambiabilidad. Cualquier ser humano puede ser emisor y receptor de mensajes, cuando ha adquirido la madurez lingüística y, a diferencia del lenguaje animal que tiene un objetivo determinado,  el ser humano está capacitado para decir cualquier cosa que es capaz de entender cuando otro la dice y no tiene limitaciones para la comunicación. Retroalimentación total. El hablante percibe constantemente lo que va diciendo: es al mismo tiempo emisor y receptor y puede corregirse sobre la marcha, controlar el tono de voz, etc, es decir, la retroalimentación le permite un dominio absoluto sobre su propia habla. La retroalimentación y la intercambiabilidad permiten al ser humano hablar consigo mismo al interiorizar los papeles de otros. Vía vocal-auditiva. En el lenguaje, las señales que se emiten consisten íntegramente en pautas de sonido, producidas mediante movimientos del aparato respiratorio y del sector superior del digestivo e, igualmente, las señales se reciben por medio de los oídos, si bien hay ocasiones en que la observación de los movimientos articulatorios del hablante ayuda al oyente a comprender señales que de otro modo podrían resultar inteligibles. Transmisión irradiada y recepción dirigida. Una vez emitido el sonido, éste se expande en todas direcciones a partir del punto en que se origina y disminuye en intensidad conforme se aleja de ese punto. Sortea obstáculos, por lo que no importan muebles, paredes, ni cualquier objeto que se interponga en su camino. Por lo tanto, todo órgano o aparato receptor que se encuentre a distancia apropiada detectará la señal y podrá localizar el punto de origen de la señal acústica. Es una consecuencia del canal vocal-auditivo. Especialización. Un hecho de comunicación está especializado si sus consecuencias energéticas directas son biológicamente irrelevantes. Cualquier acto de un organismo supone un consumo de energía y posee consecuencias energéticas relevantes; el habla humana apenas consume energía y las pequeñas perturbaciones causadas en las ondas sonoras son insignificantes, por eso se dice que está altamente especializada. La especialización es una cuestión de grado y la lengua presenta una especialización mucho más extensa que cualquier ejemplo conocido de comunicación animal.

6. Señalar las diferencias que existen en el aprendizaje de la lengua materna y de las lenguas segundas y postulados teóricos que explican el aprendizaje de las lenguas segundas. La lengua materna coincide con los años en los q el niños experimentas su más importante maduración física y mental, lo q nos hace pensar q hay relación entre el proceso de maduración y el aprendizaje de la lengua. La práctica lingüística de la lengua materna es el resultado de una continuada y larga experiencia. La motivación q impulsa al niño a expresarse sale de una necesidad de comunicarse con los seres q le rodean en su lengua particular (de ellos). la configuración lingüística de los componentes q se le presentan al niño para poder comunicarse no tiene una forma gradual y ordenada, si no q el niño selecciona del caudal lingüístico aquello q mejor le sirve para ir configurando su propia organización interna de la lengua. con el aprendizaje de la segunda lengua se puede aprender a cualquier edad, y no tiene q coincidir con estos procesos de aprendizaje. No hay ninguna necesidad imperiosa de aprender una segunda lengua y además en el aprendizaje de una segunda lengua, se la q sea, el punto de partida se hace imprescindible el ordenamiento de los elementos lingüísticos. El aprendizaje de la segunda lengua no es natural como la materna, tiene un carácter artificial, por lo q hay q buscar mecanismos q faciliten el aprendizaje de ésta. Por eso cuando hablamos de aprender o enseñar la segunda lengua, esto supone aprender una segunda gramática. Esto ocurre pq cuando se aprende una segunda ya se tiene más hábitos lingüísticos perfectamente organizados con el sistema lingüístico de la primera.

El aprendizaje de las lenguas segundas. El aprendizaje de una lengua consiste en la capacidad de comprender y servirse de un sistema para comunicarse, bien oralmente o por escrito,  con las personas q utilizan el mismo sistema lingüístico, el último fin del aprendizaje de una lengua consiste en dominar lo mejor posible su sistema lingüístico. El aprendizaje de las lenguas, a diferencia del aprendizaje de la lenguas materna, supone un proceso complejo, pq se diferencia de la adquisición natural de la lengua materna, por tanto, estará en función de la edad, objetivos del aprendizaje, y tb del entrono en el q se desarrolla este aprendizaje. Hay 2 formas de aprenderla: 1ª Por necesidad, a fuerza de repetir. 2ª De forma reglada, en el aula. APRENDIZAJE REGLADO DE UNA LENGUA SEGUNDA. En este caso, la adquisición de la lengua segunda es algo q se aprende en clase, dentro de las condiciones escolares y por eso, esas formas de aprendizaje están condicionando las técnicas de aprendizaje de esa segunda lengua. Hay varias formas (3) de enseñar una segunda lengua: 1ª La adquisición de un comportamiento lingüístico de un tipo conductista, es decir, q se motiva al niño a q aprenda con el balbuceo (estímulo-respuesta), es igual con la segunda lengua.La participación desde la lengua materna en otro sistema lingüístico, se enseñan estructuras paralelas de ambas lenguas (Saussure, estructuralismo). La canalización en otro sistema lingüístico de la capacidad lingüística, y por lo tanto, de la capacidad de adquisición del lenguaje q todo individuo posee (Chomsky, gramática generativo-transformacional)

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