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Clasificado en Filosofía y ética

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La teoría central del pensamiento platónico es la “Teoría de las ideas” en la que hay que destacar la falta
de sistematismo y el uso de mitos para explicar sus ideas, uno de ellos es el mito de la caverna al que
corresponde el texto propuesto. Esta teoría tiene una triple intencionalidad:
- Ética: Platón defiende que para obrar bien es necesario una concepción perfecta de la justicia, por
ello son necesarias unas ideas fijas, unos conceptos permanentes. Es la identificación con el
intelectualismo moral socrático y la crítica del relativismo sofista.
- Política: Platón defiende que los gobernantes deben ser los filósofos porque éstos son movidos por
ideales absolutos, no por la ambición.
- Científica: la existencia de la ciencia necesita de objetos permanentes, absolutos.
Platón define las ideas como entidades inmateriales, absolutas, inmutables, universales, que existen
independientemente del mundo físico, de ellas deriva todo lo que hay, encierran todas las cualidades de
algo. Las ideas son causa de las cosas, y la idea del Bien es la causa última; las ideas son el fundamento
de todos los juicios (de las ideas morales y políticas); al ser un sistema de verdades exactas y eternas
son el fundamento del mundo intelectual.
Esta teoría le lleva a defender la dualidad de Mundos y de conocimiento:
- Inteligible: es el mundo de lo real, de las ideas, de lo universal; tiene las características del ser de
Parménides. A este mundo se accede a través del conocimiento racional (episteme).
- Sensible: es también un mundo real, de las cosas, particular, tiene las características del ser de
Heráclito. Se accede a él a través del conocimiento sensible (doxa).
Así, según Platón existen cosas materiales (Mundo visible) e ideas (Mundo inteligible), el paso de uno a
otro, es decir, el conocimiento de la verdad, se realiza a través de la reminiscencia y de la dialéctica.
La “reminiscencia” es el recuerdo de las ideas a partir de las cosas materiales. El alma contempló el
Mundo de las Ideas antes de reencarnarse, al quedar encerrada en un cuerpo (la causa no la concreta
Platón) olvida, pero el olvido no se produce de forma total ni definitiva. Al conocer las cosas (que son
reflejo y participación de las ideas) se va despertando aquél conocimiento al que podrá acceder en
distintas reencarnaciones que deben suponer nuevos y mejores estados de conocimiento. A través de
las sensaciones se obtiene la “opinión”, este tipo de conocimiento es la ocasión para despertar la
“razón”. De este modo, el mundo material sirve para que se active el recuerdo en el alma, por ello el
mundo material no carece totalmente de valor.
A partir de la reminiscencia Platón define varios tipos de conocimiento:
- Opinión (Doxa, M. visible):
o Imaginación (conjetura, eikasía): referida a sombras y reflejos de las cosas.
o Creencia (pístis): es una opinión que no se justifica por un razonamiento riguroso, se
refiere a los objetos del mundo sensible.
- Inteligencia (Episteme, M. inteligible):
o Pensamiento (conocimiento discursivo, diánoia): es propio de las matemáticas y de otras
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o Dialéctica (nóesis): es el saber riguroso que sólo se refiere a las ideas, se remonta a un
término primero: el Bien.
La “dialéctica” es el método para alcanzar las ideas. En los primeros diálogos es el método socrático de
preguntas y respuestas, es el arte del diálogo, la investigación en común (hipótesis, análisis, síntesis).
Con este método se llega al grado supremo del ser, al grado supremo del conocimiento. A partir de “La
República” cambia al explicar la diferencia entre el método matemático (diánoia) y el dialéctico (nóesis).
Las matemáticas emplean un método discursivo descendente, parten de una hipótesis y deducen
conclusiones ayudándose de imágenes visibles. La dialéctica emplea un método discursivo ascendente,
no recurre a imágenes, parte de una idea y asciende hasta la idea suprema. Dialéctica es también el
conocimiento puramente inteligible, fruto de la intuición o contemplación directa de las ideas.

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