Características de los textos humanísticos

Características de los textos humanísticos

Por otro lado, el texto constituye una reflexión personal, de ahí la presencia de elementos que reflejan la subjetividad (función expresiva, argumentación). Utiliza la primera persona en pronombres (yo, mí), determinantes (mi imaginación) y verbos (sé, puedo, oigo). El autor presenta opiniones (ejemplo). En el texto, el empleo de adjetivos es muy abundante. Encontramos adjetivos especificativos pero también explicativos (antepuestos), por ejemplo “majestuosos términos”, “universal consentimiento”, cargados de subjetividad. Así pues, en conclusión, podemos decir que el fragmento propuesto responde a la forma de elocución habitual del ensayo: exponer unas ideas y argumentarlas. No se trata de un texto completo, por lo que no hallamos un proceso completo: exposición, argumentación, tesis. Aun así, se observan con claridad todas las características de los textos humanísticos.

Tipología textual: texto humanístico, texto divulgativo

Esto es, el autor se esfuerza porque el mensaje pueda ser entendido sin dificultad por cualquier lector medio. Como es natural, aparecen algunos tecnicismos, “innata”, “coeficiente intelectual”; es fácil apreciar un nivel lingüístico culto, que no está reñido con la claridad: el autor utiliza ejemplos, datos, incisos… para ser lo más claro posible. Estamos ante un texto humanístico de carácter argumentativo y expositivo. Adopta una forma expositiva. Los textos humanísticos suelen presentar tres tipos de rasgos lingüísticos: unos que le acercan al texto científico (función representativa); otros que le aproximan al literario (función poética); y, en tercer lugar, unos recursos propios que le caracterizan como texto humanístico (subjetividad, léxico abstracto).