Leyendas de becquer

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La ajorca de oro

Resumen:

Pedro Alfonso de Orellana amaba sin límites a María Antunez. Un día en que la sorprende llorando, logra, tras mucha insistencia, enterarse de que la mujer ansia obsesivamente hacer suya la joya de oro que lleva en uno de sus brazos la imagen de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad de Toledo.

Venciendo sus anteriores resistencias, esa misma noche el enamorado arranca sigilosamente, en la Catedral, la preciada ajorca a la Virgen; pero no puede llevarla consigo, pues en el templo el ha visto seres sobrenaturales, cadáveres resucitados y horrorosas alimañas. Ante tales visiones, enloquece y cae desvanecido. A la mañana siguiente, es encontrado delirando en la iglesia, mientras retiene la ajorca en sus manos.

El monte de las ánimas

Resumen:

Relación entre dos jóvenes nobles, uno de ellos soriano y otro extranjero (Beatriz). Volvían de el monten de las ánimas a la ciudad el día de todos los santos y ella le pregunto por el monte de las ánimas, ya que la leyenda decía que esa misma noche repicaban las campanas del monasterio y se levantaban las almas de los muertos. Ellos van al castillo y después de la cena se van a una acogedora sala donde unas viejas contaban historias sobre demonios. Ellos no hablaba, solo se miraban a los ojos. Cuando hablaron decidieron hacerse regalos ya que ella debía marchares a su país pronto; quedaron en que él le regalaría una joya y ella le daría una banda azul que había perdido en el monte esa mañana. El joven fue a buscarla y no regresaba. Beatriz se fue a la cama pero no podía dormir, de repente vio la banda, que había mandado buscar a su amado a el monte, toda llena de sangre y desgarrada. Ella gritó y los sirvientes se la encontraron muerta de miedo.

Los ojos verdes

Resumen:

En una cacería Fernando de Argensola dispara a un ciervo y este malherido se adentra en una zona del bosque donde ni los cazadores ni los perros accedían puesto que era la zona de la fuente de los Álamos y allí se decía que quien se atreviese a entrar pagaría su osadías enfrentándose a un espíritu maligno que habitaba en la zona. De todos modos Fernando entró y consiguió coger su pieza, pero desde entonces su comportamiento cambió. Tenia aspecto pálido, se había vuelto introvertido q iba a cazar solo, pero nunca traía ninguna pieza. Su montero Iñigo estaba preocupado por su amigo y este le contó que aquel día en la fuente había visto una joven bellísima con unos ojos verdes hechizadores y, que aunque sabia que se trataba del espíritu necesitaba volver a verla. Vuelve a la fuente y allí intenta averiguar quien es la joven hablando con ella; él le confiesa su amor, y entonces la dama le habla y le dice que le quiere, lo abraza y lo lleva con ella al fondo del lago.

Maese Pérez el organista

 Resumen:

Maese Pérez es un viejo organista de la Catedral de Sevilla; éste es querido por todo el pueblo, todos admiran su forma de tocar, que alcanza su máxima brillantez en la Misa del Gallo.

Fue precisamente en esta fecha cuando murió repentinamente el viejo debido a una enfermedad que él tenía. Al año siguiente de su muerte de la catedral salía una melodía angelical pero sin embargo nadie estaba sentado tocando el órgano. Sin duda era el espíritu del viejo el que hacia las delicias de sus feligreses.

El rayo de luna

 Resumen:

Manrique, un hombre muy encerrado en sí mismo, noble numantino, apreciaba la soledad en un alto grado. Su mayor debilidad era la poesía y por ello su carácter solitario le permitía pensar y ejercer su mente. Una noche cálida de verano en un bosque de Soria Manrique vio una mujer vestida de blanco que a el le pareció ser la mujer perfecta; el velozmente la comienza a seguir pero ella desaparece. Durante dos meses sus esfuerzos son en vano.

Sin embargo, al regresar una noche al mismo lugar, la escena se repite, igual de fugaz; el se da cuenta de que lo que persigue es un rayo de luna que se dejaba ver entre la frondosidad del bosque en el que se encontraba.

Ello lo lleva a pensar que el amor y la gloria se esconden en un rayo de luna.

El Miserere

 Resumen:

Un hombre encuentra un libro en una abadía. El hombre, al leer el libro, descubre en el borde una pagina una palabra de la que no conocía el significado, así que le pregunto a un anciano el significado de esta. El viejo reconoce la palabra y le cuenta al “investigador” una antigua leyenda.

Ésta decía que tiempo atrás un hombre entró en esa abadía pidiendo cobijo y un trozo de pan. Los que aquel entonces habitaban dicha abadía no tuvieron problema alguno en dárselo, ya que prácticamente ese era su oficio. En la cena, los monjes comenzaron a hacerle preguntas al recién llegado. Éste fue contestando a casi todas las preguntas hasta que llegaron a una de la que no salían: “¿a que se dedica usted?”. El hombre repondría que era músico y que en esos momentos trataba de finalizar el Miserere para que el señor le perdonase todos sus pecados. Al oír esto, uno de los monjes allí reunidos le dijo que su trabajo había terminado pues en ese monasterio que había en las montañas se oía entonar a los monjes muertos todas las noches el Miserere. El músico decidió ascender hasta aquel monasterio y tomar notas para poder finalizar la partitura. Ya se encontraba dentro cuando vio como el monasterio se reconstruía solo y los esqueletos de los monjes trepaban por la ladera de la montaña hasta colocarse en fila india para entonar la canción. El hombre atónito trato de permanecer atento a la respuesta de tantos años de trabajo, pero cuando los monjes iban por el versículo 10, un gran resplandor le dejo congelado y le hizo quedar inconsciente. Cuando despertó al día siguiente, descendió la montaña hasta llegar a la abadía y allí pidió refugio para poder escribir el Miserere. Escribió todo lo que escucho, pero cuando intento escribir el final le resulto imposible. Escribió gran cantidad de borradores pero no lo consiguió, fue tal su frustración que murió enloquecido.

EL BESO

Resumen:

Las tropas francesas entran en Toledo a principios del s.XIX. Uno de los capitanes se aloja en una iglesia junto a algunos de sus soldados. Al día siguiente, los oficiales se reúnen en el Zocodover y le preguntan al capitán que tal ha pasado la noche; este dice que un ruido le despertó por la noche y antes de dormirse pudo observar en la oscuridad una mujer hermosísima pero esta era de mármol, al lado suya se situaba otra estatua pero esta vez de un guerrero que el capitán supuso que era su marido. Al oír esto, sus camaradas deciden ir a verla esa misma noche mientras brindan con vino. Los oficiales indagan y descubren que las estatuas pertenecen a un famoso guerrero y de su esposa Doña Elvira de Castañeda. Cuando llegan todos a la iglesia se quedan fascinados y empiezan a beber. Un soldado tira el vaso de vino a la cara de la estatua del guerrero; momentos después el capitán intenta besar él los labios la estatua de Doña Elvira pero su marido, de mármol, levanta el brazo y le da al oficial en la cara; este acaba sangrando por boca, nariz y ojos.



El Cristo de la calavera

Resumen:

El rey de Castilla manda a sus caballeros a Toledo. Todo eran fiestas de bienvenida, pero la gran fiesta era el día previo a la marcha de los caballeros a la guerra. En esta fiesta, la protagonista era Doña Inés de Tordesillas, una bella mujer que tenía enamorados a todos los hombres, pero sólo dos estaban en el buen camino para conseguir su corazón. Estos dos se llaman Alonso de carrillo y Lope de Sandoval, que destacaban sobre todo por su rendimiento. El día de la ceremonia, Doña Inés. Se dieron cuenta que tendrían que batirse para conseguir el corazón de esta dama; buscaron durante toda la noche un lugar donde poder llevar a cabo el duelo. Encontraron al fin un cobertizo alumbrado por una luz, donde se encontraba un Cristo y debajo una calavera. Los caballeros rezaron una oración y se dispusieron a luchar, pero cuando desenfundaron las espadas la luz se apagó. La volvieron a encender, volvieron a desenfundar y… la luz se apagó de nuevo. Esto ocurrió varias veces hasta que al final sonó una voz que envolvió a los caballeros en el mas profundo de los miedos. Tras esto, se dieron cuenta que el señor no quería que ese duelo se llevara a cabo.

Decidieron que Inés debía elegir y se dirigieron a un balcón dispuestos a seducirla. Pero cual fue su sorpresa al descubrir a Doña Inés despidiéndose de su amado. Su primera reacción fue echar mano a sus aceros y matar a aquel hombre, pero después se lo pensaron y soltaron una carcajada que hizo eco precipitando la despedida de doña Inés.

Al día siguiente, en el palco de despedida, se encontraba entre las damas de honor doña Inés, que estaba intranquila temiendo que la carcajada hubiese sido causada por la muerte de alguno de los caballeros, pero se tranquilizo al descubrir que entre las filas que marchaban se encontraban los dos caballeros sanos y salvos.

 LAS TRES FECHAS

*Resumen:

Esta leyenda está contada en primera persona, y el autor la cuenta como un hecho que le ha pasado a él. Bécquer viajó a Toledo en unos días libres en los que se iba a dedicar a contemplar la ciudad.

Un día paseando por una estrecha y deshabitada calle por la que pasaba varias veces al día se fijó en una ventana y vio una cortinilla que se movió. Se quedó mirándola un rato, pero no se volvió a mover. Volvió a pasar otros días y cada vez que pasaba la cortinilla se movía, y el se idealizó a una mujer, que era la que movía la cortinilla. Empezó a obsesionarse por su misteriosa mujer, hasta que tuvo que marcharse a Madrid, donde llegó a olvidarse de su obsesión, pero había apuntado la fecha del día último que estuvo en Toledo, el último día que vio el bulto detrás de las cortinillas. Esa era la primera fecha.

Un tiempo más tarde volvió a Toledo, buscando inspiración para dibujar. Un día encontró una plaza en la que había un convento que había sido una mezquita, un palacio de algún noble y seguro que algo más. Lo creyó perfecto para dibujar y se sentó en una piedra, y de repente desde una ventana vio una mano que le saludaba, una mano de mujer blanca, grácil. La mano desapareció y por mucho que esperó para verla no volvió. Ese mismo día volvió a Madrid, y apuntó la fecha de ese día. Esa era la segunda fecha.

Un año después volvió a Toledo, y quiere el destino, que un día llegó a la misma plaza en la que se hallaba el convento, en el que doblaban campanas y se oían ruidos dentro, ya que había una toma de hábito. Entró dentro y presenció el final de la ceremonia, donde le cortaban el pelo y le colocaban el hábito a la novicia, la cual se internaba en el claustro para siempre. Bécquer le preguntó a una anciana que lloraba quien era aquella mujer, y ésta le respondió que era una joven, hija de un conde que había quedado huérfana hace un año porque sus padres habían muerto de cólera. Él le preguntó que como se llamaba la calle donde vivía y cuando se lo dijeron se dio cuenta que era la misma calle en la que estaba la cortinilla que se movía. Ese día apuntó la tercera fecha.

LA CORZA BLANCA.

*Resumen:

En esta leyenda hablan de Don Dionis, un soldado retirado que vive junto con su hija, llamada Constanaza, tan bella que le habían dado el sobrenombre de Azucena del Moncayo, en un castillo en Aragón. Un día que estaba descansando estuvieron hablando con un pastorcillo llamado Esteban. Este les contó que por aquí ya no había casi ciervos puesto que los cazaban, pero que un día vio huellas recientes de una manada, así que decidió ir esconderse por la noche para verlos, y que cuando llegaron, el juro haber oído que hablaban y habían dicho su nombre. Entonces se dio la vuelta y aseguró haber visto a una corza blanca. Don Dionis y su hija se rieron y no le creyeron, pero Garcés, un servidor de Constanza, se lo creyó.

Una noche llegó Garcés sudando y dijo delante de todo el mundo que había oído hablar de la corza blanca a más gente, y que saldría a cazarla, pero no le creyeron.

El decidió ir esa noche a cazarla para entregársela a Constanza. Estuvo esperando largo rato y se quedo dormido, hasta que algo le despertó. De pronto vio que se dirigían al río un grupo de corzas, entre ellas una blanca. Las vio quitarse su traje de ciervo y convertirse en hermosas mujeres y bañarse. Entre ellas le pareció distinguir a Constanza, pero creyendo estar delirando se levantó para cazar la corza blanca. De repente salieron corriendo todas las corzas, y la blanca quedo atrapada en unas zarzas, y cuando Garcés le iba a disparar oyó que la corza le dijo- ¿ que haces, Garcés ?- . Le pareció la voz de Constanza, pero de repente la corza salió corriendo, y él, creyendo todo lo anterior fruto de su imaginación, disparó. Cuando llegó al lugar en que debía hallarse la corza, encontró a Constanza muerta bajo su ballesta.

 EL GNOMO

*Resumen:

En esta leyenda un grupo de muchachas, que volvían de la fuente de coger agua se encontraron con el Tío Greogorio, el más anciano del lugar, el cual les contó porque volvían tan tarde de la fuente. Ellas le pidieron que les contara una historia, y el le dijo que no debían volver tan tarde de la fuente, puesto que tendrían problemas. Dijo que además de lobos, por la noche en esa fuente iban los gnomos, unos malvados seres. Les contó que una vez un pastor perdido entró en una de las escondidas cuevas de los gnomos, y que estuvo a punto de morir por su codicia, puesto que la cueva estaba llena de las más inimaginables riquezas, pero que al final salió de la cueva sin coger nada, pero que murió poco tiempo después.

Las muchachas se fueron y ninguna le había creído, menos dos hermanas, Marta y Magdalena, las cuales eran huérfanas, y que se tenían un odio profundo que nunca había salido a la luz, puesto que eran muy diferentes. Al día siguiente las dos muchachas decidieron ir a la fuente cuando ya se había hecho de noche. A Marta le comenzó a hablar el agua, para que se fuera con ella, y a Magdalena le comenzó a hablar el viento. Al final les convencieron y se fueron cada una con uno. Al día siguiente apareció Magdalena, pálida, asustada, y a punto de morir, pero de Magdalena no se volvió a saber nada más, excepto que encontraron al día siguiente su jarro roto. Hay gente que dice que algunas noches se oye llorar a Marta, prisionera del agua en el fondo de la fuente.

Desde entonces, todas las muchachas van a llenar sus jarros al amanecer, y vuelven prontísimo.

LA CUEVA DE LA MORA

*Resumen:

En esta corta historia hablan de un castillo que había en Fitero, Navarra. Cuenta que allí, hace muchos años, un cristiano cayó preso de los moros, y estuvo encerrado varios días, a punto de morir. Al final compraron su libertad con dinero, y volvió con su familia. En el tiempo que había pasado preso había conocido a la hija del alcaide, de la cual había quedado enamorado. Estuvo mucho tiempo triste, hasta que decidió atacar el castillo y secuestrar a la mora.

Tiempo más tarde los moros le atacaron para recuperar a la mora, pero como no lo hacían por sorpresa no conseguían nada. Al final, en un ataque murió el padre de la mora y su amante cayo herido. Esta le llevo a un túnel secreto que había. El joven recobró la consciencia y sólo pedía agua, y la joven se arriesgó y salió al río a por agua, pero cuando regresaba la hirieron de gravedad. Aun así logró llegar a donde se encontraba su amado y darle el agua, pero este en vez de beberla, la uso para bautizar a la joven, y así vivir juntos toda la eternidad. Desde entonces dicen que todas las noches se ve el ánima de la joven yendo a por agua para su amado

CREED EN DIOS

*Resumen:

Esta leyenda habla de un conde, Teobaldo, huérfano de madre desde que nació y huérfano de padre unos años después. Era un hombre, malo, ruin y que trataba muy mal a la gente. Un día de cacería fue a refugiarse a una iglesia puesto que no había cazado nada, y por este motivo estuvo a punto de matar al religioso, mientras este le decía que se arrepintiese, pero Teobaldo le respondió que no creía en Dios. De repente se oyó la voz de que un jabalí andaba por cerca. Salió corriendo detrás de él hasta que llegó a herirle, pero justo en ese momento su caballo murió de lo exhausto que estaba y las horas que había corrido detrás del jabalí. En ese momento apareció un paje que le dio un rocín negro, y que se sonrió en el momento que se montó Teobaldo. Entonces el caballo se desbocó y estuvo corriendo largo tiempo a través de valles, pueblos, montañas, todos desconocidos para él, y llegó un momento en que el caballo empezó a volar por el cielo y Teobaldo iba viendo a los pecadores, a los que habían sido aceptados en el cielo, a los arcángeles, a la Virgen. Después de largo camino llegó un momento en que se paró ante Dios. Subió la cabeza para mirarlo y en ese momento se encontró cegado, herido, cayendo en un abismo. Se despertó y se encontró en el bosque en el que había herido al jabalí, en el que había muerto su caballo.

Estaba lejos de su señorío así que fue a una casa buscando asilo y cuando les decía su nombre a los habitantes se reían de él o lo tomaban por loco. Al final llegó al día siguiente a su castillo, el cual estaba viejo, sin vigías y diferente. Se abrió y salió un religioso para recibirle. Este le explico que al conde se lo había llevado el diablo y que como no tenía descendencia le habían donado sus posesiones al clero. El monje le preguntó por su identidad y el respondió que tan solo era un miserable arrepentido que quería ingresar en la orden. Y a partir de allí empezó a creer.

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