Mitos griegos

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Las represalias de Juno

Io no se ve libre de las represalias de Juno. Sin embargo, Juno le envió algo terrible. Atormentada por el miedo a ello, la forzó a que se lanzara al mar, que se llama Mar Jónico. Desde allí nadó hasta Escitia, donde dio a luz a Epapo. Cuando Júpiter supo que a causa de sus hechos ella había soportado tantas desgracias, la devolvió a su propia forma y la hizo diosa de los egipcios, que recibe el nombre de Isis.

La joven Latona queda embarazada de Júpiter

Python, hijo de tierra, fue una enorme serpiente. En aquel tiempo, Júpiter se acostó con Latona, hija de Polo. Cuando Juno supo esto, hizo que Latona diera a luz allí, donde no llegara el sol. Cuando Python descubrió que Latona estaba embarazada de Júpiter, comenzó a perseguirla para matarla.

Con la ayuda de Neptuno y Juno

Pero el viento Aquilón, por orden de Júpiter, tomando a Latona, la llevó hasta Neptuno; él la salvó, pero para no anular el designio de Juno, la llevó a la isla de Ortigia, isla que cubrió con olas. Python, al no haberla encontrado, regresó al Parnaso. Pero Neptuno volvió a llevar a la superficie la isla Ortigia, que más tarde fue llamada isla de los. Allí, Latona, agarrándose a un olivo, dio a luz a Apolo y Diana, a quienes Vulcano concedió las flechas como regalo.

Laocoonte, desconfiado del caballo de madera

Laocoonte, hijo de Capis, hermano de Anchise, sacerdote de Apolo, habiendo tomado mujer y tenido hijos contra la voluntad de Apolo, fue obligado por la suerte a hacer un sacrificio a Neptuno en la playa. Apolo, dada la ocasión, envió desde Tenedos a través de las olas dos serpientes marinas para que mataran a sus hijos Antiphante y Thymbreo.

El joven Orestes trama la venganza de la muerte de su padre

Orestes, hijo de Agamenón y Clytamestra, después de llegar a la edad juvenil, deseaba vengar la muerte de su padre; así pues, trama un plan con Pílades y llega a Micenas, a donde su madre Clymestra.

Pílades finge la muerte de Orestes para entrar al

Y Pílades dice que es un forastero eolio y anuncia que ha muerto Orestes, a quien Egisto había pedido al pueblo que lo matara. No mucho después, Pílades, el hijo de Strophio, se presenta ante Clymestra y lleva consigo una urna y dice que en ella están guardados los huesos de Orestes. Egisto, contento, les dio hospitalidad.

Una desgracia repentina le sobreviene a los danaos al volver vencedores

Conquistada Troya y repartido el botín, cuando los danas volverían a casa, la ira de los dioses, porque habían expoliado los templos y porque Cassandra, Ayax Locrus, la había arrancado de una estatua de Palas, provocó un naufragio con una tempestad y con vientos adversos junto a las rocas Chapharea. En esta tempestad, fue fulminado con un rayo por Minerva Ayax Locrio, a quien las olas lo estrellaron contra las rocas, por lo que estas piedras fueron llamadas de Aiax.

Nauplio aprovecha la ocasión y prepara una trampa a los danaos

Cuando los demás imploraban por la noche la protección de los dioses, Nauprio lo oyó y comprendió que había llegado el momento de vengar las injurias de su hijo Palamedes. Así pues, como si les prestara auxilio, puso una antorcha ardiendo en un lugar en el que había rocas afiladas y el sitio era peligrosísimo; ellas creyendo que esto se hacía por humanitarismo, condujeron allí las naves.

Nauplio venga la muerte de su hijo

Por este hecho, muchas de ellos fueron destruidos y muchos soldados con sus generales fueron matados por la tempestad y sus miembros con las carnes fueron chocados contra las rocas; pero si algunos pudieran nadar hacia la tierra, eran matados por Nauperio. En cambio, el viento llevó a Ulises hacia Maron, a Mendas, a Egipto, y Agamenón llegó con Casandra a la patria.

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