Novela corta y picaresca

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Novela picaresca En el relato de Lázaro de Tormes se contenía los rasgos delimitadores del género picaresco, pero fue Mateo Alemán quien los consagro en el Guzman de Alfarache al retomar en esta novela el autobiografismo, los rasgos distintivos del pícaro y el esquema básico estructural de la narración picaresca. Se observan algunas alteraciones como consecuencia de las transformaciones de gusto y sensibilidad del barroco:
a. Aparecen las digresiones moralizadoras del pícaro aludiendo normas morales para reprobar los actos delictivos que realizaba.
b. Visión negativa y desengañada del mundo y del hombre, mas despiadada y mordaz que en la picaresca anterior
c. La sátira y el humor hacia los vicios y las costumbres
d. Las tendencias literarias barrocas complican la claridad expositiva, la llaneza del lenguaje se estropea con hipérboles, distorsiones y toda clase de recursos propios del estilo conceptista. Oscuridad en el lenguaje
e. La realidad se presenta caricaturizada y vista desde una óptica deformadora
El Guzmán de alfarache, Mateo Alemán se sirve de las experiencias negativas de Guzmán para exhortar al lector a vivir honestamente, aunque estas disquisiciones moralizadoras guardan muy poca relación con la acción de la novela. Una visión amarga del mundo y del hombre coincidente con el espíritu de la época domina la narración. El
Buscón de Quevedo (1616) es el hito siguiente la trayectoria narrativa de la picaresca. En él don Pablos no adoctrina. Quevedo presenta mediante la sátira y la burla una realidad infrahumana y sobre todo crea una gran obra de ingenio verbal. En 1618 aparece otra obra picaresca titulada vida del escudero Marcos de Obregón de Vicente Espinel. En 1646 Estebanillo González novela de aventuras.
La picaresca en femenino Surgen también algunos relatos picarescos que toman como protagonista a una mujer. La picara suele ser hermosa, ingeniosa y astuta de cuidado aspecto y en su atuendo y comportamiento externo se aproxima a la dama y muchas veces se finge como tal frecuentando ambientes cortesanos. Es un genero hibrido, ya que mezcla elementos picarescos con los de la novela corta y con los de aventuras. Las obras mas importantes son La picara Justina (1605) y la hija de Celestina (1612).

Novela corta
Lo consustancial a la novela corta es la historia amorosa. Si bien esta aparece enmarcada en un ambiente cortesano o en una trama de aventuras. Se forma a expensas de diversos elementos procedentes de otras formas novelescas:
1. De la narrativa idealista del siglo XVI (novela pastoril, novela bizantina, novela morisca) les quita por un lado el amor, los episodios de viajes y de aventuras;
2. de la novela picaresca incorpora la sátira
3. teatro coge tipos, argumentos y formas dialogadas. Además incorporara también poemas satíricos y burlescos.
Siguiendo de la estructura de Cameron los relatos se publican en series unidas por un marco convencional que consiste en reproducir una reunión en la que cada uno de los integrantes cuenta una historia para los presentes. La historia suele ser la de dos amantes que encuentran dificultades de toda índole para unirse. Una autora importante es María de Zayas, es la más genuina representante de este género. Publica dos colecciones de 10 novelas cada una la primera
novelas amorosas y ejemplares (1637) y Desengaños amorosos (1647). En ellas hace un alegato a favor de las mujeres e incorpora además la visión pesimista y desengañada del mundo.
Los excesivos razonamientos moralizadores sobrecargaron la novela, asfixiaron el argumento y convirtieron los personajes en meros seres portadores de reflexiones y consejos.
Cuadros de costumbre
Nacen a partir de las otras clases de novelas y cuando prima la descripción pintoresca de los ambientes y se debilita el argumento y la acción. Se describe a tipos humanos, vicios y costumbres de la sociedad y a menudo se realiza desde una perspectiva burlesca o satírica. El cuadro de costumbres es especialmente deudor de la novela picaresca. El precedente mas claro de este género es El coloquio de los perros de Cervantes.
La estructura de estos relatos es generalmente
dialogada y las pláticas de los interlocutores con anécdotas y chascarrillos descubren los submundos sociales y los estratos marginales de la sociedad. El pasajero de Cristóbal Suarez de Figueroa.

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