La poesía de antonio machado

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LA POESÍA DE ANTONIO MACHADOSu obra poética se inicia dentro de un modernismo intimista que debe mucho al Simbolismo –el símbolo será el elemento más destacado de su primera obra-, pero que recoge también la corriente romántica española de Bécquer. El modernismo de Machado está lejos del mundo colorista y exótico de Darío. Por eso, y eso se advierte ya desde Campos de Castilla, su poesía evolucionará hacia actitudes más realistas que culminarán en un compromiso consigo mismo y con la sociedad.Machado definía la poesía como palabra esencial en el tiempo, es decir, la poesía como testimonio del paso del hombre por la porción de vida que a cada uno le toca vivir. Esta idea, por tanto, está en contradicción con la concepción escapista y esteticista de los modernistas. El poeta no sólo debe dar testimonio de sí mismo, sino también de los otros que lo rodean. Esta idea que parte de la evolución del “yo íntimo” al “nosotros colectivo”, se denomina otredad, es decir, la idea de la existencia del “yo” en “el otro”.Temas machadianos. Los grandes temas sobre los que se sustenta su poesía son el tiempo, el recuerdo y el sueño, la autobiografía, el amor, la muerte, Dios y España. Estos temas van asociados en mayor o menor medida a determinados símbolos que comentaremos conjuntamente.A Machado le interesa el tiempo como experiencia vivida, no como filosofía metafísica. El tiempo es el marco en que sitúa la vida del hombre, por eso el paso de tiempo produce angustia en el poeta. Esa angustia, esa agonía viene determinada por la contradicción, por la lucha que resulta entre no poder existir más que en el tiempo y de a la vez ser devorado por el mismo tiempo en que vivimos. El tiempo es así vida y camino inexorable hacia la muerte. En su última etapa el tiempo no sólo se concibe como angustia, sino como reflejo del “nosotros colectivo” que mencionábamos y entonces concibe la poesía como un diálogo del hombre con su tiempo. Los símbolos temporales más importantes son: la tarde: es uno de sus símbolos favoritos y evoca el declive del ser humano, se asocia a la tristeza, a la melancolía; el agua: es un símbolo complejo pero básicamente relacionado con el fluir de la vida, puede indicar desde la alegría cuando brota o corre, hasta la muerte si está estancada –Manrique-; el camino, también asociado al tópico manriqueño el camino simboliza la vida, tanto la que se ha vivido –camino andado- como la futura; elementos del paisaje también actúan como testigos del paso del tiempo como el limonero, testigo de la infancia, el álamo de la juventud, o el roble, testigo de la pasada grandeza de Castilla.Orestes Macro señala en el prólogo a las Obras completas de Machado (RBA, 2005): “Pensaba yo –dice Machado- que el elemento poético no era la palabra pro su valor fónico, ni el color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda palpitación del espíritu”, (111) se acentúa así la distancia con Darío respecto a la concepción de la poesía.El recuerdo y el sueño. Pueden entenderse como equivalentes porque ambos se entienden como una forma de conocimiento más certera y reveladora que la propia visión de la realidad [“Ayer soñé que a Dios veía” es el único modo de posible, desde su necesidad de creer, de entrar en contacto con Dios]. El recuerdo y el sueño evocan momentos que se mantienen vivos en la conciencia y por tanto en el presente del poema y del poeta. Los símbolos más importantes asociados a este tema son la fuente porque invita al recuerdo, pero como el recuerdo [Manrique: “cualquiera tiempo pasado fue mejor”] es triste, la fuente transmite pena; el huerto, es la ilusión del recuerdo de la infancia y, por tanto, es un símbolo que transmite felicidad. El jardín, por el contrario, tiene connotaciones parecidas a la fuente, pues implica el sometimiento de lo natural al hombre.El tema autobiográfico. Machado evoca toda su vida, desde la infancia sevillana hasta la angustia de su cotidiano vivir presente. Es una autobiografía del alma, no una sucesión de hechos físicos. Lo que le importa es mostrar cómo ha sentido el alma el paso del tiempo, desde la felicidad infantil hasta el profundo escepticismo y abatimiento moral del adulto. Frecuentemente este tema se desarrolla en forma de diálogo, es decir, el poeta conversa consigo mismo, desdoblando el “yo” en el “tú”. El sueño se mezcla con el tema autobiográfico pues, recordémoslo, aquél es un modo de conocimiento bastante exacto del mundo exterior. El “cristal” y el “espejo” son símbolos propios de la autobiografía, el primero simboliza la obra poética, clara, transparente, mostrada al mundo sin engaños; el segundo es el reflejo del poeta que puede abarcar con una mirada su pasado y su presente, funciona como reflejo del pasado o del presente.El amor es triste –triste relación con Leonor- y posee poca carga erótica –él mismo habla de su escaso éxito amoroso-. Subyace una falta de amor de la cual se deriva tristeza. Sin embargo, se manifiesta de diversas maneras. En Soledades es desengaño y tristeza; en Campos de Castilla, doloroso por la experiencia de Leonor; en las Canciones a Guiomar se dignifica y se presenta como un sentimiento ennoblecedor.La muerte está estrechamente relacionada con el tiempo pues es el no tiempo, el final del camino. Ante ella el poeta se resigan, aunque a veces se rebela, como ocurre tras la muerte de Leonor. Los símbolos de esta angustia existencial, de este vacío, de este no ser son el mar, el ocaso, el otoño, la sombra.Dios. Es un Dios inventado y en el que no se puede creer ni se puede alcanzar. Sin embargo, Cristo se entiende como el triunfo sobre la muerte. De todos modos Machado tiene un problema de fe que le lleva a un ansia por querer creer y no lo consigue. Este tema y el siguiente son importantes y casi exclusivos de Campos de Castilla.El tema de España se incluye dentro de los postulados de la generación del 98, es decir, la idea de regeneración del país que viene ejemplificado a través de Castilla. El autor incorpora a su poesía el paisaje castellano al que asocia con la pasada grandeza del pueblo español. El presente es diferente, las gentes que habitan ese paisaje están dormidas y deben despertar. A veces el paisaje le sirve como punto de partida para reflexiones íntimas sobre el devenir de su propia existencia.Su biografía puede rastrearse en su obra: su propio yo en Retrato”; la angustia por la muerte de Leonor, “A un olmo seco”; el dolor por su muerte “A José María Palacio”; su talante liberal en “Proverbios y cantares” y su compromiso social en sus poemas de Guerra”. El conjunto de su obra poética es breve. Se abre con Soledades (1903) que se ampliará con nuevos poemas en 1907 en el nuevo poemario Soledades, galerías y otros poemas. Es éste el poemario donde mejor se trasluce la vena modernista-intimista. La aportación más importante es el símbolo para comunicar el proceso de búsqueda de sí mismo y la permanente reflexión que realiza sobre el tiempo, la vida o la muerte. La melancolía que impregna la obra y un diálogo que el poeta mantiene con elementos personificados –las estaciones, la noche- son también elementos distintivos.Campos de Castilla (1912). La evolución más importante que se produce con respecto a su poemario anterior es un mayor empleo de la referencialidad para designar de un modo más directo la realidad que nombra, es decir, el menor uso del símbolo. Es un poemario heterogéneo que comprende desde poemas muy intimistas dedicados a Leonor hasta un romance narrativo “La leyenda de Alvargonzález”. Dos aportaciones pueden señalarse como novedosas: el compromiso del poeta con las ideas regeneracionistas y una descripción apasionada de la belleza del paisaje castellano, belleza que contrasta con el carácter pasivo de sus gentes. Dios y el destino del hombre también ocupan un lugar destacado.Nuevas canciones (1924). Intenta una poesía de enraizamiento clásico salpicada de temas mitológicos. Son canciones que tienen puntos de contacto con la lírica popular. Es una poesía descriptiva en que Castilla y Andalucía se alternan.Canciones a Guiomar son el testimonio de un nuevo y tardío amor y Poemas de Guerra (1936) refleja su compromiso con la República. Su lenguaje se caracteriza por la sobriedad y la voluntad antirretórica. Su métrica es variada, desde los versos de arte mayor del inicio, hasta los de arte menor del final.Lo cual no quiere decir que no existan, en concreto el río o el camino como símbolos de la vida van emplearse bastante, así como el mar, símbolo del absoluto, de la muerte.

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