Adquisición del Lenguaje: La Importancia de la Interacción

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Introducción

La adquisición del lenguaje se concibe como el desarrollo de la capacidad de comunicarse verbal y lingüísticamente mediante la conversación en una situación determinada, dentro de un contexto y espacio temporal específicos. Por lo tanto, al evaluar las producciones lingüísticas, es esencial considerar el contexto lingüístico y extralingüístico del intercambio verbal, el tema de conversación, las actitudes y motivaciones de los participantes, así como la organización formal de los enunciados y las palabras que los componen.

El Proceso de Adquisición

Este proceso comienza desde las primeras semanas de un bebé recién nacido. El lenguaje se adquiere a través de su uso, mediante la interacción entre el adulto y el niño, inmersos en el entorno familiar. El lenguaje surge al crearse microcosmos comunicativos y una realidad compartida. El bebé se comunica a través de miradas, expresiones faciales (sonrisas), al escuchar interpretaciones lingüísticas dadas por un adulto, etc.

Mecanismos de Adquisición (Bruner)

Bruner destaca la existencia de mecanismos de adquisición del lenguaje (LAD) y sistemas de apoyo a la adquisición del lenguaje (LASS), a través de los cuales el niño se integra en la comunidad lingüística y cultural.

Sistemas de Apoyo (LASS)

Los sistemas de apoyo (LASS) se basan en formatos y contextos naturales convencionalizados de interacción que desarrollan un catálogo de “scripts” (procedimientos comunicativos). A partir de estos formatos, los niños plantean hipótesis sobre el significado de las palabras. Estas regularidades observadas se transforman posteriormente en actos de habla.

Tipos de Formatos

Existen diferentes tipos de formatos de atención conjunta y acción conjunta. Algunos ejemplos son:

  • Realzar rasgos del mundo con formas gramaticales simples: “Ha venido papá”, como hecho puntual.
  • Modelar sustitutos léxicos y fraseológicos para recursos gesticulares (permiten incidir en un foco de atención): “Ah, ¿Quieres agua?”.
  • Juegos formados por hechos estipulados como “está/ no está”.
  • Generalización de formatos rutinarios: indicar “coche”, pedir “dame coche”.

Conclusión

En conclusión, la conversación y la interacción adulto-niño son cruciales en el proceso de adquisición del lenguaje, ya que es aquí donde todo comienza. Estos formatos de interacción juegan un papel fundamental en dicho proceso.

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