Agentes Químicos en el Entorno Laboral: Identificación y Prevención de Riesgos
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Agentes Químicos en el Entorno Laboral
Los agentes químicos son materia inerte de origen genético o mineral que se encuentra en el ambiente de trabajo. Pueden presentarse en diversas formas:
- Sólidos: Polvos en suspensión en el aire, fibras y humos. La manipulación, machacamiento o reducción de tamaño puede generar partículas que permanezcan en los pulmones.
- Líquidos: Presentes como aerosoles y nieblas.
- Gases y Vapores: Ejemplos incluyen el monóxido de carbono.
Estos contaminantes suelen ingresar al cuerpo humano principalmente a través de la vía respiratoria. Sin embargo, también es posible su entrada por la vía digestiva, por contacto con la piel o heridas (vía parenteral), o a través de la mucosa ocular.
Tipos de Daños Causados por Agentes Químicos
- Irritantes: Provocan irritación en la piel, como el amoníaco o el cloro.
- Corrosivos: Destruyen los tejidos, como los ácidos.
- Asfixiantes: Impiden el suministro de oxígeno, como el butano.
- Anestésicos y Narcóticos: Causan somnolencia y pérdida del conocimiento, lo que puede derivar en accidentes laborales. Los disolventes son un ejemplo común.
- Sensibilizadores: Generan reacciones alérgicas en la piel o en las vías respiratorias, como el polvo de madera.
- Cancerígenos y Mutágenos: A largo plazo, pueden provocar cáncer, así como alteraciones genéticas y hereditarias. El plomo es un ejemplo.
- Neumoconióticos: Se acumulan en los pulmones, causando problemas musculares e incluso la muerte. El amianto, que produce neumoconiosis, es un ejemplo.
- Sistémicos: Afectan al sistema nervioso y a múltiples órganos simultáneamente. El mercurio es un ejemplo.
Medidas de Protección y Prevención
La higiene industrial es una técnica de prevención fundamental. Consiste en:
- Recoger muestras de contaminantes en el lugar de trabajo.
- Analizar su concentración en laboratorio y compararla con los valores límite de exposición establecidos, a partir de los cuales son nocivos.
- Aplicar medidas de prevención y protección basadas en el principio de que la dosis determina la toxicidad.
Las estrategias de protección incluyen:
- Actuar sobre el foco del riesgo: Sustituir el contaminante por un producto menos peligroso o reducir su uso al mínimo posible.
- Realizar mediciones periódicas: Evaluar el riesgo mediante la recogida y análisis de muestras.
- Ventilación: Implementar sistemas de ventilación general o localizada (con campanas extractoras) para eliminar contaminantes.
- Aislamiento o alejamiento: Separar a los trabajadores del foco contaminante.
- Reducir el tiempo de exposición: Limitar la duración del contacto con el agente químico.
- Formación e información: Capacitar a los trabajadores sobre los riesgos y medidas de seguridad.
- Uso de EPIs: Emplear Equipos de Protección Individual adecuados al contaminante (mascarillas, guantes, etc.).
- Etiquetado del producto: Asegurar que los productos contaminantes estén correctamente etiquetados, informando de los daños potenciales. La etiqueta es la primera fuente de información de seguridad y su lectura y comprensión son obligatorias antes de manipular cualquier producto químico.