La Alienación en Karl Marx: Concepto, Causas y Tipos
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La Alienación en Karl Marx: Concepto y Relevancia
Para Karl Marx, si se trabaja produciendo algo que en realidad no le pertenece, su verdadera naturaleza se desvirtúa y el hombre se aliena.
Cuando Marx hablaba de realidad, se refería a todo aquello que rodeaba al hombre promedio. A esa persona trabajadora que, como todos, sufre y que en cierto modo lo que quiere es escapar; a ese hombre que hace cualquier cosa por subsistir; a los desposeídos, a los que menos tienen. A este tipo de personas, Marx los llama proletariados: son aquellos que no tienen más que su prole, su descendencia.
Si los proletariados no tienen lo suficiente para vivir, tampoco podrán acceder nunca a lo que realmente los hace humanos, es decir, al arte, a las ciencias, al pensamiento crítico, al ocio, etc., que son cosas que la gente disfruta después de cumplir con sus necesidades básicas.
La Alienación en el Contexto de la Revolución Industrial
En la Revolución Industrial, los obreros trabajaban alrededor de 14 horas diarias y se debilitaban dentro de las fábricas; de alguna manera, se les iba la vida en eso. Marx se da cuenta de esto y lo que busca es cómo hacer para que este obrero deje de vivir la vida de otros y pueda vivir una vida propia. Al estar todo el día dentro de una fábrica, no pueden acceder a lo mínimo que los vuelve humanos.
A lo que Marx se refiere con "vivir la vida de otros" es a la de aquellos burgueses que son dueños de las empresas y son dueños de su tiempo y también el de su familia. A esto Marx lo llama alienación.
Tipos de Alienación Según Marx
Para Marx, existían tres tipos de alienación:
Alienación política
Es el quiebre entre el sujeto y el Estado, ya que el Estado debería solucionar los problemas de la gente, pero lo que hacen es mantener la estructura que hace que los burgueses ganen cada vez más y la prole cada vez menos.
Alienación filosófica
Se basa en que los filósofos siempre buscan soluciones teóricas para los problemas, pero Marx lo que buscaba eran soluciones concretas; por eso se le conoce como un filósofo materialista.
Alienación religiosa
Una frase muy conocida de Marx es: "La religión es el opio del pueblo", ya que, según Marx, la religión funcionaba como un tranquilizante para el pueblo, haciendo que se tranquilicen el día domingo para que el obrero sea explotado nuevamente en la fábrica. Esto garantizaba al proletariado que en esta vida serían pobres, pero en la próxima serían felices en el cielo, permitiendo que la burguesía siguiera estrujando al proletariado, sin darles tiempo para que estos pudieran cuestionarse si la vida que llevaban era una forma digna de vivir.