Análisis de la Abdicación de Amadeo I: Un Reinado Breve Marcado por la División
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El texto que analizamos es un fragmento de la abdicación de Amadeo I el 11 de febrero de 1873. La idea principal del texto es explicar las razones de su abdicación y justificar su actuación como rey. El documento subraya la división interna del liberalismo español a finales del siglo XIX. Amadeo I expone en su discurso que el enemigo del país son las facciones que están más preocupadas por luchar entre ellas y acceder al poder, que por gobernar un estado que llevaba tiempo a la deriva.
Amadeo I es consciente de que las Cortes, órgano que representa la soberanía nacional, le retiran su apoyo, por lo que no se siente legitimado para seguir ocupando el trono. Amadeo I se había enfrentado a un país dividido, atrasado económicamente y en el que la clase política no le acepta, por lo que ve prácticamente imposible llevar a cabo ninguna de las reformas planeadas.
Opinión Pública:
El dictamen de la opinión pública exigía una solución a la crisis política, aunque dicha opinión no parecía convencer al propio Amadeo I. Los partidos políticos, con ideas diferentes, parecían incapaces de solucionar el problema.
Señores Diputados:
Amadeo I se dirige a los miembros de las Cortes en el momento de la abdicación, las cuales se opusieron a él durante su breve reinado.
Contexto Histórico:
Este hecho histórico tiene lugar durante el Sexenio Democrático (1868-1874). La Revolución de 1868 (La Gloriosa) abre un paréntesis de seis años durante los cuales los Borbones no reinaron en España. En 1868, el almirante Topete, el general Prim y Serrano (sucesor de O'Donnell como líder de la Unión Liberal) se pronuncian contra el gobierno de Isabel II, lo que provoca que Isabel II huya a Francia y se convoquen unas Cortes Constituyentes en enero de 1869, creando así la primera Constitución democrática en España.
España busca un rey que acepte dicha Constitución, mientras Serrano ejercía de regente y Prim como jefe de gobierno. Amadeo I de Saboya acepta las condiciones y es coronado rey de España. Amadeo I llega a una España desestructurada, con pérdidas en Hacienda y en plena guerra de Cuba. La situación se hace todavía más difícil con la actitud de Cánovas del Castillo para el restablecimiento de los Borbones, el descontento del ejército y el excesivo personalismo de las figuras que apoyan al monarca.