Análisis del Argumento Ontológico en la Suma Teológica de Tomás de Aquino
Clasificado en Filosofía y ética
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El Argumento Ontológico en la Suma Teológica de Tomás de Aquino
El texto que vamos a comentar pertenece a La Suma Teológica, obra que Tomás de Aquino comenzó a escribir hacia 1267 y que dejó sin concluir porque en 1273 le sobrevino un arrebato místico tras el cual no volvió a escribir nada. La obra pretendía ser un compendio de teología dirigido a que los creyentes profundizaran en la fe aplicando la razón.
Este fragmento pertenece a la primera parte de la obra, en concreto a la cuestión segunda en la que trata sobre la existencia de Dios planteando en sendos artículos tres cuestiones al respecto: si es evidente, si es demostrable y si existe. El tercero de los artículos, en el que propone cinco vías de demostración de la existencia de Dios es sin duda el texto más conocido y comentado de su autor. Pero el párrafo que vamos a analizar pertenece al primer artículo, en el que Tomás se plantea si la existencia de Dios es o no evidente por sí misma.
El Argumento Ontológico
El argumento ontológico, demostración de la existencia de Dios que constituye la idea central del texto que comentamos, ha sido utilizado y refutado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la filosofía. Hay dos tipos de demostración de la existencia de Dios:
- Ontológicas: Derivan la existencia de Dios a partir de la idea misma de Dios.
- Cosmológicas: De corte empirista, derivan la existencia de Dios a partir de la observación del mundo.
Descartes y el Argumento Ontológico
Descartes admitirá el argumento ontológico argumentando que solo un ser perfecto (Dios) puede ser la causa de que en mi mente exista la idea de perfección. Para este autor Dios es la garantía de que si utilizamos la razón ateniéndonos a las reglas del método deductivo, alcanzaremos la verdad. De hecho, pese al papel de Dios en su filosofía, fue acusado de ateísmo porque el dios cartesiano se acomoda más al deísmo que al dios bíblico.
La Crítica de Kant
En el siglo XVIII Kant rechazará todos los intentos de demostrar la existencia de Dios mediante la razón teórica. En concreto rechaza el argumento ontológico porque está basado en la idea de que la existencia es una perfección, una propiedad de las cosas, cuando en realidad es una categoría a priori, un modo de concebirlas de nuestro entendimiento. Hay que decir que Kant tampoco admite las pruebas cosmológicas, como las vías tomistas. Para este autor la existencia de Dios es un postulado de la razón práctica, pero no puede ser probada teóricamente.
Evolución del Concepto de Dios en la Filosofía
En cuanto a la evolución del concepto de Dios a lo largo de la historia de la Filosofía, la filosofía cristiana es teísta. Se ocupa de Dios desde el punto de vista de su relación con el hombre y con el mundo: Dios crea el mundo y está y debe estar presente en la historia como modelo. Más tarde, en la edad moderna, la filosofía se va separando de Dios. La razón gana autonomía y la ciencia puede ofrecer una explicación del universo en la que Dios solo tiene cabida como origen, pero se convierte, como Laplace diría a Napoleón, en una hipótesis no necesaria, sino una idea de la que la humanidad ha de despojarse si quiere alcanzar su verdadero desarrollo. Encontramos así filosofías como la de Nietzsche, que considera que el cristianismo es una invención de los mediocres para someter a los hombres extraordinarios. Para Feuerbach, Dios es una alienación del hombre, idea que Marx retomará concluyendo que la religión es el opio del pueblo.