Análisis Comparativo de Obras Maestras: Del Gótico al Románico
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El Jardín de las Delicias: Un Viaje Alegórico al Más Allá
Análisis de la Obra Maestra del Bosco
El Jardín de las Delicias es un tríptico pintado al óleo sobre tabla que representa escenas alegóricas y religiosas. Perteneciente a la pintura gótica de los primitivos flamencos del siglo XV, actualmente se encuentra en el Museo del Prado. Su autor es El Bosco, el representante más personal e imaginativo de su escuela.
El Destino de la Humanidad y el Pecado
El jardín de las delicias consta de cuatro escenas relacionadas con el destino de la humanidad y el pecado:
- Las hojas cerradas del tríptico: Representan la creación del mundo por Dios.
- Panel izquierdo: Representa el Jardín del Edén, en el que Dios presenta a Adán y Eva.
- Panel central: El doble de ancho que los laterales, representa el jardín de las delicias que da título a la obra, un lugar fantástico en el que parejas y grupos de hombres y mujeres jóvenes, de raza blanca y negra y desnudos, se entregan a placeres sensuales y a actividades lúdicas.
- Panel derecho: Representa el infierno y el castigo a los pecadores.
Simbolismo Enigmático
Además de las figuras humanas, la obra contiene árboles y plantas; construcciones fantásticas; y animales tanto reales (comunes y exóticos) como imaginarios, a menudo de tamaño superior al natural. La obra está repleta de símbolos cuyo significado, en muchos casos, no se conoce con seguridad, ya que El Bosco no los documentó. El panel central es el más difícil de interpretar, ya que no se refiere a ningún texto bíblico o doctrina concreta de la Iglesia. El panel izquierdo, basado en el libro del Génesis, muestra el árbol de la ciencia con la serpiente, en referencia al pecado original. En el panel de la derecha aparecen referencias a los siete pecados capitales, como la avaricia (castigada por un monstruo que traga y defeca a los avaros) o la gula (la taberna del hombre-árbol), aunque también aparecen críticas al juego, a la música profana o al clero (el cerdo vestido de monja). Otros símbolos, como las orejas gigantes con un cuchillo, son más enigmáticos.
Composición Compleja y Dinámica
La composición del interior del tríptico, especialmente en los paneles central y derecho, es compleja, dinámica y aparentemente confusa, ya que aparecen decenas de figuras en muy distintas posturas y actitudes. Aun así, está organizada en tres planos de profundidad superpuestos. El panel central presenta un eje central vertical marcado por el estanque circular y la fuente, que es similar a la de los Cuatro Ríos del panel izquierdo.
El horizonte de ambos paneles se halla a la misma altura, lo que aporta continuidad. El punto de vista es elevado, lo que permite un paisaje muy profundo, con un horizonte alto, que El Bosco puede llenar de figuras. Además, utiliza tanto la perspectiva lineal como la aérea.
Color, Iluminación y Factura
En los paneles izquierdo y central predominan colores suaves como los verdes de la vegetación y los azules de agua y cielo, lo que hace destacar los toques de rojo, por ejemplo en las fresas gigantes con las que juegan muchas figuras. En el panel derecho predominan los tonos oscuros de los planos medio y último, que contrastan con la luminosidad de los otros paneles. La iluminación puede considerarse ideal, al no haber una fuente concreta y casi no aparecer sombras, salvo en el claroscuro de las figuras. La factura es nítida y minuciosa, de modo que predomina lo lineal y la obra está llena de una enorme cantidad de detalles.
Interpretaciones y Contexto
El jardín de las delicias es una obra compleja y enigmática que ha suscitado diversidad de interpretaciones. La más aceptada afirma que esta obra tiene un carácter moralista cristiano y sirve como crítica o advertencia contra los placeres pecaminosos. Según esta interpretación, el mensaje del tríptico se leería de izquierda a derecha: el pecado se inicia con Adán y Eva, pasa después a la humanidad y es castigado al final. Es probable que la obra fuera encargada por el conde de Nassau en Bruselas en torno al año 1500, pero debido a la falta de documentación y a que El Bosco transmita el mensaje religioso de forma tan personal e imaginativa, es difícil determinar para quién fue pintado (si para clientes religiosos o seglares) o con qué intención. El jardín de las delicias puede relacionarse con otro tríptico del Bosco, El carro de heno, de tema y tratamiento similares. Si se compara con otros maestros entre los primitivos flamencos, la obra del Bosco es menos realista, ya que no presenta figuras de gran tamaño (como el Retrato del matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck o el Descendimiento de Rogier van der Weyden) ni las sitúa en lugares reales o cotidianos. Sin embargo, comparte con ellos el detallismo, la perspectiva aérea y el uso del óleo. El uso del paisaje puede relacionarse con el del Tríptico del Cordero Místico de Van Eyck, aunque en la obra del Bosco la composición es más dinámica.
Conclusión
En conclusión, El jardín de las delicias es una de las grandes obras de uno de los principales representantes de los primitivos flamencos, al mismo tiempo que una de las más originales, al combinar características de la pintura gótica con la visión personal del artista.
El Tímpano del Sarmental: La Gloria de Cristo en Majestad
Escultura Gótica en la Catedral de Burgos
El tímpano de la portada del Sarmental es un relieve tallado en piedra de tema religioso perteneciente a la escultura del gótico clásico castellano del siglo XIII. Está situado en el brazo sur del transepto de la catedral de Burgos y fue esculpido por un taller francés.
Cristo en Majestad y los Evangelistas
El tema del tímpano está relacionado con el Apocalipsis y se centra en la figura de Cristo en Majestad, que está sentado en un trono sin mandorla, bendice con la mano derecha y tiene un libro abierto en la izquierda. Alrededor de él aparecen los cuatro evangelistas en dos formas:
- Sentados de perfil: Frente a unos escritorios, en actitud de escribir los Evangelios. San Marcos y San Lucas ocupan los extremos, a ambos lados de Cristo, y San Juan y San Mateo se hallan por encima, sobre lo que puede considerarse una representación del mar de cristal del Apocalipsis.
- El Tetramorfos: Sus símbolos (el león de San Marcos, el águila de San Juan, el hombre de San Mateo y el toro de San Lucas, todos ellos alados), que se sitúan junto a Cristo a ambos lados, cada símbolo cerca de su evangelista.
Composición Simétrica y Jerárquica
El tímpano está enmarcado en su lado inferior por una banda ocupada por los doce apóstoles sentados, y a cada lado del arco por tres arquivoltas, la primera ocupada por ángeles y las restantes por los veinticuatro ancianos del Apocalipsis, que tocan instrumentos musicales. Estas figuras superpuestas ascienden por las arquivoltas hasta encontrarse en la clave del arco. La composición es simétrica y está organizada en torno a la figura central de Cristo en Majestad, adaptándose al marco arquitectónico (es decir, el arco apuntado de la portada) y dejando espacios vacíos entre las figuras principales.
Volumen Naturalista y Expresividad
Las figuras están talladas en altorrelieve. De hecho, las principales son prácticamente de bulto redondo, aunque están adosadas a la arquitectura. Tanto su anatomía como los pliegues de los paños presentan un volumen naturalista, y sus actitudes carecen de rigidez, especialmente en los apóstoles, cuyos rostros se giran para relacionarse entre sí. Los rostros presentan rasgos individualizados y en ocasiones cierta expresión, como en el hombre de San Mateo. La figura de Cristo es la que presenta mayor frontalidad y hieratismo, además de perspectiva jerárquica, ya que es de mayor tamaño que las demás.
Influencias y Estilo
Estas características son representativas de la evolución hacia la humanización y el naturalismo de la escultura gótica. También se relacionan con la función didáctica de la obra, que muestra en imágenes las figuras y símbolos de la doctrina católica, en concreto el mensaje de salvación de las almas a través de Cristo, aunque de forma más humanizada y optimista que en el románico. El tímpano del Sarmental muestra la influencia de las portadas monumentales del gótico clásico francés, y puede relacionarse en su tema y su composición con obras francesas de la misma época como la Portada Real de la catedral de Chartres o la Puerta Dorada de la catedral de Amiens. La relación entre las figuras de los apóstoles puede relacionarse con la de los grupos de la Visitación y la Anunciación de la catedral de Reims, aunque también con la de los apóstoles del Pórtico de la Gloria. La obra se distancia de las portadas románicas de Moissac o Conques, caracterizadas por su horror vacui, falta de volumen y uso de la mandorla. Aun así, presenta algunos rasgos de continuidad con el románico, como la función didáctica, la adaptación al marco de la composición (no de las figuras), la perspectiva jerárquica y cierto hieratismo en la figura de Cristo.
Conclusión
En conclusión, el tímpano de la portada del Sarmental constituye uno de los ejemplos más representativos de la portada monumental gótica al combinar naturalismo y humanización con una intención didáctica.
El Retablo de Miraflores: Esplendor del Gótico Tardío
Gil de Siloé y la Escultura en Madera
El retablo mayor de la Cartuja de Miraflores es un conjunto escultórico de tema religioso tallado en madera dorada y policromada, perteneciente al gótico castellano de finales del siglo XV y situado en Burgos. Su autor es Gil de Siloé, escultor de origen probablemente flamenco que se convirtió en uno de los maestros de la escultura del gótico tardío.
Estructura y Temática
Este retablo es una obra muy compleja, centrada en la figura y la vida de Cristo. Su estructura no es la habitual de los retablos, es decir en calles verticales. En lugar de esto, se compone de dos rectángulos, uno inferior secundario y otro superior de mayor altura.
- Rectángulo superior: Presenta a Cristo crucificado dentro de una rueda angélica, es decir, un gran círculo formado por figuras de ángeles. En el interior del círculo, y alrededor del crucifijo, aparecen cuatro círculos menores con escenas de la Pasión. La cruz está sostenida a cada lado por Dios Padre y por el Espíritu Santo (cuya iconografía es novedosa, ya que aparece como un joven coronado, en lugar de una paloma). Sobre la cruz hay un pelícano, símbolo del sacrificio de Cristo. En el exterior del círculo, en cada esquina del rectángulo, aparecen otros cuatro círculos menores para el tetramorfos (los símbolos de los cuatro evangelistas), complementados por figuras de padres de la Iglesia como San Pedro y San Pablo.
- Rectángulo inferior: De estructura más convencional en cuatro calles, presenta escenas de la vida de Cristo entre figuras de santos y de los padres de la reina Isabel en actitud orante bajo sus escudos heráldicos.
El retablo está coronado por seis figuras en doseletes con pináculos.
Composición, Técnica y Estilo
La composición del retablo está organizada simétricamente en torno a un eje central vertical, marcado por la cruz. Esta divide el rectángulo superior y la rueda angélica en cuatro cuadrantes ocupados por figuras o temas con el mismo significado, que encajan unas con otras creando un horror vacui. Muchas figuras están talladas en relieve, pero las más importantes son esculturas de bulto redondo adosadas al retablo, con actitudes y posturas individualizadas. Cristo está representado de forma dramática, con el cuerpo demacrado y sangrando por sus heridas. Tanto los círculos como el tratamiento de las figuras aportan dinamismo. Los elementos arquitectónicos y muchos ropajes están dorados, mientras que las figuras y el resto de ropajes, así como los escasos fondos, están policromados. La complejidad, la expresión, el dinamismo y la policromía son rasgos propios de la escultura gótica, y confieren al retablo una apariencia rica e impactante destinada a transmitir el mensaje religioso.
Mensaje Religioso y Propaganda Política
Este se centra en Cristo como salvador de las almas e iniciador de la Iglesia católica, y está asociado al papel de la monarquía, que además está representada en los sepulcros de la Cartuja. Fue encargado por la reina Isabel la Católica como panteón de sus padres (Juan II de Castilla e Isabel de Portugal) y de su hermano (el infante don Alfonso). Por tanto, el retablo tiene una doble función religiosa y de propaganda política.
Comparaciones y Conclusiones
Como ejemplo de escultura gótica, el retablo de Miraflores es mucho más complejo y expresivo que el tímpano de la portada del Sarmental de la catedral de Burgos (perteneciente al primer gótico), o incluso que esculturas del gótico clásico como los grupos de la Anunciación y Visitación de la catedral de Reims. Puede relacionarse con las esculturas de Claus Sluter (de la misma época), aunque estas presentan un mayor realismo. Por otro lado, el retablo y en especial el Cristo anuncian el posterior desarrollo de la imaginería en el Barroco español.
En conclusión, el retablo mayor de la Cartuja de Miraflores, por su complejidad, su riqueza y su papel político, es una de las grandes obras del final del gótico en la península ibérica.
El Pantocrátor de San Clemente de Tahull: Espiritualidad en el Arte Románico
La Majestad de Cristo en la Pintura Mural
Situada en el Pirineo catalán, se trata de una pintura mural al fresco románica, una de las que mejor se conserva. El autor, desconocido pero denominado Maestro de San Clemente, impregna en la pared enlucida una escena religiosa.
Composición Jerárquica y Simbolismo
Un eje central vertical posiciona en el centro al Pantocrátor, Cristo en majestad, el cual se halla con la mano derecha levantada, bendiciendo. Como es típico, está rodeado por una mandorla y presenta el alfa y el omega, principio y fin. En el libro abierto, que podría ser la Biblia o el Evangelio, se cita: «Yo soy la luz del mundo». Alrededor de este encontramos tres filas horizontales:
- Fila superior: Los ángeles.
- Fila intermedia: El tetramorfos, los cuatro evangelistas en su forma simbólica (león de San Marcos, águila de San Juan, toro de San Lucas y hombre de San Mateo).
- Fila inferior: Varios apóstoles y la Virgen María.
Todos ellos llevan nimbo, pero sin duda el elemento más importante de la obra es Cristo y para ello el autor usa un recurso clave en la pintura románica, la perspectiva jerárquica. Pese a no ser simétricamente perfecta, la composición se muestra equilibrada, sin apenas dinamismo salvo el alzamiento de las manos.
Estilización, Antinaturalismo e Influencias
Las figuras están esquematizadas y estilizadas y prescinden de expresión en los rostros. El punto de vista es prácticamente frontal, roto por los animales y algunos ángeles, lo que aporta algo de movimiento. El trazo grueso y las gradaciones bruscas no proporcionan profundidad y nos recuerdan la influencia bizantina de los mosaicos. Además, la luz es ideal.
Función Didáctica y Mensaje Cristiano
En definitiva, el autor, siguiendo las bases de la estilización y antinaturalismo, todo ello para ofrecer de forma clara y sencilla a los creyentes (los cuales eran analfabetos) personajes bíblicos (en este caso) con una intención didáctica de transmisión del mensaje del cristianismo: perdón de los pecados y liberación del alma.
Comparaciones y Conclusiones
Pese al escaso repertorio de pintura románica, un coetáneo del Pantocrátor, el ábside de Santa María de Tahull, presenta también características similares como la esquematización, el trazo grueso o la luz ideal. Representa la adoración de los Reyes con la Virgen María y el Niño en majestad. La composición está desequilibrada y hay algo más de dinamismo. Además, la Anunciación a los pastores, en la cripta de la San Isidoro de León, presenta una escena más cotidiana y por tanto con mayor dinamismo. Concluyendo, el ábside de San Clemente es un gran ejemplo de pintura románica, tanto técnicamente (por seguir las pautas del románica) como culturalmente por su función didáctica y de transmisión del mensaje cristiano.
La Última Cena de San Juan de la Peña: Un Mensaje en Miniatura
Escultura Románica en un Capitel Historiado
La Última Cena es un relieve tallado en piedra sobre un capitel historiado del monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Representa una escena religiosa y pertenece a la escultura románica entre los siglos XI y XII.
Tema y Escena
Este relieve representa un episodio de los Evangelios: la Santa o Última Cena de Cristo y los Apóstoles, en la que Cristo instituyó el sacramento de la eucaristía o comunión. El artista elige el momento en que Cristo da de comer el pan a uno de los apóstoles, una acción que el propio Cristo resalta al señalarla con el dedo. La escena consta de cuatro personajes sentados a una mesa, de izquierda a derecha: el apóstol que recibe el pan; Cristo; un apóstol reclinado sobre el hombro de este; y un tercer apóstol más alejado. Sobre la mesa hay cuencos con alimentos, entre ellos un pescado.
Simbolismo
La escena presenta varios símbolos:
- El pan: Simboliza el cuerpo de Cristo y su sacrificio para la salvación de las almas.
- El pez: Fue un símbolo de Cristo en los primeros tiempos del cristianismo.
- La cabeza de Cristo: Como es habitual en el arte medieval, aparece con un nimbo o halo de santidad.
Composición y Ley del Marco
La composición está organizada en torno a la figura de Cristo, aunque no es simétrica, ya que hay una figura a un lado y dos al otro. La escena está dividida en dos secciones horizontales: la superior, donde se hallan las figuras, y la inferior, en la que el escultor ha aprovechado la forma del capitel sobre la doble columna para representar la mesa y el mantel, en un ejemplo de ley del marco. Los pliegues del mantel hacen curvas que funcionan como motivos decorativos del capitel.
Tratamiento de las Figuras
Las figuras van vestidas con mantos y llevan barba y pelo largo. Están talladas de forma esquemática, especialmente en los rostros, que presentan grandes ojos almendrados. Aun así, cada una adopta una postura y actitud distinta, reflejando una acción. Esto da a la obra cierto dinamismo y expresión, lo que se diferencia del hieratismo y la frontalidad típicas del románico. Sin embargo, el antinaturalismo románico está muy presente. Los rostros son inexpresivos, y las figuras están talladas con un volumen plano, especialmente en los pliegues de los mantos, que están más marcados que tallados. La escena carece de profundidad, ya que las figuras están sentadas a lo largo de la mesa en un eje perpendicular al espectador y contra un fondo indefinido, mientras que la superficie de la mesa está sugerida solo por una línea tallada bajo las figuras. Aun así, la presencia del fondo no sigue la tendencia al horror vacui típica de los relieves románicos.
Función Didáctica y Comparaciones
Esta obra se creó para desempeñar una función didáctica: transmitir mediante la imagen la doctrina cristiana, en concreto el mensaje de salvación de las almas a través de Cristo. Por este motivo, puede compararse con los tímpanos de las portadas historiadas de Moissac o Conques, donde el mensaje de salvación de las almas también se transmite mediante la figura de Cristo, pero como pantocrátor en el Juicio Final. Es decir, después de la crucifixión, y no antes como en La Ultima Cena. En esos relieves, la composición y la iconografía son mucho más complejas, y Cristo está representado de forma más hierática, aunque las figuras no son tan esquemáticas como en este capitel.
Conclusión
En conclusión, La Última Cena es un claro ejemplo, aunque a escala reducida, del antinaturalismo y la función didáctica de la escultura románica.