Análisis del Concierto de Brandemburgo nº 5 de Bach

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Johann Sebastian Bach (1685-1750) es uno de los compositores más importantes del Barroco. Aunque en vida no fue especialmente valorado, con el tiempo se ha convertido en uno de los músicos más reconocidos de la historia de la música. Compuso un gran número de obras religiosas, además de obras para órgano (del cual era un virtuoso), para clave, para otros instrumentos solistas, y para orquesta (conciertos y suites orquestales).

Casi toda su vida trabajó al servicio de distintas iglesias o catedrales del norte de Alemania, excepto unos años en los que estuvo al servicio del príncipe de Anhalt-Köthen. De estos años es toda su obra orquestal (como este concierto), ya que el príncipe era calvinista y los seguidores de Calvino no aceptaban la música en la iglesia.

Los Conciertos de Brandemburgo

Los conciertos de Brandemburgo, publicados en 1721, son una colección de seis conciertos de tipo concerto grosso que Bach compuso para honrar al Margrave (Marqués) de Brandemburgo ya que pretendía entrar a su servicio. Cada uno de ellos tiene una formación orquestal diferente.

Instrumentos del Concierto nº 5

En este concierto nº 5, el ripieno (la orquesta) está formado por orquesta de cuerda (violín, viola, violonchelo, contrabajo) y clavecín; el concertino (los solistas) son una flauta, un violín y el clavecín. Es una rareza para la época que el clave actúe en muchos momentos como solista y no solo como relleno. Al parecer, Bach pensaba ser él mismo el intérprete del clave, instrumento del que era un virtuoso, y así se aseguraba una parte en la que lucirse.

Estructura del Concierto nº 5

Como la mayoría de los concerti grossi, tiene 3 partes o movimientos. El primero y el último son de ritmo vivo (tempo Allegro) y el segundo es de tempo lento (tempo affettuoso).

Estructura del Primer Movimiento

Es un concierto con forma de ritornello. El ritornello abarca la música comprendida en los ocho primeros compases, y la obra se estructura de forma que quedan intercaladas las partes de solista y de ritornello, aunque este solo aparece completamente al principio y al final, y sus apariciones intermedias son más cortas. Es importante destacar que al final hay un extenso solo de clavicémbalo de extrema dificultad, tras el cual se vuelve a exponer el ritornello y finaliza la obra. Este tipo de solos se llama cadenza y serán muy comunes en los conciertos de la época clásica posterior.

Papel de los Intérpretes

Como en todas las obras de esta época, se debe decidir si hacer una interpretación historicista o se decide por una interpretación más actualizada, con una formación orquestal más libre o contemporánea. Para ello deberá atenderse al uso de instrumentos de época, técnica de interpretación, tamaño de la orquesta, etc. Por ejemplo el uso de flauta barroca (de madera y con una técnica de interpretación diferente de la actual) o el clavecín, que requieren intérpretes especializados en estos instrumentos.

Además, en el caso de las partituras de J.S. Bach existe una dificultad añadida, y es que, en la mayoría de los casos, suelen faltar las indicaciones de dinámica, tempo y matices, que Bach no ponía porque sus partituras estaban destinadas a ser dirigidas o interpretadas por él mismo. Esto obliga al director a tomar decisiones interpretativas fundamentales para el resultado musical final.

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