Análisis Detallado de 'La Oración en el Huerto' de Salzillo: Significado y Contexto

Clasificado en Plástica y Educación Artística

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El grupo escultórico de la Oración en el Huerto de Getsemaní forma parte de un conjunto de ocho pasos.

Salzillo coloca las figuras de este paso sobre un suelo rocoso con multitud de irregularidades y las distribuye en dos grupos en los que aparecen actitudes y sentimientos contrastados. En un grupo se alza suplicante Jesús acompañado de un ángel. Jesús aparece arrodillado, a punto de desplomarse y con una expresión angustiada y melancólica. El ángel, de pie y con un rostro de rasgos delicados, se encuentra tras él como reconfortándolo. Su brazo izquierdo se coloca por detrás de la cabeza de Cristo de manera que con su mano parece protegerlo. La pierna izquierda, del mismo modo y con la misma intención, se avanza para evitar que Jesús caiga o se desvanezca. Su brazo derecho se alza apuntando con el dedo índice de la mano derecha hacia el cielo. Las alas se despliegan majestuosamente hacia atrás y hacia los lados. Tras él observamos el tronco y las ramas de un olivo.

En otro grupo se encuentran tres apóstoles durmiendo. El conjunto que forman es un interesante estudio de actitudes. Juan duerme tranquilamente acomodando la cabeza sobre su brazo derecho. San Pedro, a pesar de dormir apoyando también su cabeza sobre el brazo derecho, se mantiene alerta aguantando una espada con su mano izquierda. San Jaime (o Santiago) duerme en una posición más despreocupada, sujetándose la cabeza con la mano izquierda. Su cuerpo da auténtica sensación de peso. San Pedro se encuentra a la derecha de Jesús, San Juan a su izquierda y San Jaime, estirado frente a él y dando la espalda al espectador que observa frontalmente la escena. Entre los tres se alza una palmera cargada de dátiles que completa el conjunto.

La obra es una escultura exenta tallada en madera policromada. Destaca el modelado suave de las figuras así como la policromía de los vestidos y los diferentes elementos. En cuanto a los colores, el escultor muestra una técnica muy precisa en la aplicación del “encarnado”, de gran suavidad en la cara y el cuerpo del ángel y con dramatismo acentuado en el rostro de Cristo que incluye tonalidades amarillentas y violetas que subrayan la expresión angustiada. Hay que señalar también el color púrpura de la túnica de Jesús decorada con un estampado dorado. Es el color de la Semana Santa. El color de la vestimenta de San Juan y Santiago se complementan. La parte superior de San Juan es roja, lo mismo que la parte inferior de Santiago. La inferior de San Juan es verde, lo mismo que la superior de Santiago. La túnica de San Pedro es de color azul oscuro. El ángel aparece cubierto de cintura para abajo con una tela que se sujeta a su cuerpo a través de una cinta de color salmón que le cruza en diagonal por el pecho. Esta vestimenta se decora con dibujos dorados a partir de la técnica del estofado.

Por otro lado, hay que destacar que el sentido de la devoción está presente de manera clara y también el sentido didáctico de la imagen que, según los dictados del Concilio de Trento, tenía que ser comprensible para los fieles y, además, debía conmover o impactar emocionalmente a los creyentes. Estas imágenes no iban dirigidas a la razón sino que debían despertar un sentimiento de piedad. Los principios de la Contrarreforma se manifiestan claramente en todas estas creaciones destinadas a las procesiones de Semana Santa.

Salzillo era un hombre de una gran religiosidad que pensaba que la creación artística era fruto del conocimiento de unas técnicas y del reflejo de la realidad, pero también de una inspiración de carácter divino. Según sus palabras “gracias a la luz divina se puede crear una obra de belleza absoluta ya que quien se guía únicamente por modelos reales no hará nada bello”. De este modo, él trata de mezclar la belleza sublime con el realismo. En la obra que nos ocupa contrapone la belleza del grupo de Cristo y el ángel con el realismo popular que se observa en los apóstoles.

Por último, respecto a la función, comentar que la Oración en el Huerto de Getsemaní es fruto de un encargo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia de la iglesia de Jesús de esta ciudad a la que pertenecía Salzillo. Este grupo sustituyó otro del siglo anterior.

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