Análisis Filosófico de "El Retrato de Dorian Gray"

Clasificado en Filosofía y ética

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La Vida como Arte

Según Dorian Gray, la vida es la más grande de las artes. Junto a ella, todas las demás artes parecen sólo una preparación. Por medio de ella, lo imaginario se hace universal.

La Moda y la Modernidad

Por medio de la moda, lo imaginario se hace un momento universal. Esto ejercía cierta satisfacción sobre Dorian, al igual que el Dandismo (la elegancia de vestimenta y costumbres), que era una tentativa para afirmar la absoluta modernidad de la belleza.

La Naturaleza del Hombre

¿Qué es el hombre? Para Dorian Gray, el hombre era un ser con millares de vidas y millares de sensaciones, una criatura compleja y multiforme que llevaba en sí extraños legados de pensamiento y pasión, y cuya carne misma estaba inficionada por las monstruosas dolencias de los muertos. Dorian no se cansaba de leer libros de figuras humanas terribles y seductoras, de aquellos a quienes el vicio, la sangre y el odio habían llevado a la monstruosidad o la demencia. Leía libros que simbolizaban la imagen unida del Amor, la Locura y la Muerte. Para él, la juventud era la belleza. La memoria, como una horrible enfermedad, iba carcomiendo el alma de Dorian.

Análisis de los Personajes Principales

Lord Henry y Dorian: Partidarios del Hedonismo

Lord Henry y Dorian eran partidarios del Hedonismo: doctrina filosófica que considera que el placer es el fin de la existencia. El verdadero fin de la existencia no es la felicidad (resultado duradero de numerosas y gratas sensaciones), sino el placer sensual del momento. En la novela, Dorian Gray manifiesta su postura diciendo: “Yo nunca he buscado la felicidad. ¡Qué importa la felicidad! Yo he buscado el placer”.

Los hedonistas abrazaban una doctrina en la que la satisfacción de los deseos personales inmediatos, sin tener en cuenta a otras personas, se consideraba el supremo fin de la existencia. Lord Henry se declara además cínico. Los cínicos afirmaban que la civilización, con todos sus problemas, era algo artificial y antinatural y que debía considerarse con desprecio. Proponían, en consecuencia, un retorno a la vida natural (que ellos equiparaban a una existencia simple) y afirmaban que la felicidad completa sólo puede lograrse a través de la autosuficiencia.

Lord Henry coloca la belleza demasiado alta; reconoce que la fealdad es una de las siete virtudes mortales y que es preferible ser bueno que ser feo, pero es preferible ser hermoso a ser bueno. No es partidario de autodefinirse; cree que definirse es limitarse.

Dorian Gray siempre está de acuerdo con Henry, sobre todo en que la finalidad de la vida es el placer. La muerte es la única cosa que aterra a Lord Henry. Él envidia a Dorian por tener una vida deliciosa, llena de placer y en la que nada le hace daño. Desea poder cambiarse por Dorian.

Al final de la novela, Dorian siente asco de su belleza. Ésta había sido la que arruinara su vida: su belleza y su juventud. Su belleza sólo había sido una máscara. Su juventud, un tiempo verde y prematuro, de superficialidad y pensamiento malsanos. Ahora quería ser bueno.

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