Análisis del fragmento final de "Historia de una escalera" de Antonio Buero Vallejo

Clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 4,62 KB

Análisis del fragmento final de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo

Contexto del autor y la obra

El fragmento objeto de comentario pertenece a la obra dramática Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo. Este autor nació en Guadalajara en 1916 y murió en Madrid en el año 2000. Aunque fue un gran lector desde adolescente, cursó estudios de Bellas Artes. Tras una crisis religiosa, crecen sus inquietudes políticas y se alista, en 1936, al ejército republicano. Al finalizar la guerra, es condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por treinta años de cárcel. En una de las prisiones que recorrió coincide con Miguel Hernández, a quien hace un espléndido retrato. En 1947 es indultado.

En 1949 presenta Historia de una escalera al premio Lope de Vega y gana, por lo que es obligado a representar la obra en el Teatro Español, cosa que dados sus “antecedentes” hubiera sido imposible. El estreno de la obra fue un acontecimiento decisivo en el teatro de la posguerra. Además, fue un éxito. Desde ese momento -y pese a la censura- los más importantes escenarios están abiertos a este dramaturgo inconformista que, sin embargo, atrae al público. Varias de sus obras alcanzan centenares de representaciones. Obtiene el Premio Nacional de Teatro en dos convocatorias sucesivas (1956 y 1957). En los años 60 la fama de Buero Vallejo se consolida y se extiende a Europa y a América, donde pronuncia conferencias y se estrenan obras suyas. En España participa en actividades de oposición política por su filiación marxista. En 1971 es elegido miembro de la RAE y en 1986 obtiene el premio Cervantes que lo corona como la primera figura del teatro de posguerra.

Importancia de Historia de una escalera

Historia de una escalera significó la aparición del teatro nuevo reflejando en escena los temas sociales, eludidos hasta el momento. Pese a las limitaciones de censura impuestas en la dictadura, surge un momento de brillantez literaria que se refleja en todos los géneros, incluido el teatral, donde se distinguen claramente dos movimientos: el conocido como teatro del absurdo y un teatro de realismo crítico.

Temática de Buero Vallejo

Las obras de Buero Vallejo giran en torno al anhelo de realización humana y a sus dolorosas limitaciones: la búsqueda de la felicidad, de la verdad, de la libertad, se ve obstaculizada y -a menudo rota- por el mundo concreto en que el hombre vive. Tal es la base de aliento trágico de su obra. Su temática ha sido enfocada en un doble plano:

Plano existencial

Meditación sobre el sentido de la vida, en la que se entretejen ilusiones, fracasos, soledad, siempre en contextos muy concretos.

Plano social y político

Denuncia de inquietudes e injusticias que atañen a la estructura de la sociedad, a las formas de explotación, o a los mecanismos de un poder opresivo. Buero llegaría a decir que para él cualquier problema dramático es siempre el de “la lucha del hombre, con sus limitaciones, por la libertad”.

Con ambos enfoques se entreteje siempre un enfoque ético. Buero Vallejo es un grave moralista.

Obras destacadas

La obra dramática de Buero Vallejo comprende títulos como Historia de una escalera (1949), obra emblemática de un teatro existencial; En la ardiente oscuridad (1950) en su primera época. Un soñador para el pueblo (1958), Las Meninas (1960), El tragaluz (1967), La fundación (1974), etc.

Análisis del fragmento

Este fragmento se encuentra al final del tercer acto y, por tanto, al final de la obra. Es el momento álgido del drama. En Historia de una escalera se escenifica la vida de unos vecinos de escalera, cuatro familias cuyos destinos se entrecruzan. El paso del tiempo y la constante presencia de los personajes en un mismo lugar (la escalera) dan lugar a una concepción de la vida un tanto asfixiante. Generación tras generación se repiten las mismas costumbres y las mismas necesidades con las que se perpetúan los defectos de los habitantes. La única esperanza posible reside en los jóvenes, aunque el autor nos da a entender que no va a ser así.

Tras un duro enfrentamiento entre los dos matrimonios, Carmina-Urbano y Elvira-Fernando, pues no permiten la relación amorosa que entablan sus hijos debido a sus frustrados amores del pasado, Fernando y Carmina (hijos) toman la firme decisión de que su relación prospere. A pesar de la oposición familiar, quieren salir de allí dejando atrás las frustraciones y los rencores heredados.

Entradas relacionadas: