Análisis y Gestión de las Inversiones Empresariales
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1. LA FUNCIÓN FINANCIERA
La función financiera se ocupa de gestionar y supervisar los fondos de la empresa, con el propósito de lograr los siguientes objetivos:
- Asegurar la adquisición de los recursos financieros necesarios para la actividad productiva de la empresa, minimizando los costes.
- Establecer la estructura financiera óptima para el negocio.
- Identificar y seleccionar las inversiones requeridas para las operaciones productivas, buscando la mayor rentabilidad posible.
2. ESTRUCTURA ECONÓMICA Y FINANCIERA
Los elementos patrimoniales en una primera clasificación se agrupan en tres grandes masas patrimoniales:
- Activo: bienes y derechos.
- Pasivo: deudas u obligaciones
- Neto patrimonial = activo - pasivo
Una masa patrimonial puede definirse como la agrupación homogénea de elementos patrimoniales.
- La parte del Activo recoge las inversiones a corto y a largo plazo de la empresa, que constituyen la estructura económica.
- El Pasivo y el Patrimonio Neto recogen las fuentes de financiación ajena y propia respectivamente, es decir, la estructura financiera.
3. INVERSIÓN
La inversión implica la adquisición de bienes de producción o de activos financieros con el objetivo de obtener beneficios o rendimientos. Se entiende por inversión la asignación de recursos financieros hacia la compra, actualización o mejora de activos fijos, buscando aumentar la capacidad productiva de la empresa.
Cualquier elemento del activo representa una inversión. Las inversiones de largo plazo, o inversiones permanentes, son aquellas que la empresa tiene la intención de retener por periodos extendidos, siempre más de un año, mientras que las inversiones de corto plazo, o temporales, son aquellas con una expectativa de permanencia menor a un año.
Por tanto, clasificamos las inversiones en dos grandes categorías: inversiones a largo plazo (activo no corriente) e inversiones a corto plazo (activo corriente), ambas reflejan el empleo de recursos financieros esenciales para el desarrollo empresarial.
Las inversiones también se pueden organizar según su tipo, ya sea real o financiero, independientemente del grupo patrimonial al que pertenezcan, pudiendo ser productivas o financieras. Las inversiones productivas se refieren a activos destinados a la producción de bienes o la prestación de servicios, mientras que las inversiones financieras se relacionan con la colocación de capital en instrumentos como acciones, obligaciones, bonos, fondos financieros, entre otros.
Adicionalmente, se distinguen las inversiones de renovación, que buscan reemplazar maquinaria o equipos antiguos por otros más nuevos, de las inversiones de ampliación, enfocadas en el crecimiento y modernización de la empresa.
4. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE INVERSIONES
Los métodos de selección de inversiones consisten en técnicas de evaluación empleadas para analizar las diversas alternativas de inversión disponibles para una empresa. Estas técnicas toman en consideración variables como el desembolso inicial requerido (A), los costes asociados a la operación, mantenimiento, reparación, etc., y los ingresos esperados que generará la inversión al estar operativa dentro de la empresa. La situación financiera de un proyecto de inversión se puede ilustrar de la siguiente forma:
Los distintos enfoques para seleccionar inversiones pueden considerar o ignorar el momento específico en el que se realizarán los desembolsos y se esperan recibir los ingresos previamente mencionados. Los métodos que no toman en cuenta el factor tiempo se denominan métodos estáticos de selección de inversiones. Entre estos, el más común es el método del Periodo de Recuperación o Payback, que se enfoca en determinar cuánto tiempo tardará la empresa en recuperar el capital invertido, sin valorar el valor del dinero a través del tiempo.
Por otro lado, los métodos que sí consideran el tiempo como un elemento crucial en su análisis se conocen como métodos dinámicos de selección de inversiones. Estos métodos son considerados más precisos para evaluar proyectos a largo plazo. Los más destacados en esta categoría son:
- El criterio del Valor Actual Neto (VAN), que calcula el valor presente de los flujos de efectivo futuros esperados de una inversión, descontados a una tasa que refleja el coste de capital o la tasa de descuento.
- El criterio de la Tasa Interna de Rentabilidad (TIR), que determina la tasa de descuento a la cual el valor actual neto de todos los flujos de efectivo de un proyecto es igual a cero, ofreciendo una medida del rendimiento esperado de la inversión.
MÉTODOS ESTÁTICOS: EL CRITERIO DEL PLAZO DE RECUPERACIÓN
Considerando una inversión que requiera un gasto inicial de cantidad A y produzca flujos de caja Q1, Q2,... Qn durante cada uno de los periodos de la inversión, el periodo de recuperación se calcula como el número de periodos necesarios para que la suma acumulada de los flujos de caja iguale al desembolso inicial.
Tomemos como ejemplo una inversión específica “G” que necesita una inversión inicial de 50.000€ y se espera que, en los primeros tres años, genere flujos de caja de 10.000€, 15.000€, 25.000€ y 30.000€ respectivamente. En este caso, el periodo de recuperación sería de tres años, que es el tiempo necesario para que la empresa recupere los 50.000€ invertidos inicialmente.
Al utilizar este método para decidir entre varios proyectos de inversión, deberíamos optar por aquel que ofrezca un periodo de recuperación más corto. En situaciones donde los flujos de caja sean constantes, el periodo de recuperación puede determinarse simplemente dividiendo el monto del desembolso inicial por el valor anual constante de flujo de caja.
Desventajas de este método:
- No ajusta los flujos de caja futuros por el cambio en el poder adquisitivo a lo largo del tiempo, asumiendo incorrectamente que los valores obtenidos en diferentes años poseen el mismo valor real.
- Omite la importancia del tiempo en que se reciben los flujos de caja previos al periodo de recuperación, no valorando adecuadamente los ingresos tempranos.
- No toma en cuenta el rendimiento total que puede ofrecer la inversión, ya que descarta los flujos de caja generados después del periodo de recuperación.
A pesar de estas limitaciones, este método se emplea comúnmente en situaciones donde la prioridad es recuperar el capital invertido lo más rápido posible.
MÉTODOS DINÁMICOS: VAN Y TIR
Los métodos dinámicos de selección de inversiones otorgan una gran importancia al momento en que se producen los flujos de caja, transformándolos en valores comparables a través de un proceso de descuento financiero.
Valor Actual Neto (VAN):
El método del Valor Actual Neto (VAN) para la selección de inversiones evalúa la viabilidad de un proyecto comparando el gasto inicial de inversión con el total de los flujos de caja netos que se esperan obtener durante su vida útil, asegurándose de que estos flujos se ajusten a valores financieramente equivalentes al inicio del proyecto mediante un proceso de actualización.
Consideremos un proyecto que requiere una inversión inicial de A euros y que generará flujos de caja de Q1, Q2,..., Qn euros en diferentes años.
Debido a que estos flujos de caja se reciben en distintos momentos, no representan valores financieramente equivalentes entre sí. No es lo mismo recibir flujos de caja altos y positivos en los últimos años del proyecto que en los primeros, dado que los ingresos tempranos permiten a la empresa reinvertir y así generar mayores beneficios.
Por simplicidad, obviamos el impacto de la inflación en la pérdida del poder adquisitivo del dinero a lo largo del tiempo. Sin embargo, es importante reconocer que, en presencia de inflación, los flujos de caja recibidos en años posteriores tendrán un valor real menor comparado con los recibidos en los primeros años del proyecto.
Para convertir los flujos de caja proyectados en valores financieramente equivalentes al momento de inicio del proyecto, cada flujo de caja se divide por un factor de actualización y luego se suman todos.
Dado que este sumatorio de los flujos netos de caja del proyecto de inversión, tienen su valor en el instante de la toma de decisión ya podemos compararlo con el desembolso inicial.
Con este método de selección de inversiones se nos planteará una de las tres situaciones diferentes:
- Que el valor actual neto de los flujos de caja sean superiores a la cuantía del desembolso inicial VAN > 0, la inversión será efectuable.
- Que el valor actual neto de los flujos de caja que se obtengan sean iguales al desembolso necesario, es decir VAN = 0, la inversión será indiferente.
- Que el desembolso requerido sea mayor que los flujos de caja que se hayan previsto generará la inversión. por lo que VAN < 0, la inversión será rechazable.
Si tenemos que elegir entre varias alternativas de inversión, elegiremos aquella que tenga un VAN más elevado.
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR):
Para abordar esta situación, primero definamos qué es el Valor Actual Neto (VAN) y cómo se calcula. El VAN es un método utilizado para evaluar la rentabilidad de un proyecto de inversión, calculando la diferencia entre el valor presente de los flujos de efectivo de entrada y el valor presente de los flujos de efectivo de salida a lo largo de la vida del proyecto. La fórmula general del VAN se expresa como:
Ft representa los flujos de caja en el tiempo t.
r es la tasa de descuento o la tasa de interés requerida para el proyecto.
n es el número total de periodos.
D0 es la inversión inicial (en el tiempo t = 0)
Cuando se quiere encontrar la tasa de descuento que hace que el VAN sea igual a cero, estamos buscando la Tasa Interna de Rentabilidad (TIR). La TIR es la tasa de descuento que iguala el valor presente neto de los flujos de efectivo futuros del proyecto a la inversión inicial. Esto se traduce en encontrar el valor de r en la siguiente ecuación:
Este es un problema de resolución no lineal, ya que r está en el denominador y elevado a la potencia, lo cual no permite una solución algebraica directa en la mayoría de los casos. Por lo tanto, se recurre a métodos numéricos para encontrar el valor de r.
Para que una inversión sea efectuable con este criterio, debe cumplir dos condiciones
- Que r, tasa interna de rentabilidad, tenga un valor positivo, r > 0.
- Que dicho valor sea superior al valor k, el coste del capital.
Si se nos plantea seleccionar uno entre varios proyectos de inversión se elegirá aquel que presente una tasa interna de retorno mayor.
Problemas que plantea:
Para proyectos que abarcan más de dos períodos, las ecuaciones para determinar la Tasa Interna de Retorno (TIR) no pueden ser resueltas directamente mediante métodos matemáticos tradicionales, lo que obliga a emplear el método de aproximaciones sucesivas. Esto implica ensayar diferentes valores de r hasta encontrar aquel que resulte en un Valor Actual Neto (VAN) de cero, o bien, utilizar software especializado que realice estas iteraciones de manera automática. En contraste, el cálculo del VAN es considerablemente más directo. Al definir previamente el costo de capital (k) deseado para la inversión, un VAN positivo indica que la rentabilidad del proyecto supera este umbral, sugiriendo que el proyecto es viable financieramente.
6. RECURSOS FINANCIEROS
Los recursos financieros pueden describirse como activos con cierta capacidad de ser convertidos en efectivo dentro de un plazo específico y a un valor determinado. Esencialmente, son bienes que se caracterizan por su potencial de liquidación en dinero, ya sea porque directamente son efectivo o porque pueden transformarse en efectivo eventualmente. La liquidez de un activo define qué tan rápido puede ser convertido en efectivo sin sufrir pérdidas significativas en su valor.
En otras palabras, un recurso financiero es cualquier activo que ya es dinero en efectivo o que tiene la potencialidad de convertirse en dinero en efectivo en el futuro. La facilidad y velocidad con la que un activo puede convertirse en efectivo es un factor crítico que determina su utilidad como recurso financiero. Cuanto más líquido es un activo, más rápidamente puede ser convertido en efectivo, idealmente sin perder valor en el proceso. Estos recursos financieros se originan principalmente a través de la producción y comercialización de bienes y servicios, actividades centrales de la empresa que generan ingresos y, por ende, incrementan sus recursos financieros disponibles.
Los activos financieros constituyen el pilar fundamental para la financiación de las operaciones empresariales. Son esenciales para cubrir los costes de las estrategias clave implementadas para alcanzar los objetivos. Estos recursos facilitan la inversión en nuevas oportunidades que pueden ampliar las vías de ingreso y propiciar un crecimiento económico sostenido a futuro.
Una administración eficaz de estos activos financieros es crucial para el progreso óptimo de una entidad, minimizando la dependencia de fuentes de financiación externas y potenciando la capacidad productiva de la empresa.
7. TIPOS DE FINANCIACIÓN DE LA EMPRESA
La financiación es esencial para el desarrollo y crecimiento de cualquier empresa, ya que proporciona los recursos económicos necesarios para realizar inversiones y cubrir gastos operativos. Dependiendo de diversos factores, como la estructura de propiedad, la procedencia de los fondos, y el horizonte temporal de la inversión, las fuentes de financiación se pueden clasificar en distintas categorías.
- Según la titularidad:
- Fondos propios (financiación propia): Son aquellos recursos que son propiedad de la empresa y que no necesitan ser devueltos. Incluyen las aportaciones de capital realizadas por los socios, los beneficios retenidos (no distribuidos como dividendos) y las reservas. También se consideran las amortizaciones y provisiones, aunque su naturaleza es ligeramente diferente, ya que representan la asignación de costes o la creación de reservas para futuras necesidades o pérdidas.
- Fondos ajenos (financiación ajena): Corresponden a recursos financieros que la empresa ha obtenido de terceros y que deben ser devueltos en un plazo determinado, junto con intereses. Se dividen en fondos a largo plazo (pasivo no corriente), que son aquellos cuya devolución se proyecta más allá de un año, y fondos a corto plazo (pasivo corriente), que deben ser reembolsados en un período inferior a un año. Los intereses asociados a estos fondos son los gastos financieros de la empresa.
- Según el origen:
- Financiación interna: Es la generada por la propia empresa a través de sus actividades operativas y financieras. Incluye las reservas generadas por la retención de beneficios, así como las amortizaciones y provisiones, que son técnicas contables para gestionar el desgaste de activos y la anticipación de futuras obligaciones o pérdidas.
- Financiación externa: Proviene de fuentes fuera de la empresa. Puede incluir la inyección de capital por parte de nuevos socios, la emisión de deuda a través de obligaciones, o la obtención de préstamos. También abarca formas innovadoras de financiación como las aportaciones de entidades de capital riesgo, inversores ángeles (business angels) y plataformas de crowdfunding.
- Según su duración:
- Capitales permanentes: Son recursos destinados a permanecer en la empresa a largo plazo. Incluyen tanto la autofinanciación (fondos propios) como los fondos obtenidos mediante financiación ajena a largo plazo (pasivo no corriente).
- Capitales a corto plazo: Corresponden a fondos que deben ser devueltos en el corto plazo, típicamente en menos de un año. Esto incluye los créditos comerciales de proveedores y los préstamos bancarios a corto plazo.
8. FINANCIACIÓN PROPIA
La financiación propia se refiere a los recursos financieros que una empresa obtiene por medios que no requieren devolución. Estos recursos pueden provenir de diversas fuentes:
- Aportaciones de los socios: Incluye el capital inicial necesario para empezar las operaciones de la empresa y cualquier aumento de capital posterior. Estos fondos son proporcionados por los propios socios de la empresa.
- Aportaciones de inversores: Comprende las inversiones hechas por individuos o entidades externas, como business angels, sociedades de capital riesgo, y participantes en campañas de crowdfunding, que buscan obtener un retorno de su inversión.
Las aportaciones tanto de socios como de inversores conforman lo que se conoce como el capital social de la empresa.
- Subvenciones: Son ayudas financieras otorgadas por entidades gubernamentales, dirigidas especialmente a pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y emprendedores, con el fin de apoyar su desarrollo y crecimiento.
- Autofinanciación: Representa los recursos generados internamente por la propia actividad de la empresa. Esto incluye las reservas acumuladas, las amortizaciones y las provisiones. Se considera una forma de financiación interna.
Estas fuentes de financiación propia se pueden clasificar en dos categorías: externa e interna.
La financiación propia externa proviene de fuentes externas a la empresa y tiene la particularidad de no requerir devolución. Se compone principalmente de capital social y subvenciones.
Dentro de esta financiación podemos encontrar:
- Aportaciones de los socios: Al formarse una empresa, los socios contribuyen con capital para iniciar las operaciones. Este capital puede dividirse en acciones, en el caso de las Sociedades Anónimas, o en participaciones para otros tipos de sociedades. Estas acciones o participaciones otorgan ciertos derechos a sus poseedores.
- Ampliaciones de capital: Para obtener financiación adicional una vez que la empresa está en funcionamiento, se puede solicitar a los socios actuales que incrementen su aportación de capital. A esto se le llama ampliación de capital. Primero, se ofrece a los socios actuales la opción de adquirir nuevas acciones, y si no están interesados, se permite la entrada de nuevos socios.
- Aportaciones de empresas de capital riesgo: Hay empresas especializadas que invierten capital en empresas con potencial de crecimiento. Estas inversiones son temporales y buscan obtener beneficios vendiendo su participación una vez que la empresa crece.
- Business angels: Individuos con amplia experiencia y contactos que invierten su capital en empresas, generalmente en etapas tempranas. A diferencia de las empresas de capital riesgo, los business angels suelen involucrarse en la gestión, aportando su conocimiento y redes de contacto. Buscan beneficiarse vendiendo su participación tras el crecimiento de la empresa.
- Crowdfunding: Esta modalidad reúne pequeñas aportaciones de una gran cantidad de personas, a menudo a cambio de participaciones en la empresa, regalos o simplemente como donaciones. Es una forma de financiación colectiva que aprovecha el alcance y la facilidad de convocatoria de las plataformas en línea.
La autofinanciación, o financiación generada internamente, engloba los recursos que la empresa consigue generar por sí misma mediante sus operaciones habituales, constituyendo una fuente de financiamiento exclusiva de la empresa.
Existen dos variantes principales dentro de la autofinanciación: la autofinanciación destinada al crecimiento y la enfocada en la conservación.
- Autofinanciación para crecimiento: Esta se refiere a los recursos que la empresa ha generado y que están disponibles para ser reinvertidos en nuevas oportunidades de negocio, con el objetivo de expandir la empresa. Principalmente, estos fondos provienen de las reservas acumuladas, las cuales representan beneficios no distribuidos que se reservan para futuras inversiones.
- Autofinanciación para conservación: Estos son los recursos generados que se destinan a preservar la capacidad productiva de la empresa, sin implicar un crecimiento pero asegurando su continuidad y eficiencia operativa. Los fondos provienen de las amortizaciones y las provisiones, utilizados para la renovación y el mantenimiento de los activos de la empresa, así como para cubrir posibles contingencias o pérdidas futuras.
Dentro de la autofinanciación identificamos tres pilares fundamentales: reservas, amortizaciones y provisiones.
- Reservas: Cuando una empresa obtiene beneficios, se presenta la opción de distribuir estos entre los socios como dividendos o retenerlos dentro de la compañía para futuras inversiones que promuevan el crecimiento. Optar por no distribuir todos los beneficios y en su lugar reservar una parte de ellos permite a la empresa financiar su expansión futura o cubrir necesidades financieras sin depender de financiación externa. Las reservas pueden clasificarse en legales (requeridas por ley), estatutarias (establecidas por los estatutos de la empresa) o voluntarias (decididas por los socios o la dirección).
- Amortización: Se refiere al proceso de distribuir el coste de un activo tangible (como maquinaria, mobiliario, vehículos, ordenadores) a lo largo de su vida útil estimada, reflejando así la depreciación o pérdida de valor debido al uso o al paso del tiempo. Este mecanismo contable permite a la empresa considerar la reducción de valor de sus activos como un gasto, reduciendo los beneficios reportados y, por ende, los impuestos a pagar. Aunque la amortización representa un coste en los libros, el flujo de efectivo no se ve afectado directamente, permitiendo que estos "fondos conservados" se utilicen para la reposición de activos al final de su vida útil. De esta manera, la amortización actúa como una forma de autofinanciación que ayuda a mantener la capacidad productiva de la empresa.
- Provisiones: Estas se establecen para cubrir futuros gastos o pérdidas que son probables pero aún inciertos en cuanto a su monto o fecha exacta de ocurrencia. Siguiendo el principio de prudencia, la empresa aparta fondos estimados para estos gastos anticipados, asegurando que los recursos necesarios estarán disponibles cuando se requieran. Las provisiones son esenciales para la gestión de riesgos y la planificación financiera, permitiendo a la empresa prepararse para futuras responsabilidades sin comprometer su estabilidad financiera o capacidad operativa.
9. FINANCIACIÓN AJENA A LARGO PLAZO
La financiación ajena a largo plazo comprende aquellos recursos financieros que la empresa obtiene mediante préstamos o créditos que tienen un vencimiento superior a un año. Al finalizar el periodo acordado, la empresa debe reembolsar el capital junto con los intereses generados. Entre las principales fuentes de financiación ajena a largo plazo, destacamos :
- Préstamos a largo plazo: Son cantidades de dinero que las entidades financieras, como los bancos, prestan a la empresa. Estos préstamos se acuerdan bajo ciertas condiciones, incluyendo la obligación de la empresa de abonar intereses y devolver el principal en un plazo mayor a un año.
- Empréstitos: Se refieren a la captación de fondos que realiza la empresa emitiendo bonos u obligaciones que se dividen en múltiples partes de igual valor, ofrecidas a inversores particulares y otras empresas. Quienes adquieran estos títulos estarán, efectivamente, prestando dinero a la empresa emisora. La empresa se compromete a devolver el capital y pagar intereses periódicamente hasta el vencimiento de dichos bonos u obligaciones.
- Leasing o arrendamiento financiero: Es una opción para las empresas que requieren de equipos productivos sin disponer del capital necesario para su compra. A través de un contrato de leasing, una entidad financiera adquiere el equipo y se lo arrienda a la empresa, que paga una cuota periódica. Este contrato incluye una opción de compra al finalizar el periodo de arrendamiento, permitiendo a la empresa adquirir el bien a un precio reducido, renovar el contrato o devolver el equipo. Aunque el leasing facilita el acceso a activos productivos, su coste total suele ser elevado y generalmente no cubre el mantenimiento ni el seguro del bien.
- Renting: Similar al leasing, el renting es un acuerdo por el cual una empresa de renting alquila a la empresa cliente un bien necesario para su actividad a cambio de una cuota periódica. La diferencia principal radica en que, en el renting, el mantenimiento y seguro del bien arrendado suelen estar incluidos en la cuota y, normalmente, no se ofrece una opción de compra al final del contrato. La empresa de renting mantiene la propiedad de los bienes y, a menudo, dispone de un inventario de estos para su alquiler.
10. FINANCIACIÓN AJENA A CORTO PLAZO
La financiación ajena a corto plazo incluye los recursos que la empresa solicita por un periodo menor a un año.
- Préstamos a corto plazo: Consiste en dinero prestado por un banco que la empresa debe devolver en menos de un año, junto con los intereses, que generalmente son menores que en los préstamos a largo plazo.
- Créditos bancarios a corto plazo: Utilizados cuando una empresa necesita financiación pero no conoce la cuantía exacta, como en el caso de reparaciones importantes cuyo coste total es incierto. El banco proporciona una línea de crédito con un límite predeterminado, sobre el cual la empresa paga intereses por la cuantía utilizada y una comisión por el saldo no utilizado.
- Crédito comercial: Común en negocios, permite a las empresas aplazar el pago de compras, como materias primas, a sus proveedores. Este aplazamiento, que suele ser de 45, 60 o 90 días, ofrece a la empresa liquidez sin coste adicional, a menos que se pierda un descuento por pronto pago.
- Descuento de efectos: Es una forma de obtener liquidez anticipada de documentos financieros que representan compromisos de pago futuro (como cheques o pagarés). El banco adelanta el monto a la empresa, descontando una tasa de interés, y posteriormente cobra la cuantía total al cliente. Si el cliente no paga, la empresa asume la pérdida del interés.
- Factoring: Consiste en vender derechos de cobro a una empresa especializada, que adelanta una parte de la cuantía a la empresa a cambio de asumir el riesgo de impago. Esto proporciona liquidez inmediata, aunque a un coste que refleja el riesgo asumido por la empresa de factoring.
- Fuentes espontáneas de financiación: Incluyen formas no negociadas de obtener fondos, como descubiertos bancarios, que aunque proporcionan liquidez inmediata, suelen tener costes de interés elevados; salarios pendientes de pago, que representan una fuente de fondos hasta el momento del pago; y aplazamientos de pagos a la hacienda pública, que ofrecen una temporal disponibilidad de efectivo hasta el momento de cumplir con las obligaciones fiscales.