Análisis de Luces de Bohemia: Personajes, Temas y Estética del Esperpento
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Personajes de Luces de Bohemia
Los personajes de Luces de Bohemia, más de 50, responden a una variada tipología. En su intención de evocar la vida bohemia, Valle-Inclán introduce en la obra algunos personajes de la vida real con su propia identidad o bajo una ficticia, como es el propio Max Estrella y su esposa Collet, inspirados en el escritor Alejandro Sawa. También aparecen personajes reales por alusión, como Maura y Romanones, respondiendo al deseo de anclar la acción en la realidad de su tiempo, mientras que otros son puramente ficticios, como La Pisa Bien, el Rey de Portugal... Y el Marqués de Bradomín, personaje del propio Valle-Inclán, protagonista de las Sonatas.
La galería de personajes refleja, distorsionadamente, la realidad marginal o elitista del Madrid de la época. En el grupo de los personajes de ficción también hay que incluir a los arquetípicos, los colectivos y hasta personajes animales, como los de la librería de Zaratustra.
Max Estrella
Max Estrella es un personaje espléndido, mezcla de cobardía, vileza, egoísmo y momentos de grandeza. No se trata de un personaje noble precisamente, pero sí humano. Tiene virtudes y defectos; no está exento de contradicciones. Es más, hay una perpetua síntesis de humor y queja, orgullosa dignidad y mezquina indignidad, conciencia de mediocridad y sentimiento de frustración. A pesar de ser caracterizado como un héroe clásico, se siente impotente ante la miseria intelectual y moral de España. Por tanto, es un personaje complejo y contradictorio en suma.
La degradación de Max sintetiza el enfrentamiento de dos mundos: el de la bohemia como marginación voluntaria y el del poder, indiferente y egoísta ante las penalidades del pueblo.
Don Latino
Don Latino encarna al antihéroe y, como tal, es la contrafigura de Max. Don Latino debe entenderse como un desdoblamiento de la personalidad del protagonista: si Max representa la parte más noble, Don Latino es lo que en su vida hubo también de desengaño y sablazo.
Caracterizado con un lenguaje repleto de cultismos y coloquialismos y modismos madrileños, es un tipo miserable, desleal, cínico y embustero. Llega a robarle la cartera con el décimo premiado en el momento de su muerte.
Características del Esperpento
El esperpento en Valle-Inclán no es solo un género literario, sino una estética y, en consecuencia, una visión del mundo a la cual llega el escritor desde unas concretas circunstancias históricas españolas y una determinada posición crítica. El esperpento supone una deformación de la realidad, empleado como único modo de reflejar críticamente la realidad.
Valle deja traslucir los principios del esperpento en la escena 12 de Luces de Bohemia, durante la agonía de Max. El poeta ciego explica que la tragedia española no es tragedia en el sentido clásico, sino que se expresa a través de una estética sistemáticamente deformada. Por tanto, el esperpento resulta ser un procedimiento estético que utiliza el humor y el distanciamiento para deformar sistemáticamente la realidad.
- En primer lugar, el narrador, de rodillas, contempla desde abajo a los personajes de las historias, como por ejemplo los seres homéricos como Aquiles.
- En segundo lugar, el narrador, de pie, a la misma altura que los personajes de las novelas. En Shakespeare, los personajes muestran virtudes y defectos del ser humano común, como por ejemplo Hamlet, que encarna el paradigma de la duda obsesiva (y es mencionado, por cierto, en la escena 14).
Valle no quiere escribir una tragedia y lo evita conscientemente, al decir que Max mora en la escena 12. Nuestro autor también trata temas de cierta trascendencia con un tono humorístico. En la escena 2, Don Gay y Max hablan de las diferencias entre el anglicanismo y el catolicismo. Todo esto aderezado con un lenguaje trabajadísimo, tanto en las acotaciones como en los diálogos, que utiliza un léxico degradante y peyorativo, lleno de madrileñismos, giros expresivos sorprendentes y humorísticos, y lleva a cabo un juego de contraste en los registros lingüísticos al mezclar términos cultos en conversaciones triviales o al intentar algunos personajes vulgares hablar formalmente.