Análisis de Obras Maestras: La Mezquita de Córdoba y el Retrato Arnolfini
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La Mezquita de Córdoba
es el monumento más emblemático de la época omeya. Se trata de una construcción que sufre varias ampliaciones a medida que Córdoba crezca en población y prestigio.
ARNOLFSe trata de un retrato de cuerpo entero, de una pareja de burgueses de Brujas, donde vivía el pintor. Ambos, ricamente acicalados, están de pie y de la mano. El hombre tiene la mano derecha levantada y la mano de la mujer descansa sobre el vientre. A sus pies aparece un perro simbolizando la fidelidad. Se encuentran en una alcoba con una ventana a nuestra izquierda. A la derecha hay una cama con dosel y al lado una especie de cabecero rematado con una figurilla de Santa Margarita de donde cuelga una escobilla como alusión a Santa Marta, patrona del hogar. En la pared del fondo hay un espejo circular, con una serie de abalorios de cristal al lado, instrumento de contabilidad propio de banqueros, prestamistas y comerciantes, aunque para otros se trata de un símbolo de pureza de la novia. Sobre el espejo hay una inscripción donde pone: Jan Van Eyck estuvo aquí. Bajo el espejo hay un banco cubierto por cojines y un lienzo rojo. Tras la figura de Arnolfini se ve una mesita con frutas que también están en el alfeizar de la ventana. En el suelo están los zuecos del matrimonio.Está llena de simbolismo. El hombre tiene la mano levantada pronunciando un juramento de fidelidad, al igual que al juntar las manos con la mujer. La estatua de Santa Margarita simboliza la protección del matrimonio. La única vela de la lámpara era la tradición a seguir en las cámaras nupciales. La inscripción indica que Eyck fue testigo del oficio. El perro simboliza la fidelidad y el amor terrenal y los zapatos del matrimonio en el suelo, hacen que adquieran carácter sagrado al estar descalzos, ya que es una ceremonia religiosa. La decoración del espejo con escenas de la pasión de Cristo sugiere que la interpretación del cuadro debe ser religiosa. El espejo refleja dos figuras, una de ellas la del mismo autor, reforzando su calidad de testigo. La atmósfera del cuadro la da la luz de la ventana y la vela, que puede simbolizar el ojo de Dios o la presencia de Cristo. El óleo permite representar gradaciones de color y captar el aire y la luz, que irradia de los propios objetos. Esta técnica también permite obtener la calidad de los objetos, tratados con minuciosidad y detallismo, como el pelo del perro, el vestuario del matrimonio, las vidrieras de la ventana, la lámpara de bronce, etc… Se representa la profundidad y la perspectiva lineal gracias a las líneas del suelo y del techo, y el espejo. La obra es un gran ejemplo de las características de la escuela flamenca del S.XV, que junto a la florentina renovarán la pintura gótica que buscará la representación de la individualidad, el volumen y la perspectiva.