Análisis del Poema Modernista de Machado: Soledades, VI
Motivos Ambientales y Reencuentro con el Pasado
El poema está repleto de motivos ambientales (la tarde, la fuente, el jardín ajado, los frutos en la rama) característicos del primer Machado. Estos elementos evocan el reencuentro del poeta con el pasado que recuerda. La alternancia temporal pasado-presente se manifiesta a través de tiempos verbales (imperfecto, pretérito perfecto simple, presente esencial), adverbios temporales (ya, entonces, siempre, ahora), sustantivos alusivos al tiempo (tarde, verano), adjetivos (vieja, presente, lejano, lento), interjecciones (adiós), contraposiciones (sueño lejano/canto presente) y repeticiones (“fue una tarde lenta del lento verano”).
Simbolismo y Melancolía
Los símbolos del poema sugieren la pena y la melancolía que inundan al poeta. Estos símbolos recuerdan la afiliación simbolista de la primera etapa modernista de Machado.
Estética Modernista
La estética modernista se plasma en la abundante adjetivación, especialmente epítetos (clara tarde, lento verano) y sinestesias (agrio ruido) que transmiten sensaciones personales y subjetivizan el poema. Algunos adjetivos personifican el entorno y reflejan los sentimientos del autor (tarde triste, soñolienta). Destacan los adjetivos sensoriales (hiedra negra y polvorienta, hierro y mohoso).
Metáforas del Agua
El poema emplea varias metáforas para referirse al agua de la fuente, destacando su sonoridad y transparencia: “espejos cantores” (v.33), “mi cristal” (v.19), “claros cantares” (v.22), “linfa serena” (v.41). En ocasiones, la fuente se personifica, resaltando su proximidad o correspondencia con el sentimiento del poeta.
Recursos Musicales
El poema destaca por su musicalidad, lograda mediante recursos como el hipérbaton (v.5), el encabalgamiento (v.6,7), las repeticiones (paralelismos v.29 y 33), aliteraciones (de la “t”, v.1; de la “r”, v.6), rimas internas y bimembraciones (v.1, v.3).
Influencia Modernista y Evolución Poética
El poema es un claro ejemplo de la estética modernista de la primera etapa de Machado, influenciado especialmente por el simbolismo. Posteriormente, su poesía evolucionó hacia una lírica menos intimista y más histórica, adoptando formas populares como la copla. Su obra representa la culminación lírica de principios del siglo XX.
Contexto y Temática
El poema es el sexto de Soledades, libro que Machado comenzó a escribir en 1899 y publicó por primera vez en 1903. Esta obra pertenece a la etapa modernista del poeta, caracterizada por su intimismo, el uso de símbolos y la evocación melancólica. El poema explora los recuerdos del autor en un ambiente fantasmal de influencia romántica. Su obra influyó decisivamente en los escritores de posguerra por su actitud crítica y comprometida.
En este poema, el autor dialoga simbólicamente con una fuente que le recuerda su tristeza pasada. El escenario es un parque al atardecer, de clara influencia modernista. El jardín simboliza el espacio interior del recuerdo, donde se encuentra una fuente que representa el tiempo que pasa. El tema central es la tristeza causada por la soledad y la monotonía del tiempo, recurrente en la obra de Machado.
Estructura Métrica
El poema presenta una combinación de serventesios (ABAB) y pareados (AA) formados por versos dodecasílabos y hexasílabos con rima consonante. También incluye tercetos (estrofas 4,5 y 9) y una estrofa de ocho versos formada por cuatro pareados (AABBCCDD). La musicalidad se ve reforzada por la rima interna, como en “Fue esta misma lenta tarde de verano”.
Estructura Circular
El poema tiene una estructura circular, iniciando y concluyendo con los mismos versos (versos 5-8 al principio, versos 49-52). Dentro de esta estructura, se distingue una introducción (versos 1-8) que establece el tiempo y el espacio, y una parte central (versos 9-48) que contiene el diálogo del poeta con la fuente. Los versos 49-52 cierran el poema, dando una sensación de circularidad.