Análisis Tomista de la Relación entre Razón y Fe
Clasificado en Filosofía y ética
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Santo Tomás
Relaciones entre Razón y Fe
Para Santo Tomás, existe una clara distinción entre razón y fe, pero ambas mantienen una relación armoniosa. Con la razón, el ser humano puede descubrir y demostrar las verdades naturales. Dios también puede revelar al hombre verdades que la razón humana nunca podría alcanzar, e incluso verdades que, aunque el hombre pudiera alcanzar naturalmente, debe creer antes de ser demostradas por la razón.
No puede haber contradicción entre fe y razón. Dios es autor y origen de toda verdad, tanto natural como sobrenatural. Lo que se considera una proposición científica no es una verdad evidente ni una conclusión obtenida por razonamiento legítimo, sino una simple hipótesis o proposición probable.
La Razón ayuda a la fe:
- Demostrando verdades. Para que cada uno pueda y deba creer lo que Dios ha revelado, es preciso demostrar que Dios existe y que lo revelado ha llegado hasta nosotros intacto y sin corrupción. Estas verdades no pueden justificarse solo por la fe, sino que pueden ser demostradas por la luz natural de la razón.
- Ilustrando con razonamientos aquellas verdades reveladas que son a la vez asequibles a la razón humana, refutando los argumentos que se presentan en contra. Asimismo, reduciendo a unidad sistemática ordenada el conjunto de verdades reveladas.
- Respecto a las verdades que exceden la capacidad de la razón en cuanto a su posibilidad interna, su comprensión y sentido, como son los misterios. Es decir, la razón tiene derecho a imponer su propia ley fundamental, que es el Principio de Contradicción, a los mismos misterios revelados, para que puedan ser creídos.
La fe ayuda a la razón:
- Adelantándose a la razón para la segura posesión de verdades urgentes que son necesarias para orientar la vida humana en sus propios fines; tales como la libertad, la inmortalidad del alma, la existencia del orden moral, etc., proponiendo estas verdades a la fe de quienes no pueden investigarlas.
- Confirmando con la autoridad divina esas mismas verdades para depurarlas de concomitancias y asegurarlas cuando el hombre vacile en ellas ante la acometida de las pasiones o la sugestión de los intereses.
- Sirviendo de criterio extrínseco cuando la razón del creyente yerra. Así, si el científico o el filósofo llegan en sus razonamientos a una conclusión incompatible con una verdad ciertamente revelada, dicha conclusión será falsa, ya que es inadmisible la teoría de la doble verdad. La fe se opone al extravío de la razón.
Contenidos de la Razón y de la Fe
Existen contenidos de la razón que no lo son de la fe, y contenidos de la fe que no lo son de la razón, pero también hay verdades que pertenecen a ambos ámbitos. A esta zona de intersección pertenecen, según Santo Tomás, la afirmación de que el mundo es creado y la afirmación de que el alma es inmortal; ambas pueden establecerse por la razón y por la fe cristiana. La existencia de contenidos comunes a la fe y a la razón plantea el problema del sentido de tales contenidos comunes a ambas. Santo Tomás justifica su existencia aduciendo razones circunstanciales y estructurales:
- Circunstancialmente, es conveniente que ciertas verdades asequibles a la razón sean también impuestas por la autoridad de la fe, ya que muchos hombres carecen del tiempo y preparación filosófica suficientes para conocerlas de no ser por la fe.
- Estructuralmente, es conveniente también, dada la posibilidad de error que amenaza a la razón humana.
Por otra parte, la existencia de verdades comunes a la fe y a la razón pone de manifiesto que la distinción entre éstas es una distinción entre dos fuentes de conocimiento. Ello tiene su importancia a la hora de distinguir la Teología de la Filosofía: una y otra se distinguen no por sus contenidos, que pueden ser comunes a ambas, sino por la forma de acceso a los mismos.
Teoría Tomista del Conocimiento
Santo Tomás adopta la teoría aristotélica del conocimiento; por ello, parte de los sentidos. El objeto proporcionado a nuestro entendimiento no son las realidades inmateriales (platonismo, neoplatonismo), sino el ser de las realidades sensibles materiales. A juicio de Santo Tomás, es cierto que el entendimiento es inmaterial y, en cuanto entendimiento, tiene por objeto lo real sin limitación alguna, ya que tal entendimiento se halla vinculado esencialmente a un cuerpo material dotado de órganos de conocimiento: los sentidos.