Anatomía y Fisiología de la Piel Humana: Estructura, Función y Tipos Celulares
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Introducción a la Anatomía y Fisiología de la Piel
La piel es un órgano de protección que recubre toda la superficie exterior de nuestro cuerpo. Su grosor es muy variable, rondando entre los 0,5 y los 4 mm, pudiendo llegar a tener varios cm en zonas concretas. La piel es el principal sistema de protección de nuestro cuerpo, evita que perdamos agua por transpiración o evaporación, ayuda a controlar nuestra temperatura corporal y cumple otras importantes funciones.
La superficie de la piel no es totalmente lisa, sino que presenta un microrelieve:
- Grandes pliegues: Envuelven las grandes articulaciones permitiendo su movilidad, también llamados pliegues articulares.
- Pliegues articulares pequeños: Aparecen sobre pequeñas articulaciones.
- Pliegues musculares: Debido a la presencia de músculos superficiales, siendo los más característicos de la cara.
La piel se comporta como una cubierta elástica, es decir, puede ser distendida. Esto ayuda en parte a los pliegues cutáneos y la composición de las fibras. La piel presenta una gran capacidad de deformación ante fuerzas externas, volviendo a recuperar su estado original cuando cesan.
Anatomía de la Piel
La piel tiene una estructura compleja, está constituida por 3 estratos diferentes:
Epidermis
Es la capa de tejido epitelial, homogénea. Es la capa más externa y la única que está en contacto directo con el exterior.
Dermis
Se trata de una capa de tejido conjuntivo laxo.
Hipodermis
Separa la piel del tejido subyacente, es decir, del hueso o del músculo. Está constituida por el tejido adiposo subcutáneo.
Atravesando la epidermis y dermis se encuentran los anexos cutáneos.
Anatomía de la Epidermis
Es la capa más externa de la piel. Está constituida por un epitelio estratificado plano y queratinizado que debe tener una cierta dureza y consistencia, ya que es la primera barrera frente a las agresiones exteriores. No tiene irrigación propia, tampoco vasos sanguíneos y apenas posee terminaciones nerviosas.
Queratinocitos (Tipo de células de la epidermis)
Son las células más características de la epidermis, constituyendo más del 90% del tejido. Se denominan así porque, partiendo de la base del epitelio de la que surgen y siendo empujadas hacia estratos superiores por el crecimiento de nuevas células, se van cargando de queratina; encargada de aportar dureza y rigidez.
Capas de la Epidermis (Capas inferiores)
Estrato basal
Se llama también estrato germinativo. Sus células se dividen originando dos células hijas, una que forma parte del estrato basal y otra que pasa al estrato superior.
Estrato espinoso
Llamado también de Malpighi. Constituido por entre 5 y 10 capas de células poligonales, que se van aplanando según ascendemos por el estrato. Los queratinocitos están conectados por multitud de desmosomas que hacen que el estrato esté muy cohesionado. Las células comienzan a fabricar sustancias cementantes que se acumulan en los corpúsculos de Odland.
Estrato granular
Células de aspecto aplanado, cuyo rasgo más significativo es la acumulación en el citoplasma de gránulos gruesos y de forma irregular, repletos de queratohialina. Las células comienzan a presentar abundante queratina en su citoplasma y sus componentes celulares comienzan a desaparecer.
Estrato lúcido
Aparece solo en las zonas de epidermis muy gruesa, como las manos o los pies. Constituido por unas pocas capas de células, muy aplanadas y de coloración blanquecina.
Estrato córneo
Su grosor y su número de capas de células son muy variables, aunque siempre muy numerosas. Las células poseen pocos desmosomas en las partes inferiores del estrato córneo y son más escasos cuanto más ascendemos por el mismo. En las capas superficiales, al haber pocos desmosomas, las células están sueltas, aisladas y se desprenden sin formar grandes escamas de piel. Las células del estrato córneo carecen de núcleo y solo presentan restos de orgánulos en el citoplasma; todo él está cubierto por filamentos de queratina.
También hay quien distingue en el estrato córneo dos zonas en función de la cohesión que presentan las células: el estrato compacto en las zonas más profundas y el estrato disjunto en las zonas más superficiales.
Los queratinocitos se unen firmemente entre sí, sobre todo en las capas inferiores, mediante uniones denominadas desmosomas. En las células basales se forman hemidesmosomas, que anclan a la célula a la membrana basal. Cuando los desmosomas no se desintegran correctamente en las partes superiores de la epidermis, se ocasionarán descamaciones irregulares.
Melanocitos
El color de la piel se debe a tres factores básicos: la acumulación de carotenos, la coloración rojiza de la sangre y la presencia de un pigmento marrón, llamado melanina, que se acumula en los queratinocitos de la piel. Es fabricado por un grupo de células especiales llamadas melanocitos.
Los melanocitos se encuentran en la capa basal de la epidermis. Son células de morfología estrellada, con múltiples prolongaciones que se introducen en capas superiores de la epidermis. Los melanocitos ceden los melanosomas a los queratinocitos mediante un proceso llamado secreción citocrina. Fabrican la melanina y la acumulan en unos gránulos llamados melanosomas. Son estos melanosomas los que son cedidos a los queratinocitos. Al proceso de fabricación de melanina se le llama melanogénesis.
El número de melanocitos es similar en todas las razas humanas, variando la capacidad de los mismos para fabricar melanina, así como el tamaño de los melanosomas.