Andalucía: De la Dictadura Franquista a la Autonomía Democrática
La historia reciente de Andalucía es un testimonio de resiliencia y transformación, marcada por el paso de un régimen autoritario a una plena democracia. Este recorrido, desde el franquismo hasta la consolidación de su autonomía, es fundamental para comprender la Andalucía contemporánea.
El Periodo Franquista en Andalucía
La dictadura franquista frenó los tímidos cambios iniciados durante la Segunda República. Durante muchos años, Andalucía permaneció anclada en el pasado, sufriendo un grave retroceso demográfico. Además de las muertes causadas durante el conflicto, miles de republicanos andaluces se vieron obligados a exiliarse. A mediados de la década de 1940, se recuperaron las tasas de crecimiento natural, pero las emigraciones masivas de los dos decenios siguientes provocaron la despoblación de grandes zonas rurales.
Transformación Social
La estructura social no varió significativamente hasta finales de la década de 1950, cuando se inició un rápido proceso de cambio que se consolidó en la década de 1970 y que dio paso a la aparición de una nueva clase media. La clase trabajadora, por su parte, se redujo y se diversificó:
- Los jornaleros del campo sin tierra continuaban sometidos al paro estacional y con unas condiciones laborales muy duras.
- Los obreros industriales estaban ligados principalmente a la construcción.
- Los mineros y trabajadores del mar también se encontraban en una situación muy precaria.
La burguesía terrateniente también se diversificó; algunos de sus integrantes se dedicaron a la banca y a la industria.
Desarrollo Económico Andaluz
La persistente dependencia del sector primario hizo que la economía andaluza se estancara hasta finales de la década de 1950. La política agraria provocó que la superficie cultivada y la productividad del campo fueran menores que en la década de 1930, lo cual, unido al aislamiento comercial, provocó una crisis que obligó a muchos jornaleros a emigrar.
Industrialización y Turismo
El desarrollo industrial, siempre subsidiado por las grandes fábricas del norte, el centro y levante, se concentró en Cádiz, Sevilla y Huelva. Gracias a su incipiente actividad, a la modernización paulatina del campo y a la aparición del turismo de masas, Andalucía experimentó un breve periodo alcista que se truncó en 1973 con motivo de la crisis del petróleo.
De la Transición al Estatuto de Autonomía
La vuelta a la democracia supuso para Andalucía el acceso a la autonomía, que por primera vez fue reclamada por la mayoría de la población. El 20 de octubre de 1981, fue aprobado por referéndum popular el Estatuto de Autonomía (conocido como Estatuto de Carmona), que recogía las ideas de la Asamblea de Ronda de 1918 y recuperaba los antiguos símbolos identitarios.
Consolidación Autonómica
Su aprobación permitió celebrar elecciones autonómicas en la primavera de 1982, ganadas por el PSOE, que llevaron a la presidencia de la Junta de Andalucía a Rafael Escuredo Rodríguez, quien se mantuvo durante seis años para entregar el testigo a Manuel Chaves González, presidente desde 1990. En 2006, tras un nuevo referéndum, se aprobó el texto de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía.