Al-Ándalus fue el nombre dado por los musulmanes a la Península Ibérica. La conquista árabe de la península y la formación de al-Ándalus se inscriben en el proceso general del Islam. El Islam significó el despertar de una civilización, la árabe y se extendió por Asia Occidental y el norte de África. El impulso de conquista obedecía la idea de la yihad. Al- Ándalus se inicia en el año 711 con la invasión de árabes y bereberes y coexistirá durante 8 siglos con los reinos cristianos que se formarán en el norte peninsular. Se producirán intercambios culturales y etapas de hostilidad que dificultarán el contacto.
Cultura islámica andalusí
La cultura islámica andalusí dejó una profunda huella en la mayor parte del territorio español, como la Mezquita de Córdoba y la Aljecería. La evolución política fue la siguiente: la conquista, el emirato independiente, el conflicto de Córdoba, los Almorávides, los Almohades y el reino Nazarí. Su evolución política tiene varias etapas:
Emirato dependiente de Damasco, con la dinastía de los Omeya.
Emirato independiente de Bagdad, con el último superviviente de los Omeya, Abb al-Rahman I.
Califato de Córdoba, una época de gran esplendor con Abb al-Rahman III, y que se disgregó en numerosos reinos independientes en el año 1031.
Reinos de Taifas, también de gran esplendor cultural, y en el que destacaron algunas como la de Zaragoza.
Dinastías norteafricanas de los Almorávides y Almohades.
Reino Nazarí de Granada, último estado islámico peninsular
MUDÉJARES Y MORISCOS
Los mudéjares eran los musulmanes que vivieron en los reinos cristianos tras la Reconquista. Por ejemplo, tras la reconquista de la ciudad de Saraqusta (1118) se hizo un pacto que les dejaba seguir en sus viviendas durante un año, pero luego tenían que trasladarse a barrios extramuros (la morería). Se les permitió seguir practicando su religión, poseer sus bienes muebles, utilizar su lengua materna y mantener sus costumbres y administración. Cuando los cristianos toman Granada en 1492, los Reyes Católicos establecen que sólo puede haber una religión en España, por lo que los mudéjares tienen que convertirse al cristianismo, y se producen bautismos masivos, bien voluntarios, bien forzados. La palabra “mudéjar” significa “vasallo” o “sometido”, lo que nos indica que gran parte de ellos vivían en zonas de señorío, dedicados a la agricultura, aunque no es difícil encontrarlos como artesanos o en la construcción (“arte mudéjar”).
Los moriscos fueron los mudéjares que permanecieron en España y se convirtieron al cristianismo a partir de que se impusiese el Cristianismo como única religión. Aun convirtiéndose al cristianismo, siguen siendo una minoría marginada. Muchas veces son considerados falsos cristianos y colaboradores de turcos y de piratas berberiscos, por lo que actúa sobre ellos la Inquisición y poco a poco se les va privando de su lengua y de muchas de sus costumbres, lo que en algunas zonas como Granada se sublevan (rebelión de las Alpujarras a fines del XVI).
En 1609/1610, Felipe III les expulsa de España, lo que conllevó una gran pérdida tanto económica, como demográfica, especialmente en la Corona de Aragón.