El animal simbólico y la creatividad: reflexiones filosóficas

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El animal simbólico

El filósofo Ernst Cassirer definió al ser humano como «un animal simbólico» porque consideró que es el único animal capaz de simbolizar, es decir, de otorgar un significado a los objetos. Cassirer consideró esta capacidad como la característica esencial del ser humano.

Para él, los símbolos se interponen entre el ser humano y la realidad. Solo captamos el mundo mediante símbolos y significados. Esto supone que nuestro mundo es mucho más amplio que el de los animales. Los seres humano y los animales se diferencian en distintos aspectos:

  • En los animales no hay mediación entre individuo y realidad; por eso, la conducta individual se explica como respuesta ante estímulos que se encuentran en el exterior
  • En los seres humanos, por el contrario, las respuestas no están directamente ligadas a unos estímulos, sino que hay un tratamiento y elaboración de la información

Mientras que los animales no logran ver más allá de lo que les ofrece el mundo físico, el ser humano tiene acceso a una realidad más compleja, llena de relaciones y de significados.

Los sistemas simbólicos

Los símbolos pueden referirse a la realidad física, pero principalmente expresan un significado mental. La capacidad que convierte al ser humano en un animal simbólico es el lenguaje. Gracias al lenguaje, el ser humano se desliga del momento presente y del espacio concreto en el que vive y puede refugiarse en un mundo de ideas y pensamientos.

Las palabras son símbolos porque representan un significado. Al ser un conjunto de símbolos que depende unos de otros, se afirma que el lenguaje es un sistema simbólico. Se trata del sistema simbólico más universal que existe, porque con él es posible expresar cualquier realidad, sentimiento o pensamiento.

Sistema de Símbolos: Cassirer identificó otros sistemas simbólicos que se asientan sobre la capacidad lingüística humana: el mito, la religión, la filosofía, el arte o la ciencia. Cada uno de estos sistemas observa la misma realidad desde distintas perspectivas y le proporciona un significado diferente. Todos los sistemas simbólicos han nacido de la capacidad humana de dar significado a las cosas.

La creatividad

El matemático francés Henri Poincaré reflexionó sobre el proceso creativo y la manera en la que se llegan a producir nuevas ideas. La creatividad se había venido entendiendo como un proceso consciente en el que se conectaban dos ideas que hasta ese momento se había pensado como separado. Para Poincaré, esta definición está incompleta y no es aplicable a las matemáticas, ya que existen infinitas combinaciones entre las ideas, de manera que, si hubiera querido que probar todas las combinaciones posibles, jamás se resolvería ningún problema. Por otro parte, su experiencia como matemático le había mostrado que esto no es cierto. Tras analizar sus propios descubrimientos, logró identificar en el proceso creativo las siguientes fases:

Para él, la conciencia permite el aprendizaje, el ensayo y error; sin embargo por sí sola no es capaz de explicar cómo surgen las nuevas ideas. Para ello es necesaria la participación del inconsciente.

  • Periodo inicial de trabajo intenso consciente, de aprendizaje y adquisición de conocimientos del problema estudiado. En esta fase, que puede durar días o años, también se realizan pruebas por el método de ensayo y error para dar con la solución del problema, aunque con frecuencia sin éxito.
  • Periodos inconscientes de incubación, que se producen gracias a interrupciones en la rutina
  • Momento de intuición. Poincaré explica que tras la fase de incubación una idea nueva irrumpe en la conciencia de forma repentina. Esta idea es un punto de partida o una guía que no tiene por qué conducir necesariamente al éxito.
  • Periodo consciente para desarrollar la idea. Una vez que la nueva idea llega a la conciencia, es necesario un proceso consciente para desarrollarla totalmente.

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