Antígona y Eurípides: Legado y Controversia en la Tragedia Griega
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Antígona: Símbolo Eterno de la Tragedia
La primera representación de Antígona en el 442 a.C. provocó tal entusiasmo que se representó 32 veces seguidas. A raíz de este éxito, Sófocles fue nombrado estratego para la campaña de reconquista de Samos y se le ofreció el gobierno de la isla si lo conseguía. Aunque el tema de Antígona ya había sido tratado por otros autores, como Esquilo, la versión de Sófocles sobresale y se ha convertido en un símbolo de la antigüedad a lo largo de los siglos.
A finales del siglo XVIII, el francés Jean-Jacques Barthélemy publicó un libro donde, en una representación de Antígona con 30,000 espectadores, se la presenta como ejemplo de tragedia. Francia, sin embargo, no se interesó por otras obras griegas en ese momento. Simultáneamente, en Alemania, discípulos de Kant como Hegel, Hölderlin y Schelling estudiaron la tragedia griega, traduciendo textos y encontrando en ella la manifestación del ser. Hölderlin escribió Empédocles, una poesía extraordinaria, y Hegel, en su Estética, consideró Antígona como la mejor muestra de Tesis.
En el siglo XIX, con el auge del romanticismo, Edgar Allan Poe consideró que la máxima expresión de la belleza era una mujer joven y muerta, y que Antígona solo tenía dos rivales: Ofelia y Julieta. Fue con Freud y su análisis de Edipo que se retomó el estudio de las tragedias griegas. Antígona es considerada la primera rebelde de la historia, desafiando la ley de Creonte al querer enterrar a su hermano Polinices.
Creonte representa el estado y el poder, mientras que Antígona representa la religión y la dialéctica del individuo. Ambos tienen sus razones, y aunque Creonte pierde, Antígona también muere. Para Antígona, enterrar a su hermano es una regla consuetudinaria, mientras que para Creonte es una prohibición promulgada por el Estado.
Eurípides: Innovación y Controversia
Eurípides nació en la isla de Salamina en 484 a.C. Hijo de un comerciante acomodado y una madre de origen noble, recibió educación patricia. Sus maestros fueron sofistas y mostró gran interés por la pintura. Se mantuvo al margen de los asuntos públicos, prefiriendo el aislamiento y el silencio para escribir.
Debutó en 455 a.C. con Las Pliades y escribió durante 50 años. Murió en 506 a.C. en Macedonia, donde se cree que escribió su última obra, Las Bacantes. Sófocles, aún vivo, asistió a una representación vestido de negro en su honor. Se dice que Eurípides tuvo una muerte cruel, devorado por una jauría de perros salvajes. Tucídides escribió su epitafio por obligación. En vida, Eurípides no tuvo éxito ni fue apreciado, alcanzando reconocimiento mucho tiempo después de su muerte.
De sus obras se conservan 19, aunque Rezos se cuestiona su autoría y El Cíclope es un drama satírico. Solo ganó cinco veces el primer premio. Una de las razones de su falta de éxito fue su ateísmo y la representación de personajes humanos. A diferencia de Herodoto, considerado el primer historiador sin método científico, Eurípides reflejó el pensamiento sofista en sus obras, despojando a los personajes de su aura divina y humanizándolos.
Características de la Obra de Eurípides
- Prólogo extenso: En muchas obras, explica los antecedentes y el desenlace, aunque en Hipólito y Las Bacantes engañó al público.
- Coro como separador: Conserva el coro como separador de episodios, pero con un rol más decorativo. Da más importancia a la música y, al tener más episodios, el coro aparece más.
- Deus ex machina: Utiliza el deus ex machina para el discurso final, a veces innecesariamente, introduciendo una moraleja.
Eurípides no innovó en el número de actores, pero complicó las tramas y el lenguaje, incluyendo expresiones filosófico-sofistas. Según Nietzsche, se alejó de Dionisos para hacer un teatro burgués, lo que desagradó a los conservadores griegos. Además, sus obras presentaban mujeres inteligentes y con poder, algo mal visto en una sociedad misógina.