El Antiguo Régimen: Estructura Política y Estamental en Europa

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,89 KB

El Antiguo Régimen en Europa

Antiguo Régimen: Expresión acuñada por Alexis de Tocqueville en 1856, describe el conjunto de estructuras políticas, económicas, sociales e ideológicas propias de la Europa occidental y sus colonias en la etapa prerrevolucionaria.

Estructura Política

Absolutismo: Con su máximo esplendor entre mediados del siglo XVII y finales del siglo XVIII, el absolutismo fue liquidado por las revoluciones burguesas posteriores. Se basaba en el derecho divino (Bossuet), donde el poder era transmitido por Dios al monarca, quien no era responsable por sus actos y estaba desligado de cualquier compromiso emanado de la ley o la tradición. Hobbes, en su obra Leviatán, defendió el poder del rey sin vincularlo al origen divino, argumentando que su autoridad provenía de un pacto entre él y sus súbditos, asegurando la supervivencia y la paz a cambio de parte de su libertad. Los poderes estaban concentrados en el monarca, de quien derivaba la soberanía, aunque estaba obligado a hacer justicia y respetar los pactos. Luis XIV (El Estado soy yo) es el ejemplo más claro. El ejercicio del poder era asistido por secretarios y ministros especializados, consejos con poder consultivo y las instituciones representativas como los Estados Generales, las Cortes y las Dietas.

Despotismo Ilustrado: En la segunda mitad del siglo XVIII, monarcas como Carlos III, Catalina II y Federico II intentaron conciliar el absolutismo con las nuevas ideas de la Ilustración. Incentivaron la cultura y mejoraron las condiciones de vida de los súbditos con reformas modernizadoras, pero sin vulnerar los principios básicos del régimen y su división en estamentos. La planificación y puesta en práctica recayeron en los ministros y altos funcionarios de la administración; en Francia, se topó con la oposición de los privilegiados. A pesar de obtener éxitos parciales en determinadas áreas, fracasó en lo social, abriendo paso a posiciones más radicales y a revoluciones burguesas, como el caso de Inglaterra con el parlamentarismo.

Parlamentarismo: Surgió en contextos de rebeldía frente a monarcas absolutos. Spinoza intentó demostrar que no había justificación divina para sostener el absolutismo, y Locke defendió que los conflictos entre individuos podían resolverse mediante el diálogo. Es una concepción de la naturaleza humana basada en la bondad y la neutralidad, en la mejora mediante la asociación libre entre individuos; al contrario que el absolutismo. Fue adoptado en repúblicas y monarquías parlamentarias, demostrando eficacia para la gestión pública y el desarrollo económico. Destacan Holanda, Venecia e Inglaterra, donde tras las revoluciones de 1640 y 1688, el Parlamento bicameral se consolidó a lo largo del siglo XVIII, limitando el poder de los reyes.

Estructura Estamental

La sociedad se organizaba en estamentos, grupos cerrados con acceso fundamentalmente por nacimiento, con posibilidad de trasvase mediante el ennoblecimiento por méritos o compra de títulos; se caracterizaba por la estabilidad y la inercia. Consagraba la desigualdad, cada persona tenía o no privilegios, existiendo un grupo de privilegiados (nobleza y clero) y otro no privilegiado (Tercer Estado).

La nobleza representaba entre el 2% y el 6% de la población, y no todos tenían la misma importancia y posición económica. Solo algunos eran propietarios de grandes latifundios y mantenían señoríos feudales. Estaban exentos del pago de impuestos y recibían rentas de campesinos; tenían cargos político-militares y privilegios hereditarios. La nobleza de toga, concedida mediante título personal (normalmente a burgueses de gran patrimonio), era despreciada por la nobleza clásica hasta que en el siglo XVIII se fusionaron a través de la política matrimonial.

Entradas relacionadas: