Antropología de Tomás de Aquino: Alma, Conocimiento y Entendimiento
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Antropología en Tomás de Aquino: Un Estudio Profundo
En su estudio del ser humano, Tomás de Aquino sigue la línea de Aristóteles, pero introduce modificaciones significativas desde una perspectiva cristiana. Central en su antropología es la concepción del ser humano como una unión substancial de cuerpo y alma.
Cuerpo y Alma: Materia y Forma
El cuerpo es la materia, y el alma es la forma. Aunque coexisten en una unión íntima, pueden existir de manera independiente tras la muerte, ya que el alma es inmortal. El origen del ser humano, según Aquino, es la nada, de la cual Dios lo ha creado. El alma, además, está dotada de entendimiento y voluntad.
Siguiendo a Aristóteles, Aquino afirma que el alma posee tres funciones vitales: vegetativa, sensitiva e intelectual. Es precisamente el alma la que distingue al hombre de los animales, otorgándole conciencia de su propia existencia y la capacidad de tomar decisiones libremente.
El alma, como principio vital, requiere de un cuerpo para llevar a cabo las funciones mencionadas. Esta interdependencia resalta la importancia de la unidad del ser humano.
El Proceso del Conocimiento en Tomás de Aquino
Tomás de Aquino describe una teoría del conocimiento detallada, arraigada en la filosofía aristotélica, pero adaptada a su propio marco teológico.
La Composición de las Cosas y la 'Tabla Rasa'
Todas las cosas que rodean al hombre están compuestas de materia y forma. El alma del hombre, al nacer, es como una "tabla rasa" (tabula rasa), es decir, sin contenido previo. Los objetos del mundo externo estimulan la actividad de los sentidos, generando la sensación, que es un acto del compuesto humano (cuerpo y alma). Por lo tanto, para que se produzca el conocimiento, es indispensable la acción conjunta del alma y el cuerpo.
Etapas del Proceso Cognitivo
El proceso del conocimiento, según Aquino, se desarrolla en las siguientes etapas:
- Captación Sensorial: Los sentidos captan los objetos, y estas percepciones se registran en la imaginación.
- Abstracción: El entendimiento agente "despoja" a estas imágenes de sus características accesorias, extrayendo únicamente las formas esenciales. Este proceso se denomina abstracción.
- Formación de Conceptos Universales: El entendimiento agente transfiere estas formas al entendimiento paciente. Aquí se forman los conceptos universales, que nos permiten elaborar juicios y razonamientos, y que son la base de la ciencia.
- Conocimiento del Individuo: El entendimiento, finalmente, retoma la imagen real y la compara con el concepto universal, proyectando lo universal sobre lo individual. Esto permite un conocimiento más perfecto del individuo.
Es importante destacar que, para Aquino, el entendimiento no posee ideas innatas ni recibe una iluminación divina directa. Se basa en la información proporcionada por los sentidos y en la actividad de los dos entendimientos (agente y paciente) para generar los conceptos.
El Conocimiento de las Sustancias Inmateriales
Aquino aborda la cuestión de cómo conocer las sustancias inmateriales, como los ángeles y Dios, que no son perceptibles por los sentidos. La solución que propone es el uso de la analogía. A través de la analogía, podemos establecer relaciones y similitudes entre lo que conocemos del mundo sensible y lo que podemos inferir sobre las realidades inmateriales.
Entendimiento y Verdad
Cada persona posee dos entendimientos, el activo (agente) y el pasivo (paciente), que constituyen el alma humana. El objetivo último del conocimiento es alcanzar la verdad, que es única y, en última instancia, procede de Dios.