Argentina Agroexportadora: Estructura Productiva, Políticas y Capitales (Siglo XIX-XX)

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El Modelo Agroexportador Argentino: Estructura, Políticas y Capitales

Para responder a la nueva situación internacional, la estabilidad política era un requisito indispensable. La consolidación del Estado nacional constituyó un marco propicio para llevar adelante el proyecto. Bajo los grupos hegemónicos de los grupos de terratenientes y comerciantes bonaerenses, en combinación con grupos dominantes de las provincias tradicionales, el país se incorporó al mercado mundial y al esquema de división internacional del trabajo como proveedor de materias primas y alimentos y como consumidor de manufacturas. Al mismo tiempo, se consolidó la conformación de un mercado interno con centro en Buenos Aires y en las ciudades pampeanas, que actuó como dinamizador de la producción de distintas áreas del territorio. En el último cuarto del siglo XIX se inició un proceso de ocupación efectiva del territorio, incorporando nuevas tierras a la producción (la campaña del desierto de Roca).

Factores Clave del Modelo Agroexportador

Dos elementos fueron esenciales para que el proyecto político económico fuese viable: la llegada de capitales extranjeros y la de inmigrantes. Los capitales tuvieron un rol fundamental en la valorización de los recursos productivos y, especialmente, en la circulación de la producción. La mayor parte de los capitales extranjeros procedían de Gran Bretaña y se radicaron principalmente en la región Pampeana. Si bien no tuvieron una participación directa en la producción agropecuaria, su papel fue decisivo en el tendido de la red ferroviaria, en la industria (frigoríficos y molinos) y en los puertos. El Estado argentino tomó ciertas medidas para favorecer la llegada de capitales e inmigrantes para así llevar a cabo este modelo y poder insertarse en el mercado mundial como proveedor de materias primas. Los inmigrantes, en su mayoría ingleses, se instalaron en Buenos Aires y la llanura pampeana, cumpliendo un rol muy importante ya que se dedicaron a la construcción, los frigoríficos, las fábricas y los medios de transporte, principalmente los ferroviarios.

La política oficial favorecía el desarrollo agrícola, especialmente a través de la expansión de la frontera y de la construcción ferroviaria, aunque también otra serie de modelos gubernamentales tendían al mismo fin: la ley de Aduanas de 1876, que protegió la producción de trigo y la elaboración de harinas; la política cambiaria del Gobierno, en especial bajo la presencia de Juárez, que al desvalorizarse el peso subsidió considerablemente al sector exportador, y la política crediticia del Banco Hipotecario que mediante la emisión de cedulas allegó fondos al productor rural. Con estas dos últimas medidas el gobierno estimuló de modo significativo las inversiones en agricultura y ganadería, lo que en el primer caso redundó en un aumento considerable del parque de maquinaria agrícola.

Economías Regionales

Se denominan economías regionales a las áreas extra-pampeanas ubicadas fuera del área pampeana. A diferencia del área pampeana, en la que desde el periodo agroexportador hasta la actualidad la actividad agropecuaria tuvo como fin principal la exportación, los productos de las economías regionales históricamente fueron destinados para el mercado interno de la Argentina.

Ejemplos de Economías Regionales

  • Mendoza y San Juan: Trigo y ganado. El desarrollo del trigo con el empleo de las aguas del sector de la cordillera posibilitó la formación de oasis y aumentó la superficie cultivada, además de los famosos viñedos de Mendoza.
  • Tucumán: Capitales destinados a la producción de caña de azúcar.
  • Región Chaqueña: El cultivo de algodón logró una gran expansión.
  • Cuyo: Maíz.

Se desarrolla en el noroeste, noreste, oeste y sur del país. Sus productos provienen de Tucumán, Chaco, Santiago, Mendoza, San Juan, la región chaqueña y Cuyo.

El Ferrocarril y su Impacto

El ferrocarril ocupó un papel relevante en la integración del estado nacional, posibilitó que la agricultura pueda mejorar y permitió el surgimiento de nuevos pueblos que funcionaron como centros de expansión social y productivo que se constituyen como polos de desarrollo regional.

Rosario: Un Centro Estratégico

Rosario tenía una gran posición estratégica. Su posición local la pone en contacto directo con el exterior e interior, por su crecimiento en número de habitantes y por su comercio activo con todos los pueblos de la república. En cuanto a su transformación, destaca la instalación de fábricas de maquinarias y destilerías.

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