Argumentos Cosmológicos de Santo Tomás: Perfección y Orden Final

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Modelo de Examen 4: Las Vías de la Existencia de Dios

Resumen de la Cuarta y Quinta Vía

Todas las vías para demostrar la existencia de Dios parten de un hecho de experiencia observable en el mundo.

La cuarta y la quinta vías se fundamentan en los grados de perfección y en el orden armonioso del mundo, respectivamente, y ambas tienen una dependencia conceptual de las ideas de Platón.

La Cuarta Vía: Argumento de los Grados de Perfección

Esta vía se basa en la premisa siguiente:

  • Los distintos grados de perfección de las cosas presuponen un grado máximo que será la causa de los grados menores.

Esta argumentación conduce a la conclusión de que debe existir Dios como Ser perfectísimo, fundamento de toda perfección.

La Quinta Vía: Argumento del Orden Final (Teleológico)

Esta vía se origina en el orden final e inteligente que se puede observar en el universo, y concluye en la existencia de Dios como ser inteligente, quien dirige las cosas naturales hacia un fin específico.

Noción Central de Cada Vía

  • Cuarta Vía: Se postula la existencia de un Ser perfectísimo.
  • Quinta Vía: Se postula la existencia de una Inteligencia ordenadora.

Desarrollo Detallado de las Vías

IV. Desarrollo de la Cuarta Vía (Grados de Perfección)

Observamos que las cualidades de los seres están graduadas en el mundo. El concepto de 'más' y 'menos' se atribuye a las cosas según su diversa proximidad a un máximo.

En consecuencia, es necesario que exista algo que sea máximo en cada género. Además, se establece que:

  1. El máximo en un género es la causa de sus inferiores (de los grados menores).
  2. Por lo tanto, existe algo que es causa del ser y de todas las perfecciones de todas las cosas.

A este ser máximo y causa de todo, “a ese algo le llamamos Dios”.

V. Desarrollo de la Quinta Vía (Orden y Fin)

Consta por el testimonio de los sentidos que los seres que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran siempre por un fin determinado.

Esta vía se inicia considerando al ente finito en cuanto aparente y dinámico. Este dinamismo es inherentemente ordenado, ya que:

  • Frecuentemente, los seres actúan del mismo modo para alcanzar lo mejor.
  • Esto deduce que tal acción no proviene del azar, sino de una intención referida al fin.

Sin embargo, los seres que carecen de conocimiento no pueden tender a un fin por sí mismos, sino solo en la medida en que son dirigidos a él por un ser inteligente, tal como una flecha es dirigida por el arquero.

Esto implica que la dirección de los movimientos hacia un fin es causada eficientemente por un ente inteligente.

Conclusión Teleológica

En la serie de entes inteligentes y ordenados no se puede proceder al infinito (como se demostró en las vías anteriores). En consecuencia, “debe existir un ser inteligente por el cual todas las cosas naturales se ordenan a su fin, a este ser le llamamos Dios”.

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