Aristóteles: Personalidad, Carácter y Virtudes
Clasificado en Filosofía y ética
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Aristóteles, natural de Estagira (Macedonia) es uno de los grandes filósofos de la historia y cuyas ideas siguen influenciándonos a día de hoy. Hijo de un respetuoso médico del rey de Macedonia, con 17 años marchó hacia Atenas como discípulo de Platón, aunque acabaría distanciándose de este y elaborando su propio pensamiento. Fue profesor de Alejandro Magno y fundó el Liceo ¡, la aclamada academia de filosofía donde impartía clase. PERSONALIDAD VS CARÁCTER En este tema, se nos pide hablar de la obra principal de Aristóteles. En ella, Aristóteles diferencia entre personalidad y carácter, una diferencia muy importante en el desarrollo de el tema. La personalidad son las carácterísticas y dones naturales naturales en el ser humano, aquellos que todos compartimos, mientras que el carácter se compone de aquellas carácterísticas adquiridas, relaciónándose con las virtudes éticas. Estas virtudes éticas, o costumbres que determinan nuestro carácter, no son potencias que se puedan actualizar, y son innatas pero tampoco antinaturales, dado que nuestra propia naturaleza nos hace susceptible de adquirir estas costumbres. Estas costumbres se adquieren mediante, fundamentalmente, la práctica - Un artesano aprende a hacer vasijas de barro mediante la práctica - . Con la práctica constante se genera en nosotros un hábito, que termina derivando en un modo de ser. - Es valiente aquel que se acostumbra a actuar valientemente - . MODO DE SER Para Aristóteles, son los hábitos de cada uno los que deciden si alguien es bueno o malo, como la cobardía ante la valentía. Por lo tanto, mi modo de ser está concretado por mi carácter, lo que comporta una “segunda naturaleza”, dado que complementa a la personalidad, siendo un mero añadido. Al ser nuestros hábitos los que determinan el carácter (si somos buenas o malas personas), nos vemos implicados en una responsabilidad, ya que nuestras costumbres dependen de nosotros mismos. Diferencia entre hábitos frente a (pasiones y afectos) y facultades Tras la anterior reflexión sobre los hábitos, Aristóteles trata de diferenciarlos de las pasiones y afectos y facultades. Las pasiones y afectos son las sensaciones que acompañan a la pasión y al dolor, como puede ser la ira, el amor, el odio, etc. Las facultades son capacidades que nos permiten ser afectados, es decir, nos permiten vivir la percepción; la facultad de la vista nos permite ser afectados por imágenes. Estas dos no tienen calificación moral, no pueden ser ni buenas ni malas, ni eres responsable de ellas, a diferencia de las costumbres mencionadas anteriormente. Las virtudes son hábitos buenos referidos a las pasiones y afectos, vinculados con las acciones que le son posibles realizar al hombre para alcanzar la función que le es propia y le forja su carácter.
La educación es fundamental en la formación del carácter para Aristóteles, comprendida en dos pasos para él:
- Formación en conocimientos, referidos a las virtudes dianoéticas.
- Formación en costumbres, referidas a las virtudes éticas.
Aristóteles no pretende construir a alguien meramente acostumbrado a actuar de una concreta manera, sino que pretende que la gente sea consciente, a través de las diferentes éticas, qué le conviene y qué no, actuando libremente.