Arquitectura y Arte Paleocristiano y Bizantino: Una Guía Completa
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Introducción (Paleocristiana)
El Imperio Romano se dividió en el año 395, tras la muerte del emperador Teodosio, quien dividió el imperio entre sus hijos. Este estilo arquitectónico se da entre los años 395 y 1453 d.C.
Arquitectura (Paleocristiana)
Basílica Paleocristiana
El eje axial fijaba todas las miradas en un punto, la exedra (ábside). El techo estaba sobreelevado para crear un sistema de ventanas (claristorios) para que entrara la luz. Las naves eran 3 o 5. La principal, de mayor anchura y altura, para permitir una mejor iluminación a través del claristorio. Por debajo del altar mayor se encuentra la cripta, un espacio reservado para contener alguna reliquia. El presbiterio era un espacio algo más elevado por unos escalones y separado del transepto por unas columnas y unas cortinas que aislaban al oficiante de los fieles. El ábside tiene forma semicircular y está cubierto por una bóveda de horno o cascarón. Todo este espacio viene delimitado por un arco triunfal que recuerda a los arcos conmemorativos militares romanos.
Sus partes son las siguientes:
- Atrio porticado: espacio de reunión previa antes de entrar a la iglesia.
- Nártex (vestíbulo): espacio para los cristianos no bautizados (catecúmenos).
- Naves paralelas y laterales: la más grande, la central.
- Iconostasios: columnata entre la nave central y el altar, lo que produce una pantalla arquitectónica.
- Crucero o transepto
- Ábside (exedra)
Basílica de San Pedro
Fue la mayor iglesia de la etapa constantiniana en Occidente. Situada donde se suponía que estaban enterrados los restos del apóstol, se convirtió en el modelo de basílica primitiva hasta muy entrada la Edad Media. Consta de una nave principal flanqueada por otras dos, y un triforio perforado por numerosas ventanas alargadas. La planta era en forma de T. Del centro del transepto arrancaba un ábside semicircular rematado por media cúpula, que apunta directamente a la tumba de San Pedro, y que sirve como martyrium (zona para venerar la memoria del mártir).
Introducción (Bizantina)
Tras la caída del Imperio Romano, el territorio occidental se dividió dando lugar a los reinos germánicos, mientras que el Imperio de Oriente se convirtió en su sucesor. Este imperio va a denominarse Imperio Bizantino. En él se va a generar una nueva arquitectura con las siguientes características: la planta pasa a ser central y abovedada.
Arte (Bizantina)
El mosaico en el arte bizantino, a diferencia del arte romano, recubre los muros y bóvedas de gran colorido y exquisita finura. Suele representar a las figuras con un carácter rígido e inmaterial, con una disposición simétrica, una gran luminosidad en un intento de plasmar lo sobrenatural.
Toda la decoración de las iglesias se ajusta a un esquema teológico que sitúa a las figuras en uno u otro lugar según su mayor o menor importancia. El Pantocrátor va siempre en las zonas más elevadas y en el centro de las semicúpulas del ábside, como símbolo de la bóveda celeste y del universo. Después viene la Virgen Theotokos o Virgen como trono, estática, con el niño en las rodillas. Por último, el coro de santos y los ángeles. El emperador llega a ser tan reverenciado dentro del templo que muchas veces se confunde con la figura de Cristo.
Arquitectura (Bizantina)
Iglesia de San Vital en Rávena
De planta octogonal visible también desde el exterior, con un nártex descentrado respecto al eje de la iglesia, que da acceso a la planta alta con una tribuna. Su construcción exterior es sencilla, con ladrillos, mientras que su interior es rico con mosaicos, bóvedas y semibóvedas. El tipo de capitel bizantino tenía un alto cimacio o pieza troncopiramidal decorada con diversos motivos y símbolos cristianos.
Santa Sofía en Constantinopla
Los minaretes son posteriores otomanos. En la mente bizantina, el universo y el cosmos se representaban como un cubo rematado por una cúpula. Materiales ricos y exóticos que buscaban el destello policromo y dorado de las piedras y de las teselas de los mosaicos. Representaba a su vez la unión de Dios y el imperio. La bóveda se construía con hiladas concéntricas de ladrillos a modo de coronas de radio decreciente, luego reforzadas exteriormente con mortero. Los bizantinos lograron montar la cúpula sobre una planta cuadrada o rectangular, lo que les permitió salir de la limitación de la planta circular, gracias al uso del ladrillo, con el que se creó la pechina. Esta es una forma geométrica que se forma rellenando los espacios sobrantes entre el cuadrado de la planta y el círculo de la cúpula.