Arquitectura y Cerámica del Antiguo Egipto: Monumentos, Templos y Evolución
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Tipologías Monumentales en el Antiguo Egipto
En el valle del Nilo, los pueblos de la antigüedad vivían dominados por la preocupación por la vida de ultratumba y por la necesidad de rendir culto a sus dioses, cuyo último descendiente terrenal era el faraón reinante. Esta cosmovisión impulsó la creación de obras eternas, buscando impresionar a través del volumen y la masa en sus principales manifestaciones estéticas.
Sistemas de Enterramiento: La Mastaba
Los egipcios estaban convencidos de la eternidad de su existencia, por lo que el sepulcro adquiría una importancia comparable a la del templo. El objetivo primordial era preservar el cuerpo de la destrucción con las mayores garantías posibles.
El Proceso de Embalsamamiento
Para asegurar la conservación del cuerpo, se practicaba el embalsamamiento: se extraían las vísceras y se depositaban en los cuatro vasos canopos (cada uno con la cabeza de un dios protector). Posteriormente, el cuerpo se envolvía en larguísimas vendas de lino, entre las que se colocaban amuletos protectores. Finalmente, se introducía en un sarcófago de madera policromada, que a su vez se metía en otro de piedra, y se depositaba en la cámara funeraria.
Necrópolis y la Mastaba
Los monumentos funerarios más importantes del Imperio Antiguo se encuentran en las grandes necrópolis de Gizeh, Abusir y Sakkara. Durante este periodo, el tipo de enterramiento característico fue la mastaba.
El Templo Egipcio: Morada de los Dioses
El templo egipcio tenía una función eminentemente religiosa, lo que explica el deseo de construir "casas de piedra eterna", como rezan algunas inscripciones. Una característica arquitectónica era que las diversas estancias que lo componían iban siendo progresivamente más bajas a medida que se avanzaba hacia el interior.
Evolución del Templo
Imperio Medio
Del Imperio Medio solo nos quedan restos de santuarios, como el de Medinet Madi, perteneciente a la XII dinastía.
Imperio Nuevo
Con la dinastía XVIII quedó definitivamente establecida la planta general del templo egipcio. La estructura típica incluía:
- Una avenida flanqueada por representaciones de esfinges o carneros (símbolo del dios Amón) que conducía a la entrada.
- La puerta monumental, flanqueada por dos imponentes pilonos.
- Tras la puerta, se accedía a un patio abierto rodeado de columnas, llamado sala hipetra.
- Más adelante se alcanzaba la sala hipóstila, un espacio cubierto sostenido por numerosas columnas.
- Al fondo, rodeado por una serie de corredores y habitaciones, se ocultaba el sancta sanctorum o santuario, la zona más sagrada del templo.
La Cerámica en el Antiguo Egipto
A diferencia de las artes mayores (arquitectura y escultura), dominadas por las ideas reales y religiosas, la cerámica egipcia nos aparece a menudo con una mayor libertad y una riqueza imaginativa, siendo en gran medida patrimonio de las clases populares.
Evolución por Periodos
Imperio Antiguo
En las primeras dinastías, las piezas de cerámica presentaban formas macizas y anchas. A partir de la época de las grandes pirámides (IV dinastía), estas formas se estilizan. Es característico el fondo cubierto de rojo brillante y las decoraciones en azul, verde y violeta. Algunas placas cerámicas decorativas aparecieron en la pirámide escalonada de Sakkara.
Imperio Medio
Durante el Imperio Medio, la vida artesana experimentó un extraordinario desarrollo. Impulsada por una industria y un comercio en pleno auge y una vida urbana en crecimiento, la producción cerámica se diversificó.
Imperio Nuevo
Es en el Imperio Nuevo cuando el alfarero egipcio alcanza su mayor grado de perfección, continuando el proceso iniciado en la etapa anterior. Las piezas se vuelven más finas y elegantes, predominando formas como cántaros alargados y jarrones delgados.