Arquitectura del Cinquecento: Bramante, Miguel Ángel y Vignola
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Arquitectura del Cinquecento
En el siglo XVI la arquitectura continúa inspirándose en los modelos clásicos, y mantiene la preocupación por la armonía. Pero lo fundamental no es ya la decoración, sino los propios volúmenes de la edificación, el efecto de conjunto.
Donato Bramante
Nacido en Urbino, fue pintor y arquitecto. Trabajó sobre todo en Milán, donde sus obras presentan la característica riqueza ornamental del Quattrocento. Pero en 1499, los franceses ocupan esta ciudad, y Bramante, ya mayor, se refugia en la Roma papal. Allí sus edificios serán más sobrios y monumentales. El cambio se advierte ya en el pequeño San Pietro in Montorio (1502, de planta circular y proporcionada cúpula sobre tambor). Pero su proyecto más ambicioso fue el de la nueva basílica de San Pedro, encargo que le realiza el papa Julio II, para sustituir a la vieja basílica que cobijaba la tumba de San Pedro en la colina Vaticana desde el siglo IV.
Miguel Ángel Buonarroti
Es el prototipo del artista renacentista. Aunque se consideró ante todo escultor, su importancia en la arquitectura es capital. La concibe desde un prisma eminentemente plástico, y la dota de gran dinamismo, como se observa en la Biblioteca Laurenciana de Florencia (1524). En Roma intervino en numerosas obras, entre las que destaca la reforma de la Plaza del Capitolio (1547), en la que emplea un orden gigante en las fachadas de los palacios que la delimitan. Pero su obra cumbre es la continuación de la basílica de San Pedro a la que le da sus características definitivas con la construcción la enorme cúpula.
Vignola
Giacomo Barozzi, más conocido como Vignola, fue primero pintor, trabajando en Francia. Pronto se centró en la arquitectura, y construyó numerosos palacios. En el campo religioso abordó la transformación de la planta central, buscando una direccionalidad a través de formas elípticas. Estuvo al frente de las obras de San Pedro, siguiendo fielmente los proyectos de Miguel Ángel. Su obra más importante es la iglesia principal de los jesuitas en Roma, el Gesù, concluido por Giacomo Della Porta.