Arquitectura de Ingenieros en el Siglo XIX

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Otras de las corrientes que aparecen en el siglo XIX es la arquitectura de ingenieros, y la Escuela de Chicago, ambas inconcebibles sin la revolución industrial y el espectacular desarrollo urbano. Esta corriente arquitectónica posee las siguientes características.

  • Aparición de nuevas tipologías arquitectónicas vinculadas a las necesidades de la nueva sociedad: estaciones de ferrocarril, edificios para exposiciones universales… Se tiene que conjugar la belleza con la funcionalidad.
  • Utilización de nuevos materiales aparecidos con la revolución industrial que van a cambiar por completo el concepto tradicional de la arquitectura. Entre estos nuevos materiales el hierro tendrá un papel fundamental debido a tres características: puede ser producido en grandes cantidades, es barato y puede ser transportado fácilmente a las zonas alejadas. Comenzó siendo utilizado por los ingenieros ingleses en la construcción de puentes. Lo revolucionario es que el hierro deja de enmascararse, sale a la luz creando un nuevo concepto estético.

Rivalidad entre arquitectos e ingenieros, los primeros se formaban en academias, estudiaban los estilos tradicionales con base artesanal y se mostraban contrarios al “deshumanizado maquinismo”. Se crean espacios, amplios, luminosos y baratos de construir, ya que en algunos casos son hasta desmontables.

Destaca el Crystal Palace de Paxton, la biblioteca de París de Labrouste y la Torre Eiffel. El Crystal Palace será la sede de la primera exposición universal celebrada en Londres, y asemejaba a un imponente invernadero de hierro y cristal, en el que el hierro no se enmascaraba. Fue montado y desmontado en un tiempo record, ya que estaba hecho con piezas prefabricadas y salió muy barato. Este tipo de edificios se empezó a utilizar en las exposiciones universales que comenzaron en esta época y que eran el símbolo de la burguesía capitalista, así destacará la galería de las máquinas de la posterior exposición universal de París. La Biblioteca Nacional de París, posee una sala de lectura que está cubierta por una inmensa vidriera sostenida por finas columnas de hierro. Por su parte la Torre Eiffel se levantó en 1889 para la Exposición Universal de París que conmemoraba el primer aniversario de la Revolución francesa.

ARCO NEGRO: Pasando al análisis formal y funcional, sobre un fondo más o menos neutro se disponen manchas de color (azul, violeta, marrón...) delimitadas por líneas entre las que destaca el arco negro que da título a la obra. El tema es la forma y los propios medios expresivos de la paleta. También aparecen otras líneas negras sin que haya relación entre ellas. Nos encontramos ante un cuadro verdaderamente abstracto sin ninguna intención figurativa. Kandinsky quiere representar el mundo espiritual a través de los elementos pictóricos esenciales: el color y la línea, creando un lenguaje lírico, muy en consonancia con otras artes como la música, la poesía o el teatro. (Hemos de recordar que era sinestésico).

Los colores van desde los fríos azul o violeta hasta los cálidos, amarillo, rojo… a los que se añaden blanco y negro. En cuanto a la línea debemos observar sus valores escalares: gruesa- fina así como sus solapamientos. Los trazos negros son los que dan unidad al conjunto. Esta obra se podría encuadrar en lo que Kandinsky llama composiciones, ya que no son impresiones, porque en éstas todavía estará representada la naturaleza, y tampoco son meras improvisaciones del artista. Para él las composiciones se orquestan en torno a una forma principal, en este caso la línea negra, que con su trazo más grueso y quebrado, ocupa el centro del cuadro. Para Kandisnky los elementos fundamentales del dibujo eran el punto y la línea. El punto es la célula original en reposo muerta, la línea es el trazo del punto cuando revive.

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