Arquitectura Monástica Románica: Espacios Sagrados y Simbolismo
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Estructura Monástica Románica: Configuración y Función
La planta monástica configuró el paisaje de la época. La elección del emplazamiento se regía por la tradición religiosa, pero era condición indispensable estar cerca de canteras de agua, piedra y tierras fértiles. Los monasterios debían albergar todas las dependencias necesarias, y en el plan de construcción se separaban claramente los edificios monásticos de los comunes.
Se adoptó un plano modelo que se adaptaba a las exigencias locales, estructurándose en torno a un claustro. Este era un espacio cuadrangular abierto, con un jardín central y un pozo, que facilitaba el acceso a las distintas dependencias. El claustro era la pieza esencial donde convergía la vida monástica: un patio que ofrecía tanto sol y aire como sombra y cobijo, donde el monje paseaba, meditaba y estudiaba; era el verdadero foro o ágora del monasterio.
En la zona superior del claustro se ubicaban las celdas o dormitorios, que se comunicaban a través de una escalera con el transepto de la iglesia.
San Clemente de Tahull: Un Ejemplo Emblemático del Románico Catalán
La iglesia de San Clemente de Tahull es un edificio de planta basilical con un pórtico muy amplio a los pies. Consta de tres naves y una cabecera con tres ábsides semicirculares. El material predominante en los muros es la piedra. En el interior, pilares circulares elevan arcos de medio punto que sustentan el muro.
La cabecera, con sus tres ábsides, es notablemente más luminosa y presenta una bóveda de medio cañón. La decoración más destacada se encuentra en el ábside principal, donde se conserva una magnífica pintura al fresco.
El exterior es sencillo y austero, destacando la torre-campanario cuadrada, que es el único elemento que rompe la horizontalidad del conjunto. Fue construida en el año 1123.
El arte románico catalán está muy ligado al francés y se caracteriza por su rusticidad, arcaísmo, severidad y una reducida luminosidad. En el Románico, la iglesia era concebida como el templo de Dios en la Tierra. Al entrar en el templo, el fiel experimentaba una profunda sensación de temor y misterio, acorde con la trascendencia del espacio sagrado.
Monasterio de Santo Domingo de Silos: Simbolismo y Maestría Escultórica
El claustro del Monasterio de Silos, de dos pisos, forma un cuadrilátero irregular. Ambos pisos son de estilo románico: el inferior data del siglo XI y el superior del siglo XII.
Los soportes del claustro inferior están formados por 64 columnas dobles, no todas idénticas, sobre las cuales descansan arcos de medio punto. Coronando el conjunto del piso inferior, se observa un cordón ajedrezado.
El piso superior es semejante en estructura, pero presenta diferencias, como la supresión de los relieves en los pisos angulares.
La simbología del claustro es profundamente coherente con la mentalidad de la época, que concebía la arquitectura como parte integral del universo, como una continuación de los planes divinos. Se buscaba que la obra arquitectónica reflejara la armonía divina y la promesa de la vida futura que se debía alcanzar.
En la construcción y decoración del claustro intervinieron varios artistas; se pueden reconocer la mano de cinco o seis maestros diferentes, aunque sus nombres permanecen desconocidos.