Arquitectura Residencial Romana: Explorando Domus, Villas e Insulae

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La Vivienda Rural

En el campo romano se podían distinguir tres tipos principales de vivienda:

  • La villa urbana: residencia del gran propietario.
  • La gran explotación agraria (villa rústica).
  • La vivienda unifamiliar (domus).

Casa Unifamiliar (Domus)

Este tipo de casa estaba orientada hacia el interior, generalmente sin ventanas al exterior, con una sola puerta y, normalmente, de una sola planta. Se construía alrededor de un patio semicubierto, llamado atrium, al que daban las distintas habitaciones de la casa, como los cubicula (dormitorios) y el lararium (altar doméstico para los lares y penates, ante los cuales se celebraban los ritos de la religión familiar). El atrium era la única pieza comunicada con el exterior, a través del vestibulum (entrada). Estaba cubierto por una techumbre con las vertientes inclinadas hacia adentro, dejando un espacio rectangular descubierto en el centro, llamado compluvium. A través de esta abertura se realizaba la ventilación de la casa y se recogía el agua de lluvia, que caía en un estanque central en el atrium, el impluvium, desde donde se conducía a cisternas subterráneas. Los muros se construían con adobe (ladrillos de barro secados al sol, conocidos como crudo) o con una argamasa de tierra, piedras y arena. Para sostener la techumbre se utilizaban columnas de madera, piedra o ladrillo. Las paredes interiores y las columnas solían recubrirse con yeso. La techumbre se cubría con una capa de ramaje o paja. Los suelos eran de tierra apelmazada, aunque en la parte noble de la casa solían recubrirse con pequeñas piedras o cantos rodados.

La Gran Explotación Agraria (Villa Rústica)

Estas explotaciones, características de la época tardía, eran edificaciones muy grandes y complejas. Se construían en el lugar más favorable del latifundio, utilizando materiales más sólidos. Constaban de una vivienda para el propietario (dominus) o para su administrador (villicus), así como viviendas para los esclavos y sus familias. Todas estas dependencias se distribuían alrededor de un gran patio cerrado donde, entre otras cosas, se guardaban los carros.

La Villa Urbana

En estas villas residían de manera estable o pasaban largas temporadas los propietarios de los latifundios, especialmente durante el Bajo Imperio. Estaban dotadas de todas las comodidades y lujos propios de la ciudad. Podían encontrarse junto a las instalaciones de la explotación agraria o estar aisladas en parajes selectos. Habitualmente, estaban rodeadas de jardines, estanques y otros elementos paisajísticos, y contaban con multitud de estancias y zonas adaptadas a las diferentes estaciones del año.


La Vivienda en la Ciudad

En el entorno urbano también se distinguían principalmente tres tipos de vivienda:

  • Domus tradicional: destinada a la clase media-baja.
  • Vivienda de lujo: habitada por las clases privilegiadas.
  • Casas de pisos en alquiler (insulae): para el proletariado urbano.

Domus Tradicional

Era una vivienda unifamiliar que mantenía el atrium como su centro neurálgico. Solía estar dotada de mayores comodidades que su contraparte rural más simple, pudiendo tener dos plantas. En la parte delantera, que daba a la calle, podía albergar locales comerciales (tabernae). Este fue el tipo de vivienda estándar en Roma hasta finales de la época republicana.

Vivienda de Lujo (Domus Señorial)

El enriquecimiento de la clase dominante, la creciente influencia de la cultura griega y las nuevas funciones y responsabilidades del pater familias propiciaron la evolución hacia un nuevo tipo de casa urbana más suntuosa. La sección de la casa que daba a la calle a menudo conservaba la estructura de la domus tradicional y se dedicaba a los negocios. En sus locales se podían encontrar:

  • Tabernae (tiendas o talleres).
  • Tablinum (despacho del pater familias, donde recibía a sus clientes).

Para la vida privada, se adosaba a esta sección delantera otra parte, cuya estructura imitaba la casa griega tradicional, conservando sus zonas características. Esta área se organizaba en torno a un amplio jardín interior porticado, llamado peristylum, al que se abrían diversas habitaciones y el comedor (triclinium), donde se popularizó la instalación de lechos fijos de obra para los banquetes. La decoración de esta parte de la casa solía ser extremadamente lujosa:

  • Las paredes se cubrían con elaboradas pinturas murales.
  • Los suelos, y en ocasiones las paredes, se adornaban con mosaicos, compuestos por minúsculas piezas llamadas tessellae.
  • Los techos, a menudo artesonados o abovedados, presentaban una rica decoración.

Además, no faltaban instalaciones como un sistema termal completo (baños privados) y retretes.

Casas de Pisos Alquilados (Insulae)

En este tipo de edificaciones se hacinaba la plebe romana, viviendo en cuartuchos con espacio y comodidad mínimos. Estas viviendas carecían de agua corriente y servicios sanitarios básicos. Las plantas bajas solían estar ocupadas por tabernae (tiendas y talleres). Construidas con materiales y técnicas de la peor calidad y lo más baratos posibles, las insulae representaban un negocio muy lucrativo para los especuladores y capitalistas romanos. En ciudades como Roma, estos bloques de apartamentos podían alcanzar alturas de cinco o seis pisos e incluso ocupar manzanas enteras, de ahí su nombre insula (isla), plural insulae.

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