El Arte como Imitación, Fantasía y Autoexpresión: Una Perspectiva Histórica
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El Arte o la Belleza como Imitación de la Realidad
Desde la antigüedad se viene considerando que el objetivo fundamental de toda manifestación artística es la imitación o la representación fiel de la realidad. El concepto de "mimesis" que expresa la relación de la literatura y el arte de todos los tiempos, ya en el siglo IV a.C. Jenofonte esbozó este concepto en su obra titulada "Recuerdos Socráticos" y posteriormente Platón en dos de sus obras "República" y "Reyes" se refirió a este concepto. Según Platón el arte se aleja de la idea ejemplar o de la verdad absoluta al intentar reproducir en formas sensibles las ideas espirituales. Aristóteles eleva esta idea de mimesis y la convierte en el principio general del arte y de la poesía. Según él, el arte imita la actividad de la naturaleza, la prolonga y la completa.
En la tradición romana autores como Horacio, Plinio, Séneca y Cicerón aceptan este principio general de la imitación. Otros autores posteriores dentro de la tradición romana como Quintiliano, Filóstrato y Plutarco van concibiendo cada vez mayor protagonismo a la fantasía.
Entramos ya en la Edad Media y autores como San Agustín decían que el arte conseguía representar la realidad, pero de una manera diferente a la misma realidad. El punto platónico acepta también este principio, defendiendo los poderes creativos de la fantasía.
Tomás de Aquino fue probablemente quien mejor explicara en esta época la esencia de esta concepción del arte como imitación. Según él, "el arte imitaba a la naturaleza en su operación". Posteriormente, durante la baja Edad Media y a principios del Renacimiento se siguen intensificando las teorías miméticas del arte. Buena muestra de ello es la propuesta de Leonardo Da Vinci; no duda en comparar el cuadro con la imagen que un objeto proyecta sobre un espejo.
El principio de la mimesis construyó el núcleo alrededor del cual se desarrolló todo el sistema clásico elaborado en el Renacimiento y que sirvió de eje en torno al cual se elaboraron los diferentes conceptos que configuran el sistema clasicista y neoclásico. Entre estos conceptos destacamos el de naturaleza, realidad, verdad, verosimilitud y posibilidad. También sirvió para defender ciertas interpretaciones de las corrientes realistas y naturalistas del siglo XIX y posteriormente sirvió de base para las diferentes teorías y prácticas realistas del siglo XX.
Fantasía y Ficción en la Creación Literaria
A finales del siglo XVI empiezan a rechazar el concepto de arte como imitación atribuido a Aristóteles. En la época barroca los defensores de Lope de Vega le daban el derecho de perfeccionar la obra de la naturaleza. El siglo XVIII va a ser decisivo para la reinterpretación y también para la superación del concepto de mimesis. A partir de la segunda mitad del siglo empiezan a surgir propuestas muy renovadoras. Diderot en su obra "Salones" hace afirmaciones como las siguientes: "la pintura ideal tiene algo que está más allá de la naturaleza, y por consiguiente tiene tanto de rigurosa imitación como de genio: y tanto de genio cuanto de imitación rigurosa", y con respecto a la literatura dice: "una ficción digna de ser contada a gentes sensatas". Kant, en su obra "Crítica del juicio"; según él, el genio consiste en la unión feliz de la imaginación y el entendimiento, pero con la particularidad de que en el arte y en el juego es la imaginación la que guía.
La Literatura como Autoexpresión
A partir del Romanticismo la literatura ha sido concebida como una forma privilegiada de expresión. La expresión facilita al poeta el conocimiento preciso, adecuado e instintivo de la emoción que le embarga. Benedetto Croce y sus seguidores decían que hasta que un escritor no expresa su emoción no sabe de qué emoción se trata. Según estos, es la expresión poética de una emoción lo que hace del hombre un poeta. De esta forma convertirse en poeta es pasar del estado en el que el hombre está dominado por una emoción al estado en que el hombre domina a la emoción. En resumen, la autoexpresión es aquel proceso mediante el cual el hombre se da a conocer al porque se conoce a sí mismo.