El Arte de la Oratoria en la Roma Antigua: Catón, Cicerón y las Escuelas Retóricas

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El Poder de la Palabra en la Política Romana

Una vez en el cargo, era preciso también que [los magistrados] propusieran sus medidas e ideas de forma persuasiva, de modo que la palabra convincente se convirtió en un arma muy poderosa. El discurso va ganando poco a poco la categoría de obra artística, digna de recordar, de manera que comienzan a ponerse por escrito y publicarse.

Marco Porcio Catón y la Tradición Romana

El primer gran nombre de la oratoria romana es el de Marco Porcio Catón (234-149 a. C.), político romano de ideología tradicional y conservadora. Era contrario a la influencia de la retórica griega, que comenzaba a llegar a Roma en aquella época. A su juicio, para hablar bien bastaba con tener algo de provecho que decir; era partidario, por lo tanto, de la oratoria espontánea. Es conocido su aforismo rem tene, verba sequentur, que podría traducirse “ten algo interesante que decir y las palabras vendrán solas”. Aunque se ha perdido la mayor parte de su obra, conservamos también su célebre definición de orador, cargada de un sentido moralista: vir bonus dicendi peritus, es decir, un “hombre honrado experto en hablar”.

Influencia Griega y Escuelas Retóricas

Pese a la resistencia de Catón y de otros de su misma ideología, la retórica griega se fue asentando progresivamente en Roma a lo largo del siglo II a. C. y la primera mitad del I a. C.

Se formaron, además, distintas escuelas de retórica que defendían distintos postulados en lo referente a la composición de discursos. Las principales fueron:

  • La Escuela Asiática

    Así llamada por haber tenido su origen en Asia Menor en el periodo helenístico. Sus rasgos son la grandilocuencia, la declamación teatral, la ornamentación verbal recargada, con un mayor cuidado de la forma que del contenido.

  • La Escuela Ática

    Opuesta a la anterior. Se caracteriza por su forma desnuda, escueta, sobria, sin alardes declamatorios ni patetismos violentos. Predomina el fondo sobre la forma. El nombre hace alusión a los grandes creadores atenienses (áticos), sobre todo Lisia e Isócrates.

  • La Escuela Rodia

    Defendía una posición intermedia entre las dos anteriores: ni la sobreabundancia asiática ni la sequedad ática. Recibe su nombre del célebre retórico griego Apolonio Molón, maestro de Cicerón, que tuvo en Rodas una escuela de oratoria. El modelo de esta escuela es Demóstenes.

Marco Tulio Cicerón: Cumbre de la Oratoria Romana

El autor más importante de la oratoria romana es sin duda Marco Tulio Cicerón (106-43 a. C.). En su vida pueden distinguirse con nitidez dos periodos diferentes.

Ascenso y Consulado

El primero es el del ascenso y triunfo en la carrera de las magistraturas (cursus honorum), en la que, pese a no ser patricio, logró abrirse camino gracias a sus sobresalientes cualidades como orador y político. Alcanzó el consulado en el año 63 a. C., durante el cual se desencadenó la célebre conjuración del noble romano Catilina con el fin de dar un golpe de Estado. Cicerón reaccionó con valentía pronunciando una serie de cuatro discursos, las Catilinarias, en los que descubre y desbarata el conato golpista de Catilina.

Caída y Exilio

Después de este momento de esplendor, que fue la cumbre de su carrera, comienza la segunda etapa de su vida. Como cónsul, condenó a muerte a los cabecillas de la conjuración sin hacer las consultas al pueblo que prescribía la ley y debido a esta conducta polémica fue acusado de ilegalidad por sus oponentes políticos. Fue declarado culpable, sus bienes fueron confiscados y él mismo fue desterrado de Roma durante varios años. Después regresó y recuperó parte de sus [bienes/influencia... *Nota: el texto original parece incompleto aquí*].

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