Arte Rupestre: Explorando las Primeras Manifestaciones Artísticas del Paleolítico
Clasificado en Plástica y Educación Artística
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Pintura del Paleolítico: Lascaux, Niaux, Altamira y El Parpalló
La denominada pintura francocantábrica constituye un arte mural desarrollado en el Paleolítico Superior. La técnica utilizada nos admira por su sencillez y su larga perdurabilidad. Los instrumentos empleados eran los propios dedos o pinceles elaborados con cerdas. Para crear los colores, utilizaban como aglutinante la grasa animal, a la que añadían los diferentes pigmentos para su coloración.
El tipo de perspectiva utilizado fue evolucionando con la experiencia de sus artífices. Entre las más comunes se encuentra la perspectiva tordue (torcida), que exige diferentes puntos de vista, el perfil absoluto y la visión de tres cuartos. La temática de estas pinturas era principalmente animalística, siendo bisontes y caballos los más pintados.
La interpretación de este arte es tema principal de investigadores de la materia. Existen dos teorías principales:
- Teoría Mágica: Propuesta por Breuil, es la más verosímil hoy en día. Parte de la necesidad de cazar del hombre del Paleolítico. Según este autor, se idearon rituales de magia de atracción: se creía que representando al animal, se iba a cazar, de ahí las figuras lo más realistas posible. Según esta interpretación, se comprende la temática animalística y la distribución de las figuras por las cuevas, donde la composición no existe.
- Teoría Sexual: Obra de Leroi-Gourhan, llegó a la conclusión de que los animales más representados eran los bisontes y caballos, y que cada uno representaba a un sexo. Otros autores también han propuesto una clasificación formal por familias que, al igual que la de Gourhan, ha resultado polémica.
Cuevas de Altamira
Descubiertas en 1875 por Marcelino Sanz de Sautuola en Santander, al principio, dada su excepcional calidad, fueron consideradas como falsificaciones. La temática es animalística, con muchos bisontes. Estas pinturas emplearon la técnica grasa, ejecutada con rudimentarios pinceles y a la luz de pequeñas lámparas.
El recurso a la utilización de los salientes de las rocas proporciona, si cabe, una mayor sensación de relieve. Las proporciones del diseño están perfectamente adaptadas a las medidas reales, haciendo uso del perfil absoluto, todo lo cual da lugar a una gran sensación de naturalismo. No existe profundidad, ya que no interesa representar un fondo paisajístico, que no es relevante para la finalidad de estas obras. Los bisontes se sitúan "flotando" sobre la bóveda, y los animales aparecen en diferentes posiciones.
Las Primeras Esculturas del Paleolítico Superior
Durante el Paleolítico Superior, la escultura, con pequeñas tallas en materiales óseos o pétreos, puede ser clasificada en dos grandes grupos: las tallas de materiales blandos y las esculturas propiamente dichas. Las tallas corresponden a útiles, y las obras escultóricas están compuestas por un conjunto de figurillas femeninas, conocidas como venus, pequeñas esculturas de bulto redondo.
La Venus de Willendorf
Pequeña obra de 11 cm, es el modelo más difundido de las venus. En piedra caliza se ha tallado una figurilla de bulto redondo, cuyo tratamiento formal se caracteriza por la exageración de los rasgos femeninos. En la estructura anatómica sigue la ley de la simetría, y se ha eliminado cualquier rasgo facial. Tanto esta venus como otras poseían un sentido mágico-religioso, según la interpretación actual, como exvotos para propiciar mágicamente la fecundidad de la tribu.
La Pintura Levantina
Su ubicación y datación cronológica han sido objeto de diversos debates, pero la hipótesis más aceptada actualmente es la de A. Beltrán, que las ha datado entre el 6000 y el 1500 a.C. Estas pinturas, tanto por su ubicación como por su apariencia formal y finalidad, son muy distintas a las del Paleolítico. Ya no se pinta en el interior de las cuevas, sino en abrigos rocosos abiertos al exterior.
La temática abandona el sentido mágico para tratar asuntos de carácter narrativo que cuentan la vida de la tribu. La técnica posee una cierta continuidad con la francocantábrica en cuanto a la utilización de colores al óxido de hierro y de manganeso, pero su exposición al aire libre y los destrozos causados por visitantes han contribuido a su penoso estado de conservación.