Arte Rupestre: Orígenes, Técnicas y Manifestaciones Prehistóricas
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El Arte Rupestre: Un Legado de 40.000 Años
La pintura rupestre es el conjunto de dibujos y pinturas realizadas con pigmentos sobre superficies rocosas. Los grabados y la pintura rupestre son dos manifestaciones del arte parietal. Las pinturas rupestres en mejor estado de conservación se han encontrado en el interior de cuevas, aunque eso no quiere decir que no se realizasen en otras superficies rocosas menos protegidas, pero más luminosas y accesibles, como barrancos, farallones o abrigos rocosos.
Materiales y Técnicas del Arte Rupestre
Se empleaban por lo general uno o dos colores. El rojo es el más frecuente, junto con el negro, ocre, amarillo y blanco en distintas tonalidades resultantes de la mezcla de pigmentos. Para la creación de pinturas se usaban pigmentos minerales molidos y carbones vegetales. Además de pintar con las manos, se usaban pinceles de pelo animal, ramas o cañas. Para dar la sensación de volumen, en ocasiones se tenían en cuenta las irregularidades originales de la roca, los salientes y las hendiduras.
Aparte, encontramos petroglifos o grabados rupestres, que son dibujos en piedra creados mediante el rayado, la erosión o la percusión con un instrumento más duro y resistente que la roca.
Tanto en la pintura como en los grabados, las representaciones más abundantes son de animales, símbolos y seres humanos (Homo sapiens).
Principales Estilos de Pintura Rupestre
Pintura Franco-Cantábrica
Aparece durante el Paleolítico Superior (30.000-9.000 a.C.). Se denomina así porque se realizaba fundamentalmente en las cuevas del sur de Francia y la cornisa cantábrica española. Se caracteriza por el realismo, la policromía y el predominio de representación de animales en figuras aisladas. Las pinturas están habitualmente en lugares alejados de la entrada de las cuevas, por lo que se realizaron con luz artificial.
Ejemplos Notables: Altamira y Lascaux
Un ejemplo destacado es la Cueva de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria), cuya realización data del periodo 15.000 a.C. – 12.000 a.C. Se dice que las pinturas de esta cueva podrían tener significado religioso, ritos de fertilidad, ceremonias para propiciar la caza o pueden interpretarse como la batalla entre dos clanes representados en el “Salón de Pinturas”. Sus dibujos poseen contorno en línea negra y están coloreados en rojo, castaño, negro u ocre.
La Cueva de Lascaux se encuentra en Dordoña (Francia). Sus pinturas fueron realizadas hace unos 17.000 años a.C. en el Paleolítico Superior. La parte más representativa de esta cueva es la “Sala de los Toros”, donde se representan enormes figuras de toros muy detalladas y realistas, aunque también se dibujan caballos, ciervos, aves, entre otros. En las figuras se observa un degradado cromático, con coloración parcial en patas y vientre, y una representación que sugiere inmovilidad.
Pintura Levantina
Se desarrolló en la zona oriental de la Península Ibérica, situándose en el Mesolítico (6.000-2.000 a.C.). A diferencia del Paleolítico, el arte levantino situó sus conjuntos artísticos en abrigos rocosos al aire libre. Emplearon el color rojo, negro y blanco sin mezclarlos, por lo tanto, no existe la policromía ni la gradación de tonalidades, predominando la monocromía.
Otra novedad es que las figuras humanas y animales pueden establecer tres tipos de escenas: bélicas, de actividades de caza y las que representan la vida cotidiana. No existe intención realista; les interesa captar el movimiento y para ello crean composiciones en diagonal. Los principales conjuntos pictóricos de esta pintura se dan en el Abrigo de Cogul en Lleida o la Cueva de los Caballos de Valltorta en Castellón.