Ascenso y Caída de la Dictadura de Primo de Rivera y Fin de la Monarquía (1923-1931)
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La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El Golpe de Estado: Causas y Apoyos
En 1923, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, emitió un comunicado, ocupando los servicios telefónicos, en el que anunciaba un golpe de Estado. Alfonso XIII, apoyando la acción, encargó a Primo de Rivera la formación de gobierno. Primo de Rivera se convirtió en dictador militar único, respaldado por un directorio militar. El nuevo sistema dictatorial surgió como respuesta a la insostenible situación de España, marcada por la crisis del sistema político y el fracaso de la política en Marruecos, cuyo punto álgido fue el desastre de Annual en 1921. La dictadura contó desde el principio con el apoyo del rey, del ejército y del empresariado catalán, temeroso del auge del anarquismo. Socialistas y anarquistas, por su parte, mantuvieron una actitud pasiva.
Éxitos Iniciales (1923-1925)
Aunque no se trataba de una dictadura personalista asociada a una ideología concreta, Primo de Rivera gobernó con un enfoque totalitario, suspendiendo la Constitución. La dictadura se planteó como un período transitorio para estabilizar la situación española ante el colapso del sistema político. En gran medida, este objetivo se cumplió: se restableció el orden público, se superó la crisis y se puso fin al problema de Marruecos. Para atajar el desorden público, se implantó el estado de guerra, lo que conllevó una restricción de las libertades públicas y la persecución de los anarquistas. La resolución del problema marroquí se logró gracias al error estratégico de Abd-el-Krim, líder rifeño, quien atacó a las fuerzas francesas en 1925. La alianza entre españoles y franceses culminó con la derrota de Abd-el-Krim en Alhucemas. Esta victoria condujo a la rendición marroquí dos años después, en 1927.
Del Directorio Civil al Fin de la Dictadura (1925-1930)
Una vez resueltos los problemas más urgentes, Primo de Rivera podría haber abandonado el poder, habiendo cumplido su misión de restablecer el orden. Sin embargo, optó por intentar perpetuar su régimen, estableciendo un directorio civil en sustitución del directorio militar. En este intento de consolidar su poder, transformó la dictadura:
- Fundó su propio partido, la Unión Patriótica.
- Estableció una Asamblea Nacional Consultiva.
- Inició un proyecto de nueva constitución en 1929.
Además, intervino activamente en la economía. El intervencionismo estatal se manifestó en subvenciones a la industria, el establecimiento de monopolios (Telefónica, petróleo –CAMPSA–) y la implementación de programas de obras públicas (carreteras y embalses). A pesar de estos esfuerzos, no obtuvo el apoyo político necesario y, gradualmente, fue perdiendo fuerza hasta quedar aislado. En 1930, presentó su dimisión al rey.
El Final de la Monarquía (1930-1931)
Tras el fin de la dictadura, el rey intentó restaurar el antiguo sistema parlamentario. Se sucedieron los gobiernos de Berenguer y Aznar, pero ambos fueron incapaces de sostener el sistema. Esta incapacidad se hizo patente con la firma del Pacto de San Sebastián en 1930 por parte de la oposición, que tenía como objetivo instaurar la República. En las elecciones municipales de 1931, los republicanos obtuvieron una clara victoria sobre los monárquicos. El rey Alfonso XIII abandonó España y el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española.