Ascenso y Caída de Napoleón: Consulado, Imperio y Expansión Francesa
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El Consulado y la Expansión Napoleónica
Napoleón Bonaparte inició una política pacificadora. El resultado fue la firma de la Paz de Luneville con Austria en 1801 y la Paz de Amiens con Reino Unido en 1802. Francia dominaba gran parte de Europa.
Napoleón también normalizó las relaciones con la Iglesia por medio del Concordato con la Santa Sede. El Papa Pío VII aceptó el gobierno de Napoleón a cambio de que se comprometiera a:
- Mantener al clero.
- Reconocer el catolicismo como religión mayoritaria de los franceses.
- Proteger los Estados Pontificios.
La popularidad que alcanzó con estas medidas le permitió proclamarse cónsul único y vitalicio. Napoleón iniciaba así una nueva monarquía con una nueva aristocracia teñida del espíritu liberal de la Revolución de 1789. La mejor expresión de ese espíritu fue el Código Civil, que reunía:
- Libertad e igualdad civil.
- Supresión del régimen feudal.
- Propiedad libre de la tierra.
Este código consagró la desigualdad jurídica del hombre y la mujer.
El Primer Imperio Napoleónico
El Consulado nombró a Napoleón emperador hereditario, lo cual fue refrendado por un plebiscito en el que obtuvo una mayoría abrumadora. Cambió la Constitución del año VIII por la del año XII, la cual le daba grandes poderes y se hizo coronar por el Papa Pío VII.
Las ambiciones de dominio de Napoleón provocaron una gran inquietud entre los demás países del continente, y por ello Reino Unido y Rusia establecieron una nueva coalición antifrancesa, a la que se unió Austria. Estalló la guerra. Napoleón logró importantes victorias contra los austriacos y los rusos, destacando la batalla de Austerlitz, pero sufrió una derrota marítima en Trafalgar, donde la escuadra inglesa del almirante Nelson derrotó a la armada hispano-francesa. Esta victoria británica empujó a Napoleón a decretar el Bloqueo Continental, por el cual ningún país podía comerciar con los ingleses.
Austria pasó a ser un estado aliado de Napoleón. Austria cedió a Francia el reino de Nápoles y permitió la formación de la Confederación del Rin y del reino de Holanda, que Napoleón entregó a su hermano Luis. Prusia fue ocupada tras su derrota en Jena. Por la Paz de Tilsit, Prusia recuperó gran parte de su territorio, pero se redujo su ejército. De esta paz surgieron dos nuevos estados: el Gran Ducado de Varsovia y el reino de Westfalia.
Alejandro I, el zar de Rusia, derrotado en Friedland, firmó la Paz de Tilsit con Napoleón, por la que se convirtió en aliado de Francia y se acordó la invasión de Portugal. Etruria, Roma y España completaron su proyecto de gran imperio.
Problemas Militares en Rusia y España
En 1812, Napoleón invadió Rusia, que había roto el bloqueo contra Inglaterra, pero fracasó, y la retirada del ejército napoleónico fue una catástrofe. En España, la ocupación francesa provocó la Guerra de la Independencia, que fue decisiva para el desgaste y la derrota de las tropas napoleónicas.
Estos errores y derrotas hicieron fracasar el Bloqueo Continental. Reino Unido dirigió las coaliciones que vencieron a Napoleón en Vitoria y Leipzig (1814). Tropas aliadas entraron en París. Napoleón fue depuesto y abdicó para retirarse a la isla de Elba. Luis XVIII ocupó el trono de Francia y otorgó una Constitución que favoreció a los emigrados, el clero y la aristocracia.
Napoleón escapó de Elba y regresó a Francia, restauró el efímero Imperio de los Cien Días, que finalizó con la derrota de Waterloo ante un ejército coaligado. Fue desterrado a la isla de Santa Elena y murió en 1821.