Aspecto y Valores del Verbo: Una Mirada Profunda a su Significado Gramatical

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El Verbo: Aspecto y Valores

El Aspecto Verbal

El aspecto, al igual que el tiempo, es un significado gramatical característico del verbo. En un sentido amplio, el aspecto expresa, mediante mecanismos lingüísticos diferentes, ciertas características de la acción verbal consideradas desde la perspectiva del hablante. Dada una acción realizada por un sujeto, por ejemplo, Juan [estudiar] Matemáticas, el hablante, además de situar dicha acción en el presente, en el pasado o en el futuro, puede referirse a ella observándola en sus inicios (va a estudiar), en su desarrollo (está estudiando), en su finalización (ha estudiado), en sus resultados (lleva estudiados dos temas de Matemáticas), en su reiteración (vuelve a estudiar)..., lo cual da lugar a distintos significados aspectuales, que el hablante expresa con mecanismos distintos:

  • El uso de determinadas formas verbales le permite expresar si considera la acción como acabada o no. Todas las formas compuestas, y también el pretérito perfecto simple, implican el final de la acción expresada por el verbo (aspecto perfectivo): en Juan ha estudiado, Juan estudió, Juan habrá estudiado se supone que la acción de estudiar terminó (o terminará) en un determinado momento; las formas simples (excepto el pretérito perfecto simple) tienen aspecto imperfectivo, es decir, no marcan la finalización de la acción: Juan estudiaba, Juan estudia, Juan estudiará. Esta oposición perfectivo / imperfectivo constituye el aspecto verbal propiamente dicho, porque es el que se transmite con el morfema de tiempo-modo-aspecto.
  • El uso de diferentes perífrasis verbales (véase apartado 5) le permite al hablante expresar otros significados que tienen que ver con la perspectiva desde la que se contempla la acción: reiteración, comienzo, duración, resultado. En estos casos conviene hablar más bien de valores aspectuales.

Modo de Acción

No hay que confundir estos dos conceptos (aspecto verbal y valores aspectuales de las perífrasis) con un tercero de carácter léxico que depende más bien del significado mismo del verbo. Hay verbos, llamados desinentes o puntuales, cuyo significado implica la conclusión de una acción o proceso, como, por ejemplo, morir, llegar, salir, etc.; otros, llamados permanentes o durativos, que designan una acción o proceso que transcurre a lo largo del tiempo, como recorrer, temer, brillar, etc.; otros, denominados incoativos, significan acción o estado que comienza, como florecer, dormirse, etc.; y otros, en fin, denotan una acción que se realiza habitualmente (frecuentativos: tutear, cojear...) o que se compone de actos repetidos con regularidad (reiterativos: repicar, martillar, bombardear...). Todas estas distinciones del significado propio de los verbos constituyen lo que se denomina modo de acción, que, como decimos, no hay que confundir con el aspecto de las formas verbales (perfectivo / imperfectivo) ni con los valores aspectuales aportados por las perífrasis.

Valores del Presente de Indicativo

De acuerdo con este significado general, el presente de indicativo ofrece diversos valores, entre los que destaca el del llamado presente gnómico, que expresa algo de forma intemporal, por lo que se suele utilizar en definiciones, aforismos, refranes... (La Tierra gira alrededor del Sol).

Ahora bien, el presente de indicativo puede emplearse en determinadas oraciones para expresar tiempo pasado o futuro:

  • Presente con valor de pasado (presente histórico). El hablante, con el fin de darle una especial viveza a una acción sucedida en un momento anterior al del habla, se traslada mentalmente a ese momento en que se produjo y se refiere a ella como si fuera actual. El desplazamiento requiere que se señale la referencia al tiempo pasado con algún elemento del contexto o a través de la propia situación. El presente histórico es empleado tanto en el registro culto como en el habla coloquial y familiar: Cervantes publica la primera parte del Quijote en 1605.
  • Presente con valor de futuro. Expresa una acción que todavía está por realizarse. Por tanto, se produce también un desplazamiento temporal, en este caso hacia el futuro, que permite que la referencia a la acción del verbo adquiera ciertos matices: inminencia (Mañana te llamo), valor deliberativo (¿Qué le digo yo ahora?), valor imperativo (Lo haces y te callas).
  • Presente habitual: expresa hábitos.
  • Presente actual: expresa la acción en relación con el momento de la palabra: la noción temporal que evoca va desde "ahora" hasta cubrir todo el intervalo del presente.

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